Diciembre es un mes de balances, de cierres y es inevitable que esto genere cambios, ¿como afrontarlos para asumir nuevos retos?
Siempre he disfrutado de los cambios. Me hacen sentir viva, llevo una velocidad diaria muy alta y en estos días de descanso, bajarle a la velocidad y analizar lo que tengo en mi vida, lo que quiero y hacerme una autoevaluación es un habito, uno que además disfruto.
Toda mi vida he sido esa amiga que da consejos y que es el paño de lágrimas, cosa que me gusta hacer, de hecho inicié mi formación como coach ontológico porque siempre me ha gustado inspirar y contribuir al desarrollo de las personas y en este proceso me di cuenta de que para la mayoría de personas el cambio es una situación que genera resistencia y que el no saber afrontarlo puede paralizar los planes de cada uno.
Diciembre es un mes que nos impulsa a hacer cambios en todos lo ámbitos de nuestra vida, es un mes que conlleva hacer cierres y a hacer un análisis de qué hicimos bien y qué queremos mejorar o sacar; esto aplica para la vida personal, el trabajo y la familia.
Lo primero que tenemos que afrontar es que todo cambio conlleva una pérdida y esto es lo que nos dificulta en ocasiones aceptarlo con tranquilidad.
Yo soy de la filosofía de que cuando algo sale de nuestras vidas es porque va a entrar algo mejor, pero esto no siempre es suficiente. Puede sonar como palmaditas en la espalda ante una situación difícil.
El cambio es lo único constante en la vida.
Cambiar nos permite aprender, cuando nos enfrentamos a una situación nueva o que no es cómoda iniciamos un proceso de adaptación, este nos lleva a crecer y a madurar, de hecho cuando estamos cómodos no avanzamos.
Pero, ¿cómo afrontar un cambio…?
Cuestión de actitud.
Pueden ser tan buenos o malos como los quieras ver. Porque puedes extrañar lo que tenías pero también puedes dar paso a nuevas cosas y experiencias, es una oportunidad para retarte en nuevos entornos. Si cambias de empleo o terminas con tu pareja ¡Lo vas a extrañar! Pero es la oportunidad de escribir una nueva historia, esta vez agregando los componentes que hicieron falta antes.
Hay una frase de una película de esas comedias románticas que la mayoría odian, pero es una frase que a mí me transmite mucho:
Toda historia tiene su final pero en la vida todo es un nuevo comienzo.
Escoge el cambio.
Anticiparse es una buena alternativa, siempre debemos estar en pro de mejorar y mejorar nos va a transformar. Analiza qué situaciones quieres mejorar, usa el cambio como una herramienta para mejorar tu vida.
Todos los años en esta época nos hacemos un chequeo de qué cosas logramos, qué quiero lograr. Para mí, este es un asunto muy serio que requiere concentración y es un momento para entregar cuentas a mí misma.
Les comparto mi metodología para hacer este análisis te invito a hacerlo pero a buscar un equilibrio, no se trata de auto maltratarnos sino de ser honestos con nosotros de por qué no logramos y de ser agradecidos por lo que sí.
Lo primero que hago es hacer una lista de los aspectos de mi vida: familia, amigos, trabajo, hobbies, salud, pareja.
Una vez más, todo es cuestión de equilibrio y una de las cosas más importantes en cuanto a conseguir los cambios que necesitamos es pensar de manera global, el error más común es pensar solo en dinero, pero los otros aspectos son igual de importantes, el segundo es confundirlos, el dinero y el trabajo no es lo mismo aunque uno lleve al otro.
Plantearse los propósitos de esta manera no solo nos hace pedir que es lo que generalmente hacemos con los propósitos, quiero adelgazar, quiero mejorar mi relación con mi hermana, quiero, quiero, quiero. Nos obliga a exigirnos, a ver qué hicimos y qué podemos hacer para conseguirlo. Por eso nos debemos plantear estas preguntas.
¿Qué tengo? Con esta voy a ver que ya tengo un camino recorrido y voy agradecer lo que tengo.
¿Qué quiero? Cuál es el objetivo.
¿Qué hice? No solo lo malo, también lo bueno.
¿Qué puedo hacer? Divide el propósito en pequeñas actividades.
Si no estás cambiando, estás durmiendo.
Hoy es el último viernes del año y espero que leas este blog desde tu lugar favorito y te sirva para reflexionar, actividad clave estos último días del año para lograr que el 2018 sea productivo. No soy muy navideña pero el cambio de año sí es un día muy especial para mí porque siento que es un día para renovar energía, para comenzar una nueva página. Por eso me gusta meditar, planear y reflexionar sobre mi vida para poder cambiar de la mejor manera.
Aparte de esto, para mí es clave agradecer por todo lo que tengo en mi vida y una muy importante son ustedes, seres del más allá que todas las semanas me envían su buena energía desde el otro lado de la pantalla.
La próxima semana tengo planeado subir un blog sobre cómo cumplir sus propósitos financieros, escríbanme qué les gustaría ver para iniciar el año con toda.
Les deseo lo mejor para este año que viene, un abrazo rompe costillas y nos vemos por mis redes.
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Juliana Matiz