Mi graffiti favorito (II)

Antes de decir otra cosa quisiera agradecer a mi amigo Daniel Galvis, por acompañarme y finalmente ayudarme a tomar la foto. Ustedes no me creerán, pero fue bastante difícil encontrar la puerta del negocio cerrada.

Primero fue la imagen y luego las reacciones de ustedes, señores lectores. Aunque ciertamente esperaba más comentarios que los usuales, que son ninguno, la verdad fue que superaron mis expectativas. No sólo por el número de personas que comentaron, sino por la calidad de los comentarios (de la mayoría de comentarios). Muchas gracias por no sacar de ningún lado a Uribe o a ‘los izquierdistas’ o a cualquier otro personaje que nada tenía que ver con nada.

Ahora (como escribí antes), ahora viene el texto.

¿Qué tienen de especial los graffitis, o grafitos o grafitis, como bien lo dijo el comentarista santiagovii y lo sostiene la Rae?

Al igual que los los que rayan las paredes de los buses o los baños, quienes hacen un graffiti lo hacen (por lo menos en la mayoría de los casos) para expresar algo tácito o de su propia invención, pero que tiene cierta dificultad o tabú que lo rodea. A diferencia de los caricaturistas, quienes hacen un graffiti permanecen por lo general en el anonimato y su realización se da casi siempre en un momento de emoción intensa o soledad.

Por lo tanto, pienso que un graffiti nos dice mucho acerca de la persona que lo escribió.

Como estoy seguro de que puedo equivocarme, intentaré pensar en más de una posibilidad. Ustedes me dirán si me faltó alguna.

• Posibilidad uno: Quien escribió el graffiti (de ahora en adelante ‘el personaje’) sabe escribir correctamente la palabra ‘educación’, pero por el afán en el momento de escribirlo equivocó el trazo. Apenas se dio cuenta de su error, y quizás sin pensar aún en lo irónico que resultaría el mensaje final, corrigió el error y se fue.

• Posibilidad dos: El personaje no sabía como escribir correctamente la palabra ‘educación’, y por lo tanto la escribió inicialmente con S. Luego,

– algún colega de manifestación, aerógrafo en mano, consideró inaceptable dejar escrito un error por el estilo y lo corrigió, minutos después de que el personaje había terminado.
– los dueños del negocio corrigieron el graffiti al día siguiente, al verlo tan flamantemente expuesto en su puerta. 

– el graffiti fue corregido durante una manifestación o movilización posterior.

• Posibilidad tres: Inicialmente el graffiti estaba bien escrito, pero alguien pensó que existía un error y marcó la S sobre la C.

• Posibilidad cuatro: El graffiti estaba bien escrito, y a algún curioso le pareció interesante cambiar la letra, pensando en el efecto que produciría el resultado final.
  

¿Es posible concluir algo? Quizás el personaje pensaba que era necesario mejorar el estado de la educación pública, y escribió su mensaje en plena calle porque cree que los altos mandatarios no lo escucharán de otra forma. O quizás la educación pública está mal en realidad y precisamente por eso la palabra estaba mal escrita. ¿Quién sabe?  Personalmente, no puedo pensar ahora en algún motivo que justifique una acción por el estilo, quiero decir, la de dañar propiedad ajena con el fin de hacer público un mensaje. Por ahora, únicamente puedo decir que he pensado varias cosas desde que vi el graffiti (escrito como está escrito), y me pareció interesante compartirlo con ustedes.

Sólo quien lo escribió sabe si me equivoco. Y si estoy equivocado, espero no haberlo ofendido.

dancastell89@gmail.com

PD 1: Escribí todo el tiempo graffiti y no grafiti porque me parece más correcto remitirme a la palabra original (que viene del inglés y se escribe graffiti) que recurrir al término grafiti – del cual entre otras cosas, pienso que se ve feo.
Aun así, tanta cursiva ya me está aburriendo.

PD 2: Aunque no era la idea, varios comentaristas aportaron algunos de los graffitis más interesantes que encontraron o recordaban. Si quieren y se sienten con ganas, pueden seguir añadiendo comentarios en la entrada anterior o en esta y quizás sea posible hacer después una pequeña recopilación.