Estoy participando en un interesante evento que convoca a diferentes colegas del área de comunicación, y debo decir que me ha puesto a repensar y a eaprender sobre lo que es la comunicación del futuro y el rol de los profesionales dedicados a esta apasionante área. Estamos llamados a generar un cambio basado en la colaboración y la construcción de una nueva sociedad que inicia un camino en la 4ta Revolución Industrial.
Los cambios tecnológicos, sociales, políticos, económicos y culturales que tienen lugar hoy, y los que se advierten en el futuro cercano, no tienen precedentes en la historia de la humanidad. ¡Solo me atrevo a comparar esto con la creación del ser humano! Los avances tecnológicos de las últimas décadas han sido de mayor impacto que todo lo que ha sucedido en la humanidad; como lo mencionaron en la Cumbre Latinoamericana de Directivos y Expertos en Comunicación, el desarrollo tecnológico es exponencial y convergente a la vez. Es interesante pensar en la comunicación del futuro. La integración de las biotecnologías con las infotecnologías, anuncia la posibilidad de una sociedad tecnológica y, por ello, la definición de la 4ª Revolución Industrial.
En ese sentido debo decir que las tecnologías disruptivas y convergentes configuran otra sociedad. Transforman los modos de producción y las relaciones de mercado, acaban con industrias completas y eliminan empleos por donde vayan; pero al tiempo, generan nuevas economías, otros puestos de trabajo y modifican las relaciones laborales existentes. En todo caso, la tecnología nos exige explicación, y debemos darla, sobre cuáles son sus ventajas y cuáles son sus límites ¿Debería tenerlos o no?
La comunicación del futuro deberá ser protagonista en todo este modelo. Desde la comunicación se gestaron algunos de estos cambios, se difundieron y se multiplicaron. Pero la comunicación también ha cambiado y cambiará el ritmo de estas transformaciones, que en unos casos la potenciarán y en otros la reducirán a meros datos. La comunicación deberá darse como herramienta estratégica para potenciar la nueva economía, e incluirse dentro de ese cambio estratégico y usar todas esas herramientas de Inteligencia Artificial, automatización, big data y otros elementos que aportan a todo el proceso real de información. En una frase: la comunicación del futuro nos obliga a desaprender y a volver a aprender en función de esta cuarta Revolución Industrial.
Insisto, la comunicación del futuro dependerá tanto de factores externos como de la capacidad de los comunicadores, de formación o vocación, para comprender la sociedad que se advierte con las nuevas tecnologías y las nuevas economías que trae, para no ser espectadores pasivos sino coproductores y corresponsables de estos nuevos cambios, de modo que sean sostenibles y marchen a favor del ser humano y el planeta. ¡Ese es el reto!
¿Estamos listos para emprender este viaje? Escucho a mis colegas.
Comentarios