Por: A. Moñino
Dejémosle el tema científico a los que saben, o al menos a los que lo investigan con rigor, algo tan básico y obvio pero tan difícil por estos tiempos en los que todos podemos escupir cualquier opinión que no necesariamente tiene que pasar por el cerebro, mientras que otros tantos terminan creyendo lo que el azar o la viralidad determine como cierto y relevante.
Yo, como simple observador de algunas noticias y redes sociales, provisto de los Crocs que solo me atrevo a usar en un encierro de cuarentena y privilegiado como pocos en este difícil e inesperado momento que vive el mundo, quisiera señalar algunas cosas que me han llamado la atención por estos días.
Creo que la pandemia solo nos ha estampado en la cara, sin ninguna sutileza o las máscaras habituales, cosas que posiblemente en el recorrido de la casa al trabajo y del trabajo a la casa muchos no perciben o sencillamente se han negado a ver. Aún hoy, varios siguen mirando para otro lado a lo que se revela con mayor agudeza por estos días. Esta ha sido la historia de Colombia.
1. La desigualdad aterra
Sí, en pleno siglo XXI en Colombia hay gente que se puede morir de hambre. La realidad es tan frágil que un par de días sin posibilidad de trabajar ya pone en aprietos a un amplio sector de la población más vulnerable, esa que vive del rebusque o los trabajadores independientes, por no llamarlos eufemísticamente emprendedores de la economía naranja, o algo así. Tal vez varios hemos escuchado ya a personas que pasan por las calles gritando para pedir algo de comer. Incluso sin coronavirus esto nos muestra una pobreza aterradora.
Reynaldo Villalba, presidente del @Ccajar se une a la propuesta de Renta Básica para personas en situación de pobreza y desempleadas. El hambre va a sacar a la gente de sus casas a protestar y a buscar alimentos en centros de acopio. #YoConUnaRentaBásica ¡Primero la vida! pic.twitter.com/pCde32SQPD
— ColectivoDeAbogad@s (@Ccajar) April 23, 2020
2. Una élite que se pasa la ley por la faja
Sin coronavirus ya teníamos el popular «usted no sabe quién soy yo» y, ahora con pandemia, obviamente la situación no cambia mucho. Se denunció un matrimonio en el Country Club de Barranquilla al que, al parecer, asistieron más de 500 personas, con invitados de la tercera edad, niños y hasta asistentes de España, donde ya sabemos cuál fue el impacto del virus. El club desmintió la acusación, asegurando que solo fueron 427 asistentes…menos mal.
El alcalde de Popayán hizo un interesante periplo por Marruecos, con escala en España, para luego venir entusiasmado a Bogotá, Cali y, obviamente, Popayán a repartir sus mejores anécdotas y de paso el virus. Tal vez pensó que por ser alcalde estaba exento del contagio.
3. Un liderazgo invisible: como no se ejerce se tiene que enunciar
Como en prekinder, «el que lo dice lo es y nunca lo dejará de ser». El presidente tiene que salir cada tanto a recordarle al país que él es el presidente. No basta con la frase: «por órdenes del señor presidente…» que repite estratégicamente cada funcionario en declaración pública; al parecer, como el liderazgo es tan cuestionable, se enuncia mucho para convencer a algunos, y esto desde antes de la pandemia, que por cierto no es lo peor que le ha salido al presidente, óigase bien PRE SI DEN TE.
4. El Congreso de la República es como un gorgojo en un riel
Desde hace rato sabemos que esta gente de trabajo, no mucho. Y el coronavirus evidenció su poco afán por aportar algo en medio de una crisis tan complicada, excusas van, excusas vienen, y el país, que se joda. A la entrada del sagrado recinto debería estar tallada en mármol la frase «trabaja poco y gana mucho».
5. Muchas tierras del olvido
Desde antes del covid, se sabe hay regiones olvidadas y el video de la alcaldesa de Tumaco es muy elocuente al respecto. Tal es la situación, que lo más fácil parece ser prepararse para morir de una vez. Una tragedia.
https://www.youtube.com/watch?v=Fsep7LPFlyc&feature=emb_title
6. Precaria situación del sector de la salud
Que en la salud se sobreponga el negocio a la calidad del servicio nos afecta a todos y, por supuesto, quienes más lo saben y lo sufren son quienes trabajan en el sector. Desde antes del coronavirus la situación era difícil, ahora se espera que los médicos y demás profesionales le pongan la cara a la crisis sin condiciones mínimas, no muy distinto a como era antes del covid.
Mensaje para el Presidente @IvanDuque. ¡Nosotros juramos defender la vida pero jamás juramos arrojarnos al suicidio! NECESITAMOS #EquiposDeProtecciónYa pic.twitter.com/rqborum0Y1
— Camilo Prieto (@CamiloPrietoVal) April 12, 2020
No entiendo por qué estas fotografías de la protesta que hicieron los médicos en el Hospital de Kennedy el día de hoy, no son virales
Hagamos que todo el mundo las vea y los escuche! pic.twitter.com/vlQADeflCE
— David. (@DonIzquierdo_) April 14, 2020
7. Para muchas mujeres es más peligroso quedarse en su propia casa
La violencia de género no llegó con el coronavirus, y seguramente no se irá con él. La cuarentena solo ha agudizado para muchas mujeres, quienes son las principales víctimas, la situación de violencia doméstica que viven cotidianamente. El machismo seguramente es más difícil de erradicar que el covid-19.
Las mujeres están siendo tremendamente afectadas por el impacto social de la crisis de #coronavirus, que exacerba las desigualdades de género. Necesitamos una respuesta a la crisis que tenga en cuenta el género. #COVID19 pic.twitter.com/017a3F9xZR
— ONU Mujeres (@ONUMujeres) March 25, 2020
— Érika Zapata (@ericayasmin4) April 9, 2020
Eventualmente, en casos de conflicto, una opción que nunca está de más es una terapia de pareja con un profesional especializado.
8. Vecinos preocupados, poco ocupados y descerebrados
Ya en noviembre pasado, antes de la pandemia, vimos cómo el vecino preocupado fue capaz de armarse hasta con el pelapapas ante una dudosa cadena de Whatsapp, miedo generado desde los medios masivos y voceros del pánico, que mostraban cómo delincuentes podrían ingresar a nuestras viviendas aprovechando las protestas en varias ciudades. Ahora, también con el cuchillo entre los dientes, otros vecinos preocupados están dispuestos a ahuyentar al covid-19, como sea, incluso «alejando» a sus «posibles portadores»: los médicos. Quién sabe cuando ese vecino preocupado se enferme quién podrá atenderlo…
Lamentablemente hoy uno de nuestros voluntarios @udecaldas recibió esta carta en su casa. El talento humano en salud requiere condiciones dignas y merece ser respetado, más cuando cuando se trata de un voluntariado. @saluddecaldas @PoliciaMzales @CiudadManizales @MinSaludCol pic.twitter.com/LcATjJy8A9
— Valentín Arboleda Isaza (@Valentin_arbo) April 18, 2020
A una amiga y su familia (de médicos) la están amenazando en el conjunto residencial dónde viven en el norte de Bogotá. pic.twitter.com/GXNQbLuS3X
— Edna De la Hoz (@EdnaDeLaHoz) April 22, 2020
Señores @TiendasJumboCo que vergüenza ustedes negando la entrada a personal médico en Popayán. Que tristeza
Ojo @AlcaldiaPopayan @jclopezcastri @CaracolRadio @WRadioColombia @NoticiasCaracol pic.twitter.com/mwIMJoOgsW— Don Pelagato (@perroferal) April 11, 2020
9. La corrupción como bandera
En alguno de los corredores o encrucijadas del eterno laberinto de la burocracia que es Colombia, siempre es posible que se desaparezca como por arte de magia algún recurso. Al parecer, con las ayudas para atender esta emergencia las costumbres no han cambiado. Si algo de la ayuda logra llegar a quien más la necesita, en el camino se queda algo. La corrupción no nace con este virus, ni se acabará con él.
Corrupción, siempre corrupción.
Muy amena e interesante la columna sobre las 9 enseñanzas que nos deja el coronavirus y muy cierta.
Califica:
Estas nueve razones son la verdad de lo que ha mostrado el covid-19, parece que este país no es lo que muestran las estadísticas ni los ministros.
Califica:
La verdad como duele, y que vergüenza y pesar que sea verdad…
Califica:
Totalmente de acuerdo en todos los puntos, que vergüenza de gobierno, que falta de educación de tolerancia de todos nosotros los colombianos. Nos carcome la corrupción y la intolerancia. Duque es un títere y el Senado una manada de vagos, ladrones buenos para nada, son como las moscas, no se sabe para que existen!!!
Califica:
No solo la elite se pasa la ley por la faja, es un relajo total lo que se ve en muchas partes: vendedores informales de fruta, aguacates, escobas, bolsas se pasean sin control por zonas residenciales, al menos en Barranquilla. La autoridad? Supongo que en cuarentena. Y que hay de las fiestas de cuarentena que los han pillado, no todas son de gente de «elite». Los demas puntos, la mayoria son propios de paises subdesarrollados. Cierto tufillo populista de izquierda tiene el bloglero.
Califica:
Charlatán …buscar errores en cualquier parte serías el perfecto fracasado. Vete para Venezuela tu paraíso más cercano. Resentido e ignorante
Califica:
Eres un charlatán, según tus mentiras deformadas nada sirve….y el que no sirve eres TU. Si en todos los países busco errores los encuentro.
Ve al cielo…el más cercano a tu pensamiento es Venezuela…vete baboso arcaico
Califica:
De acuerdo, ahí estamos pintados.
Califica:
Ingenioso,interesante realista.
Califica:
Que buen escrito, me gusto que interesante
Califica:
Sumar la ineptitud e incapacidad de lideres mundiales como los de Italia, España y USA, que llevaron a la muerte de lo mas preciado, en los dos primeros, los mayores de 80 que reconstruyeron Europa
Califica: