Medellín: una razón para demostrarle al mundo, que Colombia puede estar mejor
Sicarios, prepagos, violentos, orgullosos, drogados,
ladrones y unas cuentas cosas más dirán colombianos y extranjeros de los
paísas, estigmas que dejaron marcadas a muchas generaciones como consecuencia
del engendro maligno de Pablo Escobar que sembró focos de violencia, el
sicariato e impuso las drogas como principal fuente de financiación ilegal, ese
que para muchos fue considerado un ángel y para otros la peor semilla que pudo
haber parido el país.
Una ciudad que ha sido golpeada por el narcotráfico, las
bandas criminales, la delincuencia común y la violencia en todo su esplendor a
lo largo y ancho de todas las comunas y sectores.
Desde que inició la alcaldía de Sergio Fajardo en el año
2004 la ciudadanía empezó a observar con otros ojos la educación, el espacio público
y la cultura ciudadana principalmente, como elementos esenciales de transformación
y cambio en la ciudad que han generado actualmente: un porcentaje alto de
cobertura educativa, un transporte público incluyente que evidencia aseo y conservación
a pesar de los años y una empresa organizada y respetada para la prestación del servicio
público domiciliario de aseo, entre otros elementos que hacen de Medellín la más
innovadora del mundo.
Actualmente, la ciudad atraviesa por una oleada de
violencia e inseguridad en las comunas populares 8 y 13 principalmente, y
persisten problemáticas en otros sectores como el cobro de vacunas, robos,
homicidios, fronteras invisibles, extorsiones, entre otras dificultades que
afectan el impacto de la ciudad.
Por su lado, Colombia presenta graves problemas en salud,
educación, seguridad, corrupción, infraestructura, espacio público, cultura
ciudadana, entre otros factores que son esenciales para la construcción de
país, pero estoy seguro que si muchas de las ciudades acogieran el
ejemplo de los aspectos positivos que hay en Medellín, el país estaría
bailando a otro ritmo y encaminado hacia una prosperidad incluyente frente a
todos los sectores sociales donde se forje una gran
Finalmente, el reconocimiento a la ciudadanía que ha
impregnado al país y el mundo calidad humana, cultura, esperanza, compromiso, persistencia
y seriedad en la toma de decisiones.
«Para alcanzar innovación no basta con acreditar premios,
sino buscar la formación de menos delincuentes a partir de la educación, la inclusión
y las oportunidades y no por medio de la construcción de cárceles, persecución
y sanciones más severas que van convirtiendo el sistema judicial en una ruleta
sin salida»
SÍGUEME EN TWITTER: @juanma_0423: CLIC AQUÍ
TODOS LOS ARTÍCULOS ANTERIORES: CLIC AQUÍ
Comentarios