En medio del júbilo nacional por las grandes gestas deportivas alrededor del mundo en competiciones de alto vuelo, como lo que viene haciendo el actual líder del Giro de Italia, Rigoberto Urán, nacido en Urrao, Antioquia, se pregunta uno si es justo merecer una clase política tan miserable y detestable como la que tiene Colombia, en donde todos luchan como gallos por el poder y se rinden ante el mejor postor sin importar sus seguidores políticos que en su momento le dieron un espaldarazo con el voto o con su presencia en diferentes marchas.
En época de elecciones donde todos los entes de poder del país, incluyendo no solo las ramas del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) sino también entes de control (Fiscalía y Procuraduría) y medios de comunicación influyen considerablemente en los electores, se requiere una ciudadanía proactiva que con su voto exprese su sentir y su criterio de lo que desea para Colombia.
Recuerde que absteniéndose permite que otros decidan quién va gobernar, y esos que votan en su mayoría pueden ser precisamente los que piensan con el estomago o los que no tienen la mas mínima razón para saber por quien votan o cuáles son las consecuencias de su voto porque para ellos es más importante un mercado, $20.000 pesos, la casita gratis, el subsidio o cuidar el terreno en el que viven para no ser desplazado por G o A, grupo armado subversivo o antisubversivo.
En muchas oportunidades en Colombia se ha votado contra otro candidato y no por verdaderos principios o propuestas políticas y ha sido precisamente la guerrilla la que indirectamente ha manipulado la intención de voto en las elecciones, y esta vez no resulta ser la excepción, y aunque muchos intenten polarizarnos en torno a la guerra o la paz, no voy a entrar en el juego de los que quieren autodenominarse los amigos de la paz o los enemigos del castrochavismo, dos fuerzas oscuras poderosas que cuentan con la corrupción y la politiquería como principales armas para seguir gobernando, porque no les ha bastado con 12 años en el poder y pretenden prometer lo que no han logrado hasta el momento.
Otros por su parte intentaron por todos los medios posibles llegar al poder sacrificando principios y vendiéndose ante el mejor postor sin importar que tan solo meses atrás la frustración se había apoderado de 3.500.000 personas que optaron por un candidato que les había hecho sentir que vale la pena luchar por este país y que su credencial de honestidad y transparencia en campaña era lo que precisamente había desembocado en un rotundo fracaso, y mientras esto se fue gestando, se vendieron hipócritamente ante la burocracia gubernamental y poco a poco lo que empezó como una ilusión terminó en fracaso.
Y como olvidar uno de los mayores atracos en la historia de Colombia, protagonizada por un partido político que siempre se ha autoconsiderado una real opción alternativa e independiente pero que poco ha hecho por este país, y que en su momento fue cómplice de lo que se gestaba al interior del Palacio de Liévano y que vino a actuar muy tarde después de las diferentes investigaciones que se llevaban a cabo contra el alcalde de turno.
Y ni que decir de cierto partido político que se ha vendido a la burocracia y politiquería en los últimos gobiernos y que cuenta entre sus fichas con senadores y reconocidos caciques políticos salpicados en escándalos de parapolítica y herederos de poderosos clanes regionales que llegan al congresos con intención de mantener el poder y con pocas intenciones de hacer algo por el país.
Yo voto en blanco porque soy consciente de que voy a ejercer el deber democrático que me corresponde como ciudadano en este país de la mejor manera, porque ningún candidato representa lo que quiero para el país y porque cada vez que me enfermo y voy a unas urgencias o a la EPS, cuando pago la matricula de la universidad, cuando voy caminando por la calle y me siento inseguro y con miedo, cuando utilizo el transporte público y soy víctima de los atropellos y pésimo servicio de éste, cuando viajo por carretera y los trancones interminables y la pésima malla vial son nota característica, cuando veo que los delincuentes hacen de las suyas y no reciben ninguna sanción ejemplar, cuando veo mujeres embarazadas menores de edad, cuando veo que muchas personas con grandes capacidades y aptitudes no encuentran trabajo, cuando observo que muchas personas viven en la calle y aguantan hambre, entre muchísimas otras razones para saber que este país todavía tiene muchos problemas que siguen sin ser resueltos por unos pocos, aunque con la complicidad de un pueblo pasivo e indiferente
…Pero cuando por otro lado veo que la Selección Colombia une todo un país y brinda grandes alegrías, cuando los escarabajos brillan en las grandes pruebas ciclísticas en el mundo y cuando muchos otros deportistas sacan la cara por este país, es cuando siento que: ¡Vale la pena seguir luchando por sentir y vivir en un mejor país!, y por eso mi compromiso ciudadano es con el voto en blanco el domingo y quizás el 15 de junio en segunda vuelta, porque si alguien quiere gobernar y veo que no es las persona indicada, no será con mi voto ni con mi conciencia….
Recomiendo leer los siguientes artículos relacionados con el voto en blanco:
http://blogs.eltiempo.com/diagnostico-global/2014/03/04/votoblancocolombia2014/
http://blogs.eltiempo.com/diagnostico-global/2013/11/21/yo-voto-en-blanco-porque-y-usted/
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