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Riomagdalena2

La marejada política de Odebrecht sigue agitando las aguas del Río Magdalena sin que a la fecha tengamos certeza sobre qué va a pasar con el proyecto para recuperar su navegabilidad. Esto debido a que la controversial firma es la mayor accionista de Navelena, el asociado que escogió el Estado para ejecutar el contrato que promete tener un Río nuevamente navegable. Después del calvario para obtener el cierre financiero debido a los problemas de corrupción de la firma en otras latitudes durante el año pasado, ahora que se comenzaron a destapar los sobornos pagados por Odebrecht a raimundo y todo el mundo, el proyecto quedó nuevamente al borde del abismo. Pues mientras se enfrenta nuevamente al fantasma de declaratoria de caducidad del contrato, tienen cifradas sus esperanzas en una empresa china que llegaría como tabla de salvación.

En todo caso, esta prolongada incertidumbre en un proyecto tan importante como la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena, viene atentando contra la competitividad del sector logístico y de transporte del país. La zona portuaria de Barranquilla, que moviliza el 85% de la carga por el Río, hoy tiene su canal de acceso sedimentado sin que tenga quien lo drague. Pues toda esta serie de inconvenientes no han permitido que Navelena cumpla a cabalidad sus obligaciones contractuales y el Gobierno Nacional aún no plantea ninguna solución.

Pero esto no es nuevo, en el año 2016 Navelena incumplió su obligación de garantizar la profundidad mínima de 11.43 mts para que el canal navegable pudiera tener un óptimo calado operativo durante la tercera parte del año sin que se conozca consecuencia alguna. Esto causando graves perjuicios no solo porque más de 25 embarcaciones tuvieron que desviarse a otros terminales para aligerar carga sino por la carga que se dejó de recibir y que en el peor de los casos no regresará. Adicionalmente hay que mencionar que el contrato quedó mal diseñado pues quedaron por fuera del área a mantener las zonas de giro, las zonas de fondeo y el área marítima de acceso al canal.  A esto se suma la interinidad de Cormagdalena que no cuenta con Director en propiedad desde Agosto del año pasado.

Esta situación ha llevado a un decrecimiento del 6% en el movimiento de carga de  la zona portuaria de Barranquilla en comparación con el 2015. Tema que no es de poca monta pues esta pérdida de carga se traduce en pérdida de empleos y oportunidades para la gente involucrada en la cadena logística. Tristemente el desarrollo portuario no está dentro de las prioridades del alto gobierno por lo que muchas veces el sector privado se queda remando solo. Por lo pronto hay que seguir empujando para que no se vea frustrado el sueño de tener un Río Magdalena navegable sea cual sea el desenlace de la novela de corrupción de Odebrecht. La invitación es a todos los estamentos públicos y privados locales para que se sumen a esta causa que no es la de un gremio, sino la de toda una ciudad y una región.

Twitter: @alfrecarbonell

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