No es una novedad descubrir que la capacidad de respuesta de la legislación en muchos países, se ha visto apabullada por la velocidad con la que avanzan la tecnología y las comunicaciones. Para poder sortear esta situación, plataformas como Uber, Airbnb y Netflix han tenido que destinar gruesas sumas de dinero para contratar cada vez más abogados en vez de ingenieros. Para solo mencionar el caso de Colombia, el servicio de Uber continúa en un completo limbo jurídico. Mientras el Ministerio de las TIC considera que la plataforma es legal, el Ministerio de Transporte considera que el servicio no lo es. ¿Alguien entiende? Mientras las legislaciones de los países se ponen al día con las realidades del mundo, este tipo de medidas no hacen sino aplazar lo inevitable.
Lo que sí es una novedad es encontrar normas para regular los nuevos comportamientos de los ciudadanos al interactuar con estos aparatos electrónicos. Es que con el auge del Internet de las cosas, la tecnología ahora puede estar en el lugar menos esperado. Cuando salió el célebre juego Pokemon Go, en el que los internautas debían cazar Pokemones en todo tipo de espacios públicos, tal fue el caos que se desató, que la Policía Nacional de Madrid tuvo que publicar una serie de normas para jugar de manera segura esta aplicación y los demás juegos de realidad aumentada.
Igualmente, como bien es sabido, la búsqueda insaciable de la selfie ideal ya ha ocasionado más de un accidente. Situación que ha llevado a restringir esta práctica en ciertos lugares como parques naturales, zoológicos, parques de diversiones, playas y acantilados. Asimismo, la proliferación de drones, ha obligado a las autoridades aeronáuticas alrededor del mundo a restringir y regular los espacios aéreos en que se permite su circulación.
Otro fenómeno que ha venido ocasionando problemas es el de las personas que andan por las calles caminando sin despegarse de su smartphone. En Argentina, hay un proyecto de ley que con el propósito de evitar accidentes, busca sancionar a los peatones que crucen la calle inmersos en su teléfono móvil. En Holanda y en Alemania, ya existen semáforos especiales para estos “peatones tecnológicos” como luces horizontales instaladas en el andén, notorias para quienes se encuentren mirando al piso antes de cruzar. En Sidney debido al alto índice de peatones atropellados, decidieron igualmente instalar estas señales luminosas a ras del suelo que son visibles para quienes caminan consultando su celular. En Nueva Jersey existen multas para los peatones distraídos que generen alguna alteración con la circulación de los peatones o con el tráfico. Mientras en Bélgica y China le han dado un enfoque contrario, instalaron un carril exclusivo para los adictos al celular similar a la ciclorruta para que caminen por las calles con seguridad:
Otra respuesta llamativa ha sido la de unos creativos en Suecia, que instalaron en las calles señales a manera de avisos de tránsito para alertar sobre el peligro que representan estas personas para la movilidad que se conocen como zombies urbanos.
Ya sea para proteger a los demás, o adaptarse con resignación a las nuevas realidades, lo cierto es que el mundo está intentando contener los comportamientos derivados de esta avalancha tecnológica con la palma de su mano.
Twitter: @alfrecarbonell
Foto: Tomada de google
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