26S: El gobierno del diálogo no escucha la marcha pacífica

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Llama la atención que el presidente y todos sus más cercanos colaboradores dentro y fuera del gobierno hayan dado tanta importancia y puesto tantos oídos a las quejas nacionales sobre el despilfarro de recursos en Casa de Nariño, un poco menos sobre el maltrato animal de la adquisición de artículos de plumas de animales que torturan para sacárselas, en campañas adelantadas básicamente por las redes; mientras, de manera tozuda se niegan a ver y oír los mensajes enviados de manera pacífica en las calles y principales plazas de la geografía nacional, además de las mismas redes que lo anterior.

Somos un gobierno de dialogo

Se quedó en una frase retorica más sin ningún significado real, ya que cualquier queja que no les guste la acallan, con la respuesta de que es de la oposición que perdió. No importa que en cientos de blogs, incluyendo mi blog anterior, y mensajes se haya demostrado que el 26S la oposición no se manifestó. Las marchas en varias ciudades la hicieron sin ninguna duda los ciudadanos del común, preocupados por su futuro; comerciantes como tenderos, que se calculan alrededor de 250.000 los que pueden llegar a cerrar, los que si entienden que cualquier alza a la gasolina afecta el bolsillo de todos, incluso de los más enconados defensores de las medidas, con el único argumento que las van a hacer porque ganaron en las urnas.

Sobre ese tema, le agregan también que son promesas de campaña, que hay que cumplir, mientras en el de austeridad si no se ve su cumplimiento, como muchas otras cosas. La prueba son las marchas multitudinarias pocos días después de las elecciones y posesión. Si quienes votaron por este gobierno salieron a las calles, es porque las reformas no reflejan lo que habían prometido en campaña, si en toda esa gente no habían seguidores del nuevo gobierno, dejaría en duda de donde salieron tantos votos para ganar las elecciones. No hay términos medios, las reformas no tienen asidero en el respaldo popular, que con la manifestación pacífica demostró que esas reformas no representan ni las promesas de campaña, ni lo que los ciudadanos esperan de este gobierno, así como la ausencia de austeridad, muestran claramente que el problema no es por falta de recursos.

Hablando de manifestaciones pacíficas, los mensajes son aun más graves, mientras continúan los asaltos y actos violentos en todo el país y el gobierno insiste en dialogar con los violentos, los ciudadanos con una sentida y auténtica preocupación patriota, por su economía y su democracia, salen a las calles juiciosos, ordenados, con mensajes claros de la forma más pacifica que se haya visto en la historia de Colomnbia y el gobierno del dialogo no hace una demostración de haberlos escuchado, de haber entendido el mensaje, de tratar al menos de corregir el pésimo error y el pésimo camino en que quiere meter a todo el país, para beneficio de unos muy pocos, lo que es completamente contrario a lo que promulgó en campaña.

El daño que se ocasiona por el aumento innecesario del costo de la vida a todos los colombianos lo pagan y sufren especialmente los más pobres. Y esa hambre y hasta muerte no es lo único, es que la economía va en una buena tendencia para producir un recaudo mucho mayor de lo que el gobierno tenia previsto en campaña, sin aplicar un solo impuesto, a lo que se le agregarían las regalías y las ganancias por el petróleo, PERO! esto se podría ver afectado adversamente por nuevos impuestos contemplados en la Reforma tributaria, lo que podría llevar a la final a recaudar lo mismo o incluso menos, si se desincentiva a los productores de recaudo, que lo producirían con los impuestos vigentes hoy. De manera que se haría daño por puro deporte, porque podría no recogerse más de lo actual y el peor escenario, puede llegar a hacer que se castigue más y se recoja menos, y aun peor, sin ninguna necesidad por las cifras explicadas por todos los economistas en estos días.

Muchos lo han dicho: el daño a la economía puede ser irreparable, los más conciliadores hablan de que el daño puede ser de muy difícil reparación, a eso nos van a someter con esta Reforma Tributaria, a una acción de muy gran riesgo con muy pocas ganancias o incluso perdidas, sin nada que muestre que realmente se necesite. Un caro capricho de querer hacer su reforma Tributaria, porque tienen el poder para hacerlo, sin importar el efecto en los colombianos como contribuyentes individuales, grupales, comerciales, industriales o cualquiera que sea la condición.

Preocupa, que los oídos sordos no son solo los del pacto, también de manera aun mas tozuda los partidos que se les anexaron. Muchos en contra de sus propios electores, esto es igual o aún más grave. Los congresistas de esos partidos ya les quedaron mal, alineándose con el gobierno a pesar de lo expuesto y vitoreado por cada partido en campaña para convencer a sus seguidores, pero participar de manera ciega, sin reparos, sin defensa de los ciudadanos que van a sufrir las consecuencias, será imperdonable, esta irresponsabilidad la van a pagar y se va a empezar a sentir desde las elecciones regionales.

¿A quienes se deben los congresistas, a sus electores que confiaron en ellos con su voto, o a la coalición formada después de elecciones?

Indudablemente van a pagar las consecuencias, si sus directivas no le hacen caso a sus seguidores ¿Porqué estos van a respaldar a sus candidatos? ¿para que esos acuerdos vayan a causar a las regiones el daño que no les importa causar con las reformas anunciadas a nivel nacional?

La actual coyuntura del despilfarro mencionado trajo a colación una celebre frase conocida entre los economistas, con miras a la inoportuna y perjudicial Reforma tributaria:

“El arte de los impuestos consiste en desplumar al ganso de forma tal que se obtenga la mayor cantidad de plumas con el menor ruido.” Jean Baptiste Colbert

En este caso ha sido tan innecesaria esta reforma tributaria y tan predecible el daño que causaría, que el ruido ha sido demasiado, el arte no ha sido su fuerte, todos los colombianos están viendo como los despluman desde antes de la reforma, están “graznando” por adelantado y lo harán durante todo el proceso. Afortunadamente, hasta ahora de manera pacífica, entre otras porque, aunque ya se sienten los efectos en la inflación del anuncio y primera alza de gasolina, no son tan graves como de aprobarse la Reforma Tributaria. Para el 29 de octubre están planeadas otras marchas y al escribir este blog ya había un planton anunciado frente al Congreso en contra de que pase el primer debate sin ninguna discusión, como llaman popularmente a pupitrazo.

El mismo afán por pasarla en esta forma crea mas dudas sobre la necesidad y las razones de cada clausula incluida, no habiendo ningún afán para un proyecto que igual se inicia a aplicar en 2023, mayor desconfianza crea, se ve la inseguridad en el soporte conceptual de este peligroso proyecto. El documento que se presentó hace dos meses, que algunos dicen que llevan ese tiempo mostrándolo, pero no es el punto, se supone que se reunían, discutían y había aportes de todos, que deben modificar y deben mostrar ahora como quedó el documento luego de las reuniones y “acuerdos” que se alcanzaron, después de grandes descontentos de muchos gremios, grupos y ciudadanos. Si es el mismo documento de hace dos meses, quiere decir que esas reuniones no sirvieron para nada y que la única salida posible es archivar el proyecto.

Mientras todo esto sucede, el país enfrenta la peor inflación de los últimos 23 años, llegando al 11.4%, el fantasma del doble digito venezolano en la economía colombiana, con una proyecció al 14% así como vamos, pero sin incluir la subida exponencial de aprobar la Reforma Tributaria y el dólar tocó nuevamente el máximo histórico, mostrando que las finanzas del país no están bien conducidas y que si no se sabe que hacer para solucionar esta coyuntura ¿Por qué confiar en que su propuesta de reforma tributaria también de doble digito, sea necesaria y vayan a saber aprovecharla? por lo menos para beneficio del país. Por otro lado muchos, que si han demostrado que saben, están de acuerdo que no es el camino, es que sin ser el más experto cualquiera puede deducir que la inflación con toda seguridad aumentará, la devaluación también se verá afectada, el costo de vida se está volviendo insostenible para muchas familias, mientras la austeridad brilla por su ausencia.

El prestar atención a las marchas pacificas es fundamental y debería ser prioridad y ejemplo de conciliación de un gobierno que se autodenomina un gobierno del dialogo y de la paz total, sin dialogo, sin comprensión de los mensajes que se le envían y yendo en contravía de todo lo que los colombianos esperan es muy difícil lograr esa paz total, en espera que no sea tan retorico lo del gobierno del dialogo.