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Los veteranos de Colombia exigen la inmediata liberación de Juan Camilo, Angie Rocío y Ghislaine.

No podía empezar este blog sin la mención del clamor de los veteranos por la liberación de los sujetos de derecho de mayor protección por la Constitución de Colombia: los menores, y entre ellos un menor con condiciones especiales, cuya vulnerabilidad demanda aún mayor protección, acompañados por una madre cabeza de familia, cuya liberación es necesaria para darles el cuidado mínimo que requieren. Es un hecho que nunca debió suceder, de única responsabilidad de quienes cometieron el acto, que debe ser revertido con las máximas garantías para las víctimas.

Esta entrega del blog se trata de los veteranos y su papel en la sociedad, en especial en nuestro país, donde tienen condiciones que se diferencian de sus pares en el mundo, en especial los que nos sirven de referentes, ya que nosotros somos de los pocos que hemos vivido más de 50 años de una confrontación interna, en la que quienes son veteranos actualmente vivieron toda su carrera, manteniendo la defensa de las instituciones y la misma integridad nacional, que ha permitido que todavía seamos una democracia, increíblemente la más antigua de América, en gran parte gracias a quienes hoy son veteranos.

Los veteranos de hoy estuvieron en los últimos 50 o más años en nuestras Fuerzas Armadas, volcando su vocación de servicio y arriesgando su vida, algunos dando parte de su integridad física y perdiendo compañeros en escenarios de batalla, debiendo regresar a casa a visitar a su familia a decirles que ya no nos acompañaran más. Los veteranos son personas que mientras estaban activos, su servicio lo prestaron a toda hora del día o noche, en un pelotón o batallón en cualquier rincón del país; en un buque en cualquier condición de mar, defendiendo la soberanía en nuestros mares y ríos; en un patrullaje aéreo u operación en apoyo de personal en tierra y mar; o, en las calles y campos protegiendo directamente una comunidad y a cada ciudadano. Toda estas actividades, sacrificios, dedicación y responsabilidad los hace ser una parte especial de la sociedad, con leyes específicas que los protegen y que la misma sociedad tiene la responsabilidad y compromiso de mantener tan especiales como fue su servicio, como parte de un contrato social acordado desde que ingresaron a las filas.

Una vez estos miembros de la Fuerza Publica se retiran, dejan el uniforme y pasan a recobrar derechos ciudadanos, que extrañamente en la democracia más antigua del continente les quitan al ingresar a las mismas, como el derecho al voto, pero también entran en un cambio total de vida. Quienes dedicaron los últimos 20, 30 o más años de su vida a llevar las armas legitimas de la república, pasan a ser ciudadanos del común de esa sociedad que tanto defendieron. Esa vocación de servicio de todos y la necesidad de seguir siendo útiles y ejemplo a esa sociedad, los convierten en un Faro Moral de la misma, manteniendo un catalejo dirigido a todas las actividades de esa Fuerza Publica a la que pertenecieron y que,  a su retiro, pasaron a dirigir quienes fueron sus alumnos y subalternos.

Cuando entraron al servicio a la Fuerza Publica, en posición de firmes ante la bandera, juraron servir a la patria, a su bandera y a sus instituciones. Luego, al retirarse, no es fácil quitarse esa responsabilidad y preocupación. Muchos de los veteranos que se retiran, con la más diversa preparación profesional, tecnológica o laboral cada uno, están todo el tiempo analizando el diario devenir de esa sociedad, siempre con ojo crítico, orgullosos cuando sus sucesores en filas hacen las cosas bien, ya que no hay maestro más orgulloso que quien se ve superado por su alumno, pero también con un poco de culpa cuando ve que uno de ellos falla y no toma las decisiones y acciones adecuadas, pensando en que se falló al educarlos o entrenarlos, encontrando muchas veces el canal de comunicación para hacerlo saber con respeto y afecto.

Pero también, siendo ya ciudadanos, analizan todos los campos del poder, durante su vida de servicio, se vieron en muchas situaciones, estudiaron asuntos propios de la carrera, pero también profesiones, en ese momento complementarias, que al retiro se convierten en casi que las principales para ser útiles a la sociedad, pero también que les da la capacidad para analizar la situación económica, política y social de esa patria que no deja de ser suya en el momento del retiro. Y este análisis se hace con un sexto sentido que se desarrolla que es el del análisis de riesgo, de ver lo que está sucediendo y eso que repercusiones puede tener en el futuro de la sociedad a la cual pertenecen, con su familia, sus amigos y sus conciudadanos.

Inconsciente o conscientemente establece unas prioridades en esa preocupación que unidas al instinto de supervivencia, detecta las amenazas que se ciernen sobre el país, iniciando sobre sus más preciadas instituciones, pilares de la misma, con el sentimiento de que deben seguir desde su nueva condición defendiendo esa democracia que juraron proteger, independiente de quienes la dirijan, ya que en sus múltiples cuatrienios vividos en el servicio, pasaron por ahí los más diversos mandatarios con sus virtudes y defectos, a todos se les respetó, asesorándolos y en algunas ocasiones exigiéndoles que las individualidades no podían estar por encima de la institucionalidad y el futuro de nuestro país y el pueblo que los eligió.

En el análisis de esos riesgos, se han prendido muchas alarmas en estos últimos años, llevando a cada vez más pronunciamientos públicos de los veteranos, que algunas instancias de la vida nacional, a conveniencia, juzgan de manera diferente y algunos piensan que buscan solamente su beneficio como gremio, cuando a todas luces son de puro interés nacional sobre situaciones que los afectan, claro está como a cualquier otro ciudadano, ya que el ser veterano, es una experiencia que llevan pero que, no cambia su condición de ciudadanos y de recibir los efectos de cualquier medida que incida en la vida de todos los habitantes del país.

Por este motivo, por primera vez en la historia, el pasado 10 de mayo los veteranos participaron en manifestaciones multitudinarias propias, en especial la de la Plaza de Bolívar, para enviar pacificamente mensajes sobre las alarmas que vivimos hoy como sociedad y nuestro futuro, en el que acciones y proyectos de reformas diferentes a lo que se ha acostumbrado, aparecen en el horizonte político, económico y social, que el claro entender los llevó a salir a la calle, que no es patrimonio de ningún grupo político, a mostrarle a la sociedad que son parte integral de ella, que están enterados de lo que está pasando y que exigen que esa vida democrática de nuestro país debe continuar con las mejores condiciones para sus ciudadanos.

Una de esas alertas es sobre la seguridad, de la cual tienen incontables expertos e innumerables compañeros en toda la geografía nacional desde donde las noticias que se reciben cada vez son más inquietantes, en especial cuando entre los veteranos se encuentran  quienes ganaron la guerra, así algunos políticos se quieran adueñar de ese logro, fueron los hoy veteranos quienes lograron con sudor y sangre que en las mesas se llevaran a cabo los diálogos de paz, eso si los resultados de los acuerdos si pueden reclamarlos quienes los condujeron y firmaron.

La marcha del 10 de mayo pasó y fue un hito de democracia en Colombia, sin embargo la costumbre de oir sus mensajes en el contexto correcto no se tiene en el país y mucho menos de recibir esos mensajes como sanas recomendaciones para actuar en consecuencia, de manera que se viene otra manifestación para el 19 de julio, otra vez de la manera más respetuosa e institucional, nuevamente enfrente del Congreso de la Republica, el poder que legisla en representación de sus electores, desde sus ventanas y detrás de sus columnas agazapados vieron la pasada y verán la próxima y se espera que legislen en consecuencia, independiente de la vocación política que tenga el país, como lo dije en mi blog anterior cualquier efecto que se produzca sobre la sociedad por un acto legislativo es su entera responsabilidad y los mensajes les estarán llegando de primera mano.

Los veteranos, entonces, siguen siendo parte intrínseca de la sociedad, un actor cada vez más activo y siempre defensores de la patria y de sus instituciones, así se lo ha reconocido esa democracia, con actos legislativos como la ley 1979 de 2019, que creó el Consejo de Veteranos como órgano interlocutor entre los retirados de la Fuerza Publica y el gobierno de turno, un órgano apolítico de carácter institucional, que acaba de elegir por segunda vez sus miembros, que van a consolidar el papel de este cuerpo colegiado que ordenó la ley y que se va a sentar a hablar con gran parte del gobierno a través de la mesa intersectorial para ver que los veteranos les sean garantizados sus derechos adquiridos, a través de años de condiciones especiales de trabajo en defensa la sociedad.

El reconocimiento a los veteranos, a su experiencia, a su sacrificio y a su continua preocupación por el bienestar de nuestro país y cada uno de sus habitantes y nuestro compromiso como sociedad a mantener sus garantías como régimen especial, como ejemplo de país organizado, serio y justo, que invita a sus ciudadanos a servir bajo las filas de cualquiera de las cuatro fuerzas, para protección del país e individual de sus ciudadanos.

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PERFIL
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Ingeniero Naval Electrónico, Master of Science en Planeamiento y Gerencia de Recursos Internacionales de una universidad en Estados Unidos y Magister en Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana de Bogotá, más de 15 años en cargos directivos en organización sin animo de lucro y 10 en la empresa privada, incluyendo emprendimiento en la creación de dos empresas de tecnología. Profesor, exDecano, ex Director de Educación a nivel nacional, Ex-Vicerector y Ex-Rector de Entidad de Educación Superior, Ex-Consejero del CSSFP, Consejero del Consejo de Veteranos

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@gastromimix El pasado martes, 20 de mayo de 2014, tuve el(...)

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Comienzo por lo que me trajo aquí:



Me encantan, estos avances. Me encantan.

The interpreter (para nosotros, La intérprete, y como cosa rara, el título en español significa lo mismo que en el idioma original) es un filme dirigido por el estadounidense Sydney Pollack, estrenado en cines en dos mil cinco. El guión condujo a Pollack a grabar en las propias instalaciones de la ONU (localizadas en territorio internacional dentro de Nueva York), una historia con tintes políticos que recuerdan la situación más o menos reciente del actual presidente de Zimbabwe.

Estaba viendo hace unas horas cierta película francesa realizada exclusivamente para televisión hace unos años, no muy conocida por cierto, y me asaltó una duda que tenía desde hace un tiempo y que se avivó luego de ver La intérprete. La duda es la siguiente:

Lo más seguro es que todos conozcamos el aviso que aparece, usualmente escondido al final de los créditos de algunas películas, que dice lo siguiente, palabras más, palabras menos: "Los hechos relatados en esta película son puramente ficticios y no deben relacionarse con eventos pasados, actuales o futuros. (...) Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia."
Yo me pregunto: luego de ver una película que parece un documental acerca de una situación actual, ya sea ésta una realidad o no, ¿qué sentido tiene recurrir a este mensaje, si de cualquier manera los espectadores van a hacer la relación?

Es claro, hay que decir, que no todo el mundo tiene por qué captar estos parecidos. Pero los que sí los captan, lo comunican a los demás, y al final la película pasa a verse como lo que realmente es: una crítica por parte del realizador hacia una situación en particular. Punto. No importa qué tan imparcial se pretenda ser, haciendo uso del mencionado avisito.

En fin, no entiendo esta actitud, si de verdad algunos pretenden protegerse bajo dicho mensaje. Quisiera creer que lo colocan no porque no pretendan dar la cara luego de dar la opinión, sino porque es una especie de requisito, un asunto legal de obligatoria aparición al final de todos los créditos de todas las películas de todos los géneros. Aunque al final, sólo quien tuvo la idea de escribir la historia como quedó escrita es quien sabe qué opinión tiene.

Él y sólo él.

-

Sobre la película, hay un dato lingüístico interesante; se creó un lenguaje nuevo (lo llamaron "Ku"), con sus propias palabras, conjugaciones, reglas... es decir, un lenguaje aparte, sostenible por sí solo, basado en lenguajes existentes en el sur de África, pero que "aunque sería reconocido por habitantes de la zona (...), los confundiría", debido a su estructura gramatical, leo por aquí. En todas partes encuentro que el creador de este lenguaje es Said el-Gheithy, director del Centre for African Language Learning en Londres. En general, no encuentro muchas críticas positivas para la película, pero a mí me gustó.

Me encanta leer la columna Contravía, escrita por Eduardo Escobar. Y la de hoy termina con una reflexión que encuentro parecida a cierto diálogo de La intérprete. Aquí va el diálogo, para terminar y dejar de ocupar su tiempo, estimado lector. Lo traduzco burdamente, pero espero que se mantenga la idea.

Silvia Broome: (...) Siempre que alguien pierde a un ser querido, quiere vengarse de alguien más, o de Dios, a falta de alguien. Pero en África, en Matobo, los Ku creen que la única manera de poner fin al dolor es salvando una vida. Si alguien es asesinado, luego de un año de duelo se realiza un ritual llamado "la fiesta del ahogado". Se hace una fiesta durante toda la noche, junto al río. Al amanecer, el asesino es montado en un bote. Se lleva al agua y se le tira allí, amarrado, para que no pueda nadar. Entonces la familia doliente debe tomar una decisión; pueden dejar que se ahogue, o pueden lanzarse a salvarlo. Los Ku creen que si la familia deja que el asesino se ahogue, se hará justicia, pero pasarán el resto de sus vidas de duelo. Pero si lo salvan, entonces admitirán que la vida no siempre es es justa, y a cambio ese acto los liberará del dolor.


dancastell89@gmail.com

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Su nuevo álbum Takk... ("Gracias..."), ha salido hace poco. A mí me parece una maravilla, mucho mejor que ( ), que no me ha gustado tanto (...). No sé que opináis, pero para mí, el hopelandic nunca ha funcionado, es demasiado pretencioso y un poco tonto. A lo mejor no fastidia tanto a extranjeros que quizás no oigan la diferencia entre islandés y hopelandic, pero a mí me fastidia tanto que casi no lo aguanto.


Esa es exactamente la idea.

Me encanta Sigur rós, no lo voy a negar. Por lo tanto, es difícil que yo diga que no me gusta alguna parte de su música. Pero sucede que yo casi nunca le pongo cuidado a la letra de la música que oigo, en caso de que esa letra exista. Lo que dice Gudmundur (el autor del blog) me parece concluyente; como no somos islandeses ni hablamos islandés, no nos hace diferencia alguna oír a alguien cantando cosas sin sentido, pues sin importar lo que diga parece estar cantando en un idioma desconocido.

Parece ser que no creamos barreras ante lo que se diga en otros idiomas, y puede llegar a sonar igual de bien un poema en ruso que una sarta de ofensas pronunciada en el mismo idioma (claro está - si comos completamente ignorantes ante este lenguaje). Sabemos que se trata de otro idioma, y (como en el caso del islandés) si no tenemos idea acerca de éste, más uniforme será la impresión que produzca lo que se diga.

Entonces, ¿por qué es molesto oír "hopelandic" siendo islandés? Supongo que Gudmundur no será el único que sienta lo mismo, aunque seguramente habrá quien disfrute más cualquier pista de ( ) que otra que lo siguiera o precediera, y en su mismo idioma. Esta es la clase de cosas que siento que no se puede llegar a conocer del todo; supongo que habría que nacer islandés para entender.


Si quieren oír más de Sigur rós, les recomiendo Svefn-g-englar, Flugufrelsarinn y Gobbledigook.

En ese orden.


dancastell89@gmail.com
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Quizás no conozcan a Sigur rós. Esta puede ser una buena introducción a ellos, según lo que yo creo. Lo que sigue se llama Inní mér syngur vitleysingur, lo que significa algo así como "junto a mí canta un loco":




Sigur rós es una banda islandesa que existe desde hace casi catorce años (desde 1994). Los oí por primera vez en el cine, pues se utilizó su música en el trailer de la película Children of men (2006) - lo que suena es Hoppípolla ("saltando charcos"). Luego de eso me he enterado de lo reticentes que son sus integrantes a comercializar su producción, y he desarrollado un gusto inmenso por su trabajo. También tengo una afición irracional por Islandia, y no sé muy bien por qué.

Pero eso es otro asunto; vamos al grano.

Esta es la dirección de ojos de mosca, un blog sobre música islandesa escrito en castellano por un islandés. Hace un tiempo leía allí mismo una pequeña reseña que hacía el autor acerca de Takk..., el tercer álbum de estudio de Sigur rós. Y me pareció muy interesante la opinión que presenta la entrada. A ver si esta vez sí me puedo explicar.

El segundo álbum de Sigur rós se llama ( ). Sí, así se llama. Le debe su nombre tanto al hecho de que ninguno de los cortes que lo componen posee título (las ocho pistas se llaman Untitled 1, Untitled 2 y así sucesivamente - aunque luego del lanzamiento del álbum, los seguidores del grupo contribuyeron a nombrar las pistas una a una) como a una particularidad característica de Jónsi, el cantante; quisiera que trataran de descubrirla ustedes primero. Para eso, otro video; lo que sigue se llama Untitled 4, o Njósnavélin (la máquina espía):




¿Lo notaron?

Yo tuve que leerlo para caer en cuenta; no sólo usan un arco de chelo para tocar la guitarra eléctrica (lo que produce ese sonido tan intenso de vez en cuando), sino que Jónsi no canta en un idioma en particular. Lo que dice no está dicho en islandés; ninguna de las canciones que componen el disco lo está. Han llegado a llamarlo un lenguaje aparte (que no lo es): "vonlenska", o "hopelandic". Y esa es sólo una de las interesantes particularidades de este grupo.

Vuelvo al blog del islandés. Luego de tener un poco de idea acerca del grupo, transcribo (con estilo corregido, porque el hombre escribe ligeramente mal el español) su opinión sobre el disco que siguió a ( ):

Su nuevo álbum Takk... ("Gracias..."), ha salido hace poco. A mí me parece una maravilla, mucho mejor que ( ), que no me ha gustado tanto (...). No sé que opináis, pero para mí, el hopelandic nunca ha funcionado, es demasiado pretencioso y un poco tonto. A lo mejor no fastidia tanto a extranjeros que quizás no oigan la diferencia entre islandés y hopelandic, pero a mí me fastidia tanto que casi no lo aguanto.


Esa es exactamente la idea.

Me encanta Sigur rós, no lo voy a negar. Por lo tanto, es difícil que yo diga que no me gusta alguna parte de su música. Pero sucede que yo casi nunca le pongo cuidado a la letra de la música que oigo, en caso de que esa letra exista. Lo que dice Gudmundur (el autor del blog) me parece concluyente; como no somos islandeses ni hablamos islandés, no nos hace diferencia alguna oír a alguien cantando cosas sin sentido, pues sin importar lo que diga parece estar cantando en un idioma desconocido.

Parece ser que no creamos barreras ante lo que se diga en otros idiomas, y puede llegar a sonar igual de bien un poema en ruso que una sarta de ofensas pronunciada en el mismo idioma (claro está - si comos completamente ignorantes ante este lenguaje). Sabemos que se trata de otro idioma, y (como en el caso del islandés) si no tenemos idea acerca de éste, más uniforme será la impresión que produzca lo que se diga.

Entonces, ¿por qué es molesto oír "hopelandic" siendo islandés? Supongo que Gudmundur no será el único que sienta lo mismo, aunque seguramente habrá quien disfrute más cualquier pista de ( ) que otra que lo siguiera o precediera, y en su mismo idioma. Esta es la clase de cosas que siento que no se puede llegar a conocer del todo; supongo que habría que nacer islandés para entender.


Si quieren oír más de Sigur rós, les recomiendo Svefn-g-englar, Flugufrelsarinn y Gobbledigook.

En ese orden.


dancastell89@gmail.com

1 Comentarios
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  1. Acaban de dar la noticia de la liberación de la sargento Ghislaine Karina Ramírez y sus dos hijos de seis y ocho años. Noticia que se conoce después de la publicación de este blog. Nos llena de alegría y les deseo un sano regreso a casa, o a terminar su viaje a su nueva unidad de destino, donde va a prestar su servicio.

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