Mi visión como gerente: así se dirige una embajada
Dirigir la Embajada Británica en Colombia es, en muchos aspectos, como dirigir una empresa mediana. Tenemos un plan de negocios –enfocado en promover los intereses británicos y trabajar con el gobierno colombiano y otros actores clave de este país para crear impacto, por ejemplo, en la paz, la mitigación de la pobreza, el medio ambiente y la excelencia científica–. Empleamos personal, manejamos un presupuesto y hacemos inversiones para lograr estos objetivos.
Obviamente, también hay diferencias con las empresas: no vendemos nada, no buscamos utilidades -aunque debemos equilibrar nuestro presupuesto- y tenemos un estatus bastante especial, diplomático.
Como todas las empresas exitosas, tenemos que construir una cultura corporativa de apoyo. Sin eso no hay compromiso, ningún propósito común y, probablemente, no mucho éxito. Como “filial” del gobierno británico, esta embajada importa gran parte de nuestra cultura desde la sede central, pero al trabajar en Colombia con un equipo cuyo 75 % es colombiano, también absorbemos la cultura local.
Y fusionar culturas es algo complejo. Los colegas británicos y colombianos piensan diferente, tienen puntos de referencia históricos y culturales diferentes, saludan de manera diferente, ¡incluso tienen una relación diferente con el tiempo! ¿Cuánto de cada uno se debe respetar? o ¿cuánto tiene que ceder cada uno para poder convivir con el otro?
Pero las diferencias no son solo de nacionalidades. Hombres y mujeres conforman nuestra nómina de manera balanceada y nos enorgullecemos de tener una aproximación abierta hacia la diversidad. Además, los equipos de la embajada trabajan para 10 departamentos diferentes del gobierno británico -no sólo para nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores- y tenemos profesionales y técnicos en disciplinas como la economía, la contaduría, el derecho, la ciencia política, la comunicación, la seguridad, la ingeniería, el mantenimiento de propiedades, entre otras.
Entonces, ¿cómo construir esta cultura común británica, colombiana, profesional, técnica y diversa? Una gran parte de esto es un proceso participativo de escribir, compartir e implementar nuestro plan de negocios para que todos se apropien de él y comprendan de qué manera están contribuyendo.
Como cualquier empresa que se precie, manejamos una imagen corporativa externa con logos y eslogan, pero también hemos invertido mucho en comunicación interna: tenemos un conjunto de valores que definen quiénes somos y cómo esperamos interactuar como colegas; nos reunimos regularmente para compartir noticias, éxitos o lecciones aprendidas y las promovemos entre todas las secciones. También podemos ser directos cuando debemos serlo: ¡No toleramos el bullying ni la intimidación ni el acoso!
Igualmente, juntos nos estamos encaminando hacia la sostenibilidad con programas de manejo de residuos y de disminución del plástico, que van desde el uso de vasos de cerámica para el café hasta la producción de material de promoción biodegradable.
Recientemente, redefinimos los espacios de nuestras oficinas en Bogotá. Hubo mucho ruido, polvo y hacinamiento, ya que los muros fueron derrumbados. Ahora que la remodelación ha terminado, la mayoría del personal -incluyéndome- se ha mudado a un nuevo espacio de plano abierto. Es luminoso, espacioso y aireado. Los escritorios son modestos, pero hay salas de reuniones y zonas de descanso marcadas por plantas. También dedicamos un salón de lactancia materna. Los pocos muros restantes han sido decorados con colores energéticos y uno lleva un diseño de Ledania, la muralista colombiana.
Así, hemos ganado un espacio muy necesario, pues la embajada está creciendo a medida que ampliamos nuestros programas de colaboración con Colombia. Hemos creado nuevas oportunidades de trabajo entre equipos, que nos ayudan a todos a reconocer un propósito común y a ser más eficientes.
Aunque, por supuesto, hay riesgos. Si el personal no puede concentrarse porque alguien está hablando demasiado alto, o el olor del almuerzo de otra persona es demasiado fuerte, entonces el plano abierto no va a funcionar. Por eso, estamos trabajando en la etiqueta de este plano.
Pero la gran victoria es que ahora podemos ver que todos somos parte del mismo equipo, trabajando juntos, en el mismo lugar, para lograr objetivos comunes. Y si ustedes están dirigiendo una embajada o una empresa, esa es la clave del éxito.
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