‘13 minutes’: La historia de un hombre que casi mata a Hitler
Bajo la batuta de Hitler, Alemania inició la Segunda Guerra Mundial en 1939. El dictador buscaba imponer la supremacía alemana conquistando Europa y exterminando a los judíos.
En vista del siniestro futuro que le deparaba tanto a Alemania como a Europa, un alemán del común, Georg Elser, decidió tomar cartas en el asunto y cambiar el destino de su país y del continente tratando de asesinar al líder alemán.
Pero su plan, que llevó a cabo el 8 de noviembre de 1939 en Múnich, Alemania, al instalar una bomba en el interior de un recinto donde Hitler dio un discurso ante sus seguidores, fue un fracaso. El material explosivo estalló 13 minutos después de que el Führer abandonara el lugar -por lo que sobrevivió- y causó la muerte de 8 personas.
Tras el atentado, las autoridades alemanas detuvieron a Elser, lo interrogaron, lo torturaron, lo enviaron a un campo de concentración y finalmente lo mataron en 1945, año en que finalizó la guerra.
Esta historia, desconocida por muchos, es representada en la película “13 minutes”, de Oliver Hirschbiegel, que se exhibe actualmente en salas de cine del país. (Aquí el tráiler).
El largometraje, basado en hechos reales, es interesante porque da a conocer un acontecimiento que aunque fue violento podría haber cambiado la historia de la humanidad y, sobre todo, salvado la vida de muchas personas (durante la Segunda Guerra Mundial murieron alrededor de 55 millones de personas), según la Enciclopedia del Holocausto. Incluso, algunos historiadores opinan que la guerra habría podido terminar antes si Hitler hubiera fallecido por este intento de homicidio, de acuerdo a BBC.
La cinta se desarrolla entre el entonces presente, 1939-1945, y los flashbacks o recuerdos de Georg Elser (Christian Friedel). Los flashbacks revelan al espectador los motivos que llevaron al joven -músico y carpintero desinteresado en el nazismo- a intentar asesinar a Hitler: el derramamiento de sangre por la guerra, el rechazo de los apolíticos en la sociedad, la persecución de los opositores y de los judíos, y las bajas condiciones de vida de los trabajadores.
La actuación del protagonista, Christian Friedel, es buena. El actor logra plasmar a Esler como un hombre valiente, apolítico y permanentemente preocupado por la situación de su país, razón por la que está dispuesto a matar a Hitler para asegurar un mejor futuro. “Hitler es malo para Alemania”, dice con contundencia en una escena del filme.
El vestuario (trajes sencillos de los habitantes de su pueblo y uniformes pálidos de los nazis) y la escenografía (casas de campo, calles empedradas, fábricas de acero, celdas y sitios de interrogación y tortura) son excelentes, ya que le transmiten al espectador la sensación de que está viendo una representación verosímil de los hechos que sucedieron en Alemania durante ese periodo. Los colores opacos de los escenarios son acordes al drama que vivió Elser.
La banda sonora no destaca en la película. Únicamente una melodía que el protagonista murmulla en momentos de crisis.
Las escenas más recordables son las que muestran hechos violentos. Al principio, el director se atrevió a mostrar directamente la sangre, proveniente de las torturas que sufrió Esler en varias ocasiones. Estas imágenes de agresión física sensibilizan mucho al espectador. Al final, los hechos violentos, más graves que los del inicio, son presentados de forma sutil, lo que permite al espectador culminar la película menos impactado y con desazón.
“13 minutes” es una cinta dramática que recomiendo ver para conocer la historia de un hombre que sin ayuda de nadie y gran fuerza de voluntad casi libra a Alemania y a Europa de las garras de Hitler.
Infortunadamente el casi no tiene ningún valor. Como historia es muy interesante la narración y hasta entretenida.
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Lamentando que la ignorancia como tal, aplasta y no le da la oportunidad a su dueño de cumplir con el creador.
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