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Barranquilla sigue siendo, a pesar de sus 211 años recién cumplidos, una de las ciudades más jóvenes del país. Una que en su mes conmemorativo tiene motivos reales para celebrar. El más reciente, ser reconocida según el prestigioso ranking de la revista internacional FDI Intelligence, afiliada al Financial Times, como una de las 100 ciudades con el crecimiento más rápido en la atracción de inversión extranjera directa (IED) a nivel global. Y no es un logro cualquiera, ya que la ciudad se consolida en el puesto número 3 en Latinoamérica y el Caribe.

Y tal como lo define ProBarranquilla este logro es un «hecho histórico” que está soportado con el monto de la atracción de inversiones que en el 2023 llegó una cifra total de 602 millones de dólares. Pero este nuevo reconocimiento no es un hecho aislado: es el resultado del trabajo mancomunado liderado por los que han regido el destino de la ciudad en las últimas dos décadas.

Se conoció que la metodología del estudio, basada en datos de FDI Markets, «ponderó criterios como el crecimiento anual de los números de proyectos de inversión, la tasa de crecimiento de la inversión anunciada y los empleos creados por las inversiones. Barranquilla destacó significativamente en estos aspectos, reflejando un aumento notable en su atractivo como destino de inversión».

La visibilidad de la ciudad hacia el mundo, nace desde el cambio extremo al que fue sometida gracias a su readecuación urbanística, la conversión de sus espacios, la intervención en mobiliario urbano, la proliferación de sus parques, escenarios deportivos, la explotación de su multicultural gastronomía, su vocación cosmopolita gracias a sus miles de inmigrantes que pisaron sus tierras, su iniciativa por la recuperación de los espacios para la cultura, la inversión en educación de calidad fomentando el bilingüismo, los monumentos y el desarrollo agigantado de su Gran Malecón del Río, que sigue empujando el turismo al ser el lugar más visitado de Colombia.

La percepción de ciudad que hoy existe sobre Barranquilla es una que está reivindicando su trabajo en desarrollo social; ese que se encamina a la prosperidad apostándole a bajar los índices de inequidad; con inversiones millonarias en sectores tradicionalmente relegados; optimizando su malla vial y facilitando el accedo en sectores donde antes el tránsito era casi una misión imposible. Renovando sus plazas de mercado, reubicando las ventas callejeras y creando estrategias en favor de la población discapacitada, como es la recién implementada “Inclúyete +” que beneficia a personas en condición de discapacidad y a sus cuidadores.

El ritmo de esta nueva Barranquilla lo marca la dinámica de sus políticas públicas y el cumplimiento de la promesa de sus dirigentes a sus electores. Solo basta echarle un vistazo a las ejecuciones de los primeros 100 días de gobierno del alcalde Alejandro Char para entender por qué esta ciudad es hoy de los destinos más atractivos para turistas nacionales y extranjeros. Han sido cien días en los que fiel a su lema de llevar a “Barranquilla a otro nivel”, Char emprendió una serie de obras que apuntan directamente a mejorar las condiciones de vida de miles de barranquilleros.

La “operación tapahuecos” que se trabaja en 40 frentes y que erradicará más de 2.200 cráteres de las vías de la ciudad; la reubicación de 750 vendedores de Barranquillita que ahora entran a ofrecer sus productos en el mercado Gran Bazar; la entrega de más parques y centros comunales en diversos barrios; la tercera etapa del Gran Malecón del Río, la puesta en marcha del Malecón del Suroriente con la intervención social que beneficiará a seis barrios de esta localidad y las obras en ejecución en la playa de Puerto Mocho, Las Flores, la estación y el tren turístico, serán un condimento más para hacer a  esta nueva Barranquilla aún más atractiva a sus visitantes y seguir siendo foco de todas las miradas dentro y fuera del país.

En medio de ese despertar de la urbe que ha transformado a Barranquilla en los últimos 20 años, y que ha llamado la atención del mundo, hay lunares sobre los que se sigue trabajando y sobre los que la comunidad urge con soluciones: la inseguridad y crecimiento de la delincuencia, la problemática en movilidad y el exagerado cobro de las facturas de energía. A pesar de ello, la ciudad en sus 211 años, camina sobre la senda que muestra cada vez más a un distrito que sigue creciendo en sus indicadores brindando mejor calidad de vida a sus habitantes. Una Barranquilla en la que se están ejecutando millonarias obras para beneficio de los sectores menos favorecidos y que no escatima en recursos para ser más incluyente y generar, gracias a la inversión extranjera que llega a la urbe, más puestos de trabajo que bajan índices de informalidad (históricamente altos) e impactan en mejorar los indicadores de pobreza.

Barranquilla, la joven ciudad recostada sobre el mar y el río, celebra todo el mes de abril su conmemoración de ser erigida en Villa, Es la ciudad que hoy a pasos agigantados sigue firme en su indeclinable carrera por el desarrollo y que hoy celebra también, figurar como una de las 100 ciudades con el crecimiento más rápido en la atracción de inversión extranjera a nivel global y la tercera en América Latina.

Ya lo dijo el inolvidable Joe Arroyo: «¡En Barranquilla me quedo!»

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