“Me están pidiendo que llene el hueco fiscal. Lo haré, por supuesto. Quiero decir, me esforzaré para que los colombianos sean quienes lo llenen con su trabajo. Evitaré así lo que ustedes tanto temen: que el zancudo nacional caiga en la locura por culpa del Gobierno”.
Así habló el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, durante una reunión con ciudadanos que denunciaban el deterioro creciente que el hoyo fiscal estaba causando en la salud mental del zancudo tolimense.
“Hay que obrar eficazmente. Nuestros zancudos no soportan por más tiempo el olvido del Estado, y ya decidieron que si usted, Ministro, no les ofrece una solución pronta, ellos abandonarán la locura y entrarán al bando no menos nefasto de la anemia aguda”, reclamó uno de los ciudadanos.
“Así es, Ministro. Y sepa que, por el llenado de la tronera fiscal y el fin de la extinción de nuestros zancudos, haremos todos los sacrificios que haya que hacer. Por ejemplo, el de llegar a la cumbre de la pobreza absoluta mediante el aumento del IVA”, agregó otro ciudadano.
Carrasquilla agradeció el ofrecimiento y comentó que un sacrificio como el que proponían venía al caso. “Porque no existe en el mundo un hueco fiscal que acepte que se le tape con otra cosa que no sea el IVA”, argumentó el funcionario.
Y luego sentenció con su ingenio habitual: “El presidente Duque prefiere mil veces el empobrecimiento de un ciudadano por IVA, a la muerte de un zancudo por anemia”.
“Siendo usted uno de esos economistas que ponen el IVA donde ponen el ojo, díganos, ¿en dónde pondrá el ojo esta vez?”, preguntó otro ciudadano.
Tras un silencio breve, el Ministro contestó que en un servicio muy placentero.
Y luego continuó diciendo:
“Es este un servicio por el cual los usuarios pagarían al Estado un IVA del 50%, y hasta le encimarían una propina del 30%, o más”.
“Un servicio cuya capacidad de dar satisfacción plena a sus usuarios está sólidamente garantizada en todo el territorio nacional por el gobierno del presidente Duque.
Y cuando le preguntaron qué servicio era aquel, el Ministro respondió:
“El del polvito. El servicio del polvito nuestro de cada día”.
Los zancudos tolimenses renunciaron a la anemia tras el anuncio de Carrasquilla. En cambio, y a modo de protesta contra el IVA al polvito, los espermatozoides decretaron la inmovilización general y permanente.
Hay que celebrar el incumplimiento de esta orden, y agradecer que, toda vez que a los espermatozoides se les ha invitado a ir de viaje, ninguno de ellos se ha negado a salir…Y menos a salir corriendo.
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