
Así es comer en un restaurante dirigido por Inteligencia Artificial
En Bogotá, donde la gastronomía es un arte en constante reinvención, un restaurante ha decidido ir más allá: Sapiens. No es solo un espacio para comer bien, sino un laboratorio de ideas donde la IA y la experiencia humana se entrelazan para desafiar nuestra manera de relacionarnos con el mundo a través del alimento.
Desde el momento en que uno cruza sus puertas, queda claro que esta no es una cena convencional. La experiencia es guiada por Adán, un maestro de ceremonias con el porte de un académico ilustrado que, entre reflexiones filosóficas y referencias históricas, nos lleva de la mano en un recorrido sensorial y conceptual.
Junto a él, Eva, una inteligencia artificial que dialoga y debate, nos recuerda que el conocimiento y la tecnología pueden ser aliados en la cocina tanto como en la vida.
Cuando la IA se convierte en chef
La cena se despliega en un viaje de dos horas a través de distintos tiempos y sabores que narran la evolución de la relación entre el ser humano y su entorno.
Desde opciones veganas hasta carnes rojas Angus, cada plato está pensado como una pieza de un discurso mayor que toca temas tan diversos como el impacto ambiental de nuestros desechos, el papel fundamental de las abejas en la biodiversidad y la fascinante evolución de las herramientas culinarias desde el Australopithecus hasta la actualidad.
Pero lo verdaderamente inédito es que uno de estos platos fue diseñado por una inteligencia artificial. Eva, con el rigor de un algoritmo que analiza sabores y armonías, creó una cola de langosta pensada específicamente para maridar con uno de los vinos orgánicos y veganos provenientes del Penedès. Un ejercicio de creatividad algorítmica que nos deja preguntándonos dónde está el límite entre lo humano y lo artificial en el arte de cocinar.
Humanos vs. máquinas
Más allá de la innovación tecnológica, Sapiens pone el foco en el capital humano. A pesar del protagonismo de la inteligencia artificial en la narrativa, la experiencia sigue estando en manos de chefs, meseros y sommeliers que ejecutan cada detalle con la precisión de un ritual.
Parte de la vajilla, por ejemplo, es un testimonio del compromiso del Grupo Seratta con la sostenibilidad: piezas elaboradas con plásticos reciclados rescatados del mar, que convierten cada bocado en una declaración de intenciones. Y en la parte dedicada a la importancia de las abejas, el caramelo de miel con sal de hormiga culona nos invita a reflexionar sobre el potencial de los insectos en la alimentación del futuro.
Una cena, una conversación y un debate
Sapiens no es un restaurante para quienes buscan simplemente una comida deliciosa. Es para aquellos que quieren que la gastronomía los provoque, los desafíe y los haga cuestionar. En un mundo obsesionado con los avances de la inteligencia artificial, esta experiencia nos recuerda que, al final, el placer de la mesa sigue estando en la convergencia entre el ingenio humano y la tecnología bien empleada.
Las reservas son limitadas y, como toda buena conversación, requieren de tiempo y atención. Comer en Sapiens no es solo una cena: es una invitación a repensar el futuro del alimento y, en el proceso, a nosotros mismos.
Qué propuesta tan fascinante. Sapiens suena como mucho más que un restaurante: es una experiencia inmersiva que mezcla arte, ciencia, filosofía y tecnología de una forma completamente original Space Waves
Califica: