Internauta por obligación. Ingeniero por profesión. Editor de televisión y webmaster por oficio. Corrector de textos por afición y por solidaridad con quienes lo solicitan, y por física necesidad de decir algo con respecto a lo que en los medios se publica diariamente. Y aspirante a mejorador de comunicaciones escritas en donde sea necesario. Ésta puede ser una autobiografía breve y suficiente de Jairo Alberto García Sánchez, quien, nacido en Rionegro, criado en Medellín y residente en Bello, Antioquia, Colombia, plantea desde aquí una invitación permanente a quienes comparten el deseo de aportar al mejoramiento de los textos publicados en medios escritos y en páginas Web, principalmente, por medio de la presentación de casos concretos encontrados en cualquiera de las muchas fuentes posibles.
Como respuesta a la respuesta de Jairo Alberto García Sánchez, digo lo siguiente: la obsesión de los periodistas, escritores y académicos colombianos por la ortografía y la gramática llega con toda su fuerza durante la regeneración: se trata de imponer una manera “correcta” de decir las cosas, antes que una manera ajustada a los hechos. Los titulares ambiguos, las expresiones emotivas, o carentes de neutralidad, también son errores de escritura; son más graves, pues son errores de razonamiento lógico, tendientes a engañar al auditorio. El más claro ejemplo es el de la expresión “falsos positivos”, que le quita gravedad al hecho, al menos ante los lectores menos críticos: El nombre real del delito es, según la fiscalía, es “homicidio agravado”. El nombre fue usado por primera vez por EL TIEMPO. Para demostrarlo cito a Enrique Santos: “tal vez no sobre recordar que EL TIEMPO fue el primer medio en denunciar en el 2006 los ‘falsos positivos’ (incluso en acuñar el término)” [eltiempo.com, noviembre 2 de 2009]. Más que escribir con correcta ortografía hay que buscar que los diarios escriban con verdad y objetividad. Su trabajo, por tanto, es superficial e inútil, e incluso nocivo para la formación de un lector realmente crítico.
Sucede, don “correaramon”, que muchos de los titulares que se publican inicialmente con alguna incorrección, son efectivamente corregidos después de algunos minutos, horas o días; al fin y al cabo, para eso existen los correctores en los medios, sólo que a veces la incorrección persiste a lo largo de mucho tiempo sin que nadie la encuentre o sin que alguien se interese por modificarla. De eso puedo dar fe, ya que me ha sucedido muchas veces: cuando entro al enlace de una noticia después de algún tiempo de haber leído su titular, la he encontrado ya corregida, o modificada sustancialmente, tal como le pasó a Usted con la del 6 de enero.
Muchas gracias por su contribución, la cual se asemeja mucho a la de aquella “noticia ideal”, en la que “un hombre muerde a un perro”, en oposición al suceso normal de que “un perro muerde a un hombre”; para el caso que Usted menciona, lo más probable –y lógico- no es que “Un caballo murió anoche cuando chocó violentamente contra un bus”, sino que “Un caballo murió anoche cuando un bus chocó violentamente contra él”, o algo así. Saludo cordial.
Aquí siempre serán bienvenidas todas las sugerencias, y para el caso de la de “elreplicador”, conviene aclarar un par de detalles:
Uno: Como se establece en la descripción del blog, nuestro propósito es trabajar por el mejoramiento de la calidad de los textos en diferentes medios de comunicación -no solamente en EL TIEMPO y sus asociados-, lo cual significa que el material de trabajo está compuesto por titulares y párrafos publicados con palabras o expresiones mal escritas, inadecuadas o inexistentes, respetando el derecho que cada cual tiene a opinar acerca de cualquier tema.
Dos: Tiene Usted toda la razón en cuanto a lo de los “falsos positivos”, expresión “acuñada por este diario” y manejada también por muchísimos otros medios en el mundo entero; sólo que aquí no discutimos posiciones ideológicas de nadie, aunque sí consideramos que el abanico de posibilidades para expresar lo mismo, según la idea de cada cual, puede incluir desde “lamentable confusión” hasta “cobarde asesinato” y “crimen de lesa humanidad”, por ejemplo, también utilizados frecuentemente.
Estas correcciones me parecen totalmente superficiales. ¿Por qué como comenta por ejemplo las anfibologías y otras falacias que comete EL TIEMPO? ¿Por qué no critica, por ejemplo, el que este diario acuñe expresiones como “falso positivo” para referirse a “homicidio agravado”? Gazapero!
El 6 de enero, el titular de la noticia del enlace que dejo era “Un caballo murió anoche cuando chocó violentamente contra un bus”. Este titular de El Tiempo rezaba lo mismo que aparecía escrito en la graficación inferior del video. Sin embargo, ahora que lo busco para ponerle el ejemplo, veo que han cambiado el titular por “Un caballo muere en accidente de tránsito”.. http://www.citytv.com.co/videos/35998/un-caballo-muere-en-accidente-de-transito
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Como respuesta a la respuesta de Jairo Alberto García Sánchez, digo lo siguiente: la obsesión de los periodistas, escritores y académicos colombianos por la ortografía y la gramática llega con toda su fuerza durante la regeneración: se trata de imponer una manera “correcta” de decir las cosas, antes que una manera ajustada a los hechos. Los titulares ambiguos, las expresiones emotivas, o carentes de neutralidad, también son errores de escritura; son más graves, pues son errores de razonamiento lógico, tendientes a engañar al auditorio. El más claro ejemplo es el de la expresión “falsos positivos”, que le quita gravedad al hecho, al menos ante los lectores menos críticos: El nombre real del delito es, según la fiscalía, es “homicidio agravado”. El nombre fue usado por primera vez por EL TIEMPO. Para demostrarlo cito a Enrique Santos: “tal vez no sobre recordar que EL TIEMPO fue el primer medio en denunciar en el 2006 los ‘falsos positivos’ (incluso en acuñar el término)” [eltiempo.com, noviembre 2 de 2009]. Más que escribir con correcta ortografía hay que buscar que los diarios escriban con verdad y objetividad. Su trabajo, por tanto, es superficial e inútil, e incluso nocivo para la formación de un lector realmente crítico.
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Sucede, don “correaramon”, que muchos de los titulares que se publican inicialmente con alguna incorrección, son efectivamente corregidos después de algunos minutos, horas o días; al fin y al cabo, para eso existen los correctores en los medios, sólo que a veces la incorrección persiste a lo largo de mucho tiempo sin que nadie la encuentre o sin que alguien se interese por modificarla. De eso puedo dar fe, ya que me ha sucedido muchas veces: cuando entro al enlace de una noticia después de algún tiempo de haber leído su titular, la he encontrado ya corregida, o modificada sustancialmente, tal como le pasó a Usted con la del 6 de enero.
Muchas gracias por su contribución, la cual se asemeja mucho a la de aquella “noticia ideal”, en la que “un hombre muerde a un perro”, en oposición al suceso normal de que “un perro muerde a un hombre”; para el caso que Usted menciona, lo más probable –y lógico- no es que “Un caballo murió anoche cuando chocó violentamente contra un bus”, sino que “Un caballo murió anoche cuando un bus chocó violentamente contra él”, o algo así. Saludo cordial.
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Aquí siempre serán bienvenidas todas las sugerencias, y para el caso de la de “elreplicador”, conviene aclarar un par de detalles:
Uno: Como se establece en la descripción del blog, nuestro propósito es trabajar por el mejoramiento de la calidad de los textos en diferentes medios de comunicación -no solamente en EL TIEMPO y sus asociados-, lo cual significa que el material de trabajo está compuesto por titulares y párrafos publicados con palabras o expresiones mal escritas, inadecuadas o inexistentes, respetando el derecho que cada cual tiene a opinar acerca de cualquier tema.
Dos: Tiene Usted toda la razón en cuanto a lo de los “falsos positivos”, expresión “acuñada por este diario” y manejada también por muchísimos otros medios en el mundo entero; sólo que aquí no discutimos posiciones ideológicas de nadie, aunque sí consideramos que el abanico de posibilidades para expresar lo mismo, según la idea de cada cual, puede incluir desde “lamentable confusión” hasta “cobarde asesinato” y “crimen de lesa humanidad”, por ejemplo, también utilizados frecuentemente.
Muchas gracias por su participación.
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Estas correcciones me parecen totalmente superficiales. ¿Por qué como comenta por ejemplo las anfibologías y otras falacias que comete EL TIEMPO? ¿Por qué no critica, por ejemplo, el que este diario acuñe expresiones como “falso positivo” para referirse a “homicidio agravado”? Gazapero!
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El 6 de enero, el titular de la noticia del enlace que dejo era “Un caballo murió anoche cuando chocó violentamente contra un bus”. Este titular de El Tiempo rezaba lo mismo que aparecía escrito en la graficación inferior del video. Sin embargo, ahora que lo busco para ponerle el ejemplo, veo que han cambiado el titular por “Un caballo muere en accidente de tránsito”.. http://www.citytv.com.co/videos/35998/un-caballo-muere-en-accidente-de-transito
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