Un análisis simplista nos puede llevar a concluir que en las pasadas elecciones se ratificó la voluntad de los electores que ya se habían pronunciado el 11 de Marzo. En otras palabras, que en primer lugar triunfó la oposición al gobierno y en segundo lugar se impuso la oposición al sistema. Pero más que un plebiscito para descalificar al gobierno actual o para juzgar nuestro sistema político, lo que está en juego en la segunda vuelta es la elección del modelo de país en el que vamos a vivir.
En esa medida, detrás de la oposición al sistema que representa Petro, las propuestas que están sobre la mesa conducen al deterioro de la libre empresa y de la propiedad privada. Sus propuestas populistas son meros cantos de sirena, pues regalar subsidios sin fundamentos financieros solo se puede traducir en pan para hoy y hambre para mañana. Esto sumado a su nefasta capacidad de ejecución como quedó demostrado en su paso por la Alcaldía de Bogotá y su talante autoritario, solo puede anticipar un resultado similar al modelo venezolano.
Mientras tanto, con un programa bien estructurado y en la mayor parte del territorio nacional, vienen calando con más fuerza las propuestas de Ivan Duque y Marta Lucía Ramírez. Dicho sea de paso, una coepiquera sin tacha alguna y con todo el lujo de competencias.
Duque parte de una oposición al gobierno, sobre todo en el manejo que se le ha dado al acuerdo de paz y a su implementación. Proceso que sin duda requiere de ajustes para que el fin del conflicto tenga un desenlace justo, compartiendo el objetivo colectivo de conseguir la paz. En materia de seguridad, plantea enfrentar sin vacilaciones a todas las estructuras que hoy se disputan el negocio de las drogas. Igualmente propone la prohibición del narcotráfico como delito amnistiable y la erradicación obligatoria de los cultivos ilícitos que hoy se hace de manera voluntaria.
En materia de justicia plantea propuestas urgentes como la de despojar a los magistrados de sus funciones electorales e instaurar una verdadera meritocracia en la elección de los jueces. Además propone la eliminación de los carruseles en las altas cortes y la inocua Comisión de Acusaciones.
Duque ha logrado sintonizar a la juventud con sus propuestas en materia de emprendimiento e innovación y ha logrado ganarse el corazón de quienes le han apostado a las industrias creativas con su impulso sin precedentes a la economía naranja. Su paso por el BID le ha permitido conocer las experiencias más exitosas en materia de políticas públicas alrededor del mundo, lo que permea sus propuestas de nuevas herramientas tecnológicas que nos invitan a saltar definitivamente a la modernidad. Su compromiso con la lucha contra la corrupción no se queda en la retórica, pues plantea reformas estructurales como las listas cerradas obligatorias, el límite de tres periodos en los cuerpos colegiados y presupuestos transparentes libres de mermelada. Su ponderación es tal, que está comprometido con darle continuidad a los programas que considera exitosos y gobernar sin espejo retrovisor. Por eso está de acuerdo con continuar con programas como Ser Pilo Paga y profundizar en los grandes adelantos en infraestructura como las 4G.
En materia social, sus propuestas de innovación social apuntan a romper los círculos de la pobreza por la vía del empleo y el emprendimiento. Su objetivo de bajar la carga fiscal y reducir la evasión luce completamente viable con sus propuestas de modernización al sistema tributario. En fin, sus 206 propuestas para los distintos sectores son su principal activo y lo que realmente va a importar a partir del 7 de Agosto.
Quienes aun están indecisos los invito a estudiar los programas de los candidatos y evaluar qué es lo que más le conviene al país. Aquí existe un presidencialismo tan fuerte que ese debe ser el principal argumento para decidir por quien votar. A quienes no les termina de convencer Duque los invito a que revisen su programa de gobierno.
Twitter: @alfrecarbonell
Lo cierto es que la propuesta Petro ha sabido llegar a donde otros no han mirado antes, no es que esté de acuerdo con sus propuestas, pero lo cierto es que la corrupción a todo nivel que ha venido ampliando las brechas sociales, donde ni en las cifras se puede confiar, pues el sistema está lleno de manipulación, le permiten a estas corrientes populistas, ganar el apoyo de las mayorías cada vez más explotadas por impuestos y el reinado del salario mínimo, si el siguiente gobierno no le camina a un cambio inteligente, estos «libertadores» pueden tener cabida más adelante y seguiría el reinado del fantasma venezolano. Ojalá llegue a la Presidencia de este hermoso país aquel que en verdad quiera trabajar de forma integra y real por cada necesidad primaria, que está tan vulnerada en tanto años de lo mismo.
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