Molén: ¡Hola! Esta semana recibimos correos solicitando que la Psicóloga Norma Lujan platique sobre el síndrome Alineación Parental.
Norma: ¡Hola! Gracias a los lectores que me han preguntado qué es el Síndrome de Alienación Parental en los niños de padres divorciados.
Se denomina síndrome de alienación parental (SAP), conocido internacionalmente por sus siglas en inglés, (PAS) al proceso destinado a romper el vínculo de los hijos con uno de sus progenitores.
El término fue propuesto por el doctor en Psiquiatría Richard A. Gardner en 1985, como consecuencia del estudio que realizó en casos de divorcios conflictivos o destructivos. Con posterioridad, se han sucedido varios estudios que han intentado comprobar la universalidad de los comportamientos descritos en diversos países donde existe el divorcio.
Se debe destacar, no obstante, que la existencia de este síndrome es algo cuestionada por los profesionales del área: de hecho, la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología, las dos instituciones más importantes del mundo en términos de salud y trastornos mentales, aún no reconocen su existencia. Pero se estima que lo harán en un tiempo próximo.
Características Básicas:
Habitualmente es un fenómeno desencadenado por uno de los progenitores respecto al otro; del mismo modo que no necesariamente se desencadena por divorcio o separación, también puede ser provocado por una persona distinta del custodio del menor (nueva pareja, abuelos, tíos, etc.) también se han observado casos dentro de parejas que mantienen su vínculo, aunque son menos frecuentes.
Gardner distingue tres grados de SAP: leve, moderado y agudo, aconsejando diversas formas de acción para cada uno de ellos y destacando la importancia de distinguir en qué caso se está actuando.
Es característico que los hijos estén involucrados en el proceso de deterioro, hecho que logra provocar el progenitor alienador mediante un mensaje y un programa constituyendo lo que normalmente se denomina «lavado de cerebro».
Los hijos que sufren este síndrome, desarrollan un odio patológico e injustificado hacia el progenitor alienado que tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo físico y psicológico de éstos.
Consecuentemente el síndrome afecta también a familiares del progenitor alienado como son: abuelos, tíos, primos, etc. Otras veces, sin llegar a sentir odio, el SAP provoca en el niño o la niña un deterioro de la imagen que tiene del parental alienado, resultando de mucho menos valor sentimental o social que la que cualquier niño tiene y necesita de sus progenitores: «el niño o la niña no se siente orgulloso de su padre o de su madre como los demás niños».
Esta forma más sutil, que se servirá de la omisión-negación de todo lo referente a la persona alienada, no producirá daños físicos en los menores, pero sí en su desarrollo psicológico a largo plazo, cuando en la edad adulta ejerzan su papel de progenitores.
El síndrome de alienación parental está considerado como una forma de maltrato infantil; sin embargo, esto es uno de los hechos entre las parejas divorciadas, en el dual el único afectado es el hijo o hija.
Molén: Gracias Norma, es muy triste que exista este síndrome y aún más cruel que los padres sigan fomentándolo. Los invito a que nos sigan en nuestras redes sociales y nos contacten por si tienen alguna duda o sugerencia.
Foto cortesía de Norma Lujan
Blog: www.normalujan.com
Twitter: @PsicologaLujan
Instagram: @mousi Twitter: @mousi Snapchat: molensita
Compartir post
Comentarios