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Agosto surcando el cielo sobre el Atlántico, trayecto Madrid – Bogotá, mis pensamientos intentan visualizar como será esta nueva etapa de mi vida que mentalmente empezó en el mes de abril cuando me anunciaron que ocuparía el cargo de Consejero Cultural de la Embajada de España en Colombia. Adiós a la fría y al tiempo apasionante Rusia, adiós a Moscú y a sus teatros, a la ciudad que nunca duerme, a la Nueva York eslava, dinámica, opulenta y dura. En el avión que se dirige hacia mi nuevo destino me distraigo con cine, cine que va a marcar una parte fundamental de mi nueva andadura. Empiezo a trazar en mi cabeza ideas que se irán forjando y puliendo al calor del contacto con mi equipo, sin el cual sería como un ciego sin bastón en el vasto y rico mundo de la cultura colombiana.
Hoy estamos preparando la octava edición de la Muestra de Cine Español (MCE), como un espacio que queremos que acoja, no sólo la creación audiovisual española sino la que nace de los intercambios entre España y Latinoamérica. Queremos que ficción y documental sean fuente de entretenimiento así como de reflexión y debate, donde se aborden algunos de los temas claves de nuestra contemporaneidad: el empoderamiento de la mujer, la tecnología y su nuevo lenguaje, la transformación de nuestras fuentes de información, la conjunción de lo local y de lo universal, la visión del mundo forjada y moldeada por nuestras raíces históricas, y como interactuamos con la naturaleza y con nuestro entorno.
Queremos que la MCE 2020 siga expandiéndose y alcance el mayor número de ciudades y espacios del país, que no pase de lado de aquellos sitios que suelen dejarse apartados, y por esta razón queremos ir a Quibdó y a salas de cine comunitarias de Bogotá. No queremos una MCE que solo alcance a aquella parte de la población habitual de estas manifestaciones. Queremos mostrar cine, pero también empoderar, formar, hacer que la Muestra sea parte de los que la viven, no como meros espectadores sino como un producto multifacético, sostenible y duradero.
Una de las novedades más destacadas de 2020 será Celeste y vendrá de la mano de Solimán López, que aportará creación a la MCE. Unas pequeñas balizas, instaladas en lugares icónicos de Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena, Barranquilla y Madrid tomarán de forma continua imágenes del cielo mediante un dispositivo equipado con cámara. Los datos del cielo capturados serán transformados en tiempo real en paisajes digitales, en un proyecto que actualiza el concepto de comunidad, creando de forma poética y a través de las nuevas tecnologías una obra de arte.