Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

 

Huellas. A veces perder la razón es un acto de amor.

La locura espanta el tedio

como el viento espanta nubes

Ven oh sagrada locura

y embríagame en el reino de tu Fantasía

 

Raúl Gómez Jattin.

 

El cine colombiano se resiste a la extinción a pesar de las adversidades, se tiene que enfrentar por una parte al público que sigue prefiriendo los argumentos fofos llenos de velocidad, persecuciones automovilistas y fulgurantes explosiones bélicas; una continuación inverosímil de las mismas tramas y situaciones o la excesiva recopilación y re-producción de refritos. Por la otra, la industria televisiva y los monopolios de las salas de cine que no le ofrecen al cine local la difusión y el respaldo para mantener en cartelera las producciones.

Aunque el cine colombiano ha ganado cierto reconocimiento en los últimos años, es preciso anotar que se debe a la apreciación foránea. Nótese como El abrazo de la serpiente logró el reconocimiento internacional, incluso no se escatimaron recursos para la propaganda, esa producción de Ciro Guerra tenía carteles de promoción en las estaciones del metro de París, de Barcelona y de Madrid; en Colombia casi nadie conoció los afiches promocionales. Algo similar ocurre con el cine maravilloso que está produciendo Rubén Mendoza, que a pesar de haber logrado ya algunos méritos, menciones y galardones sigue pasando inadvertido.

Ese tipo de factores hacen del trabajo cinematográfico una empresa quijotesca, casi una locura. El 30 de marzo de 2017 será el lanzamiento de la película Huellas, ópera prima del actor y director cordobés Carlos Vergara. Se trata de una historia en la que un hombre de cuarenta años sufre un trastorno psicológico que lo devuelve a la niñez, situación que le cambiará radicalmente la vida ya que se tendrá que enfrentar a las habladurías, la incomprensión y los prejuicios, mientras su esposa sigue siendo la cómplice amorosa que más que a un niño es la compañera de un soñador.

La locura que obliga a que seamos otros o que nos permite ser otros se enmarca en una excelente fotografía que recorre diez municipios de Córdoba, con sus paisajes, sus ritmos, su poética y su gente. El elenco es en su totalidad de ese departamento. Se trata de una producción majestuosa en la que una sensible historia muestra la esencia del Caribe sin los clichés, las segregaciones regionales o las imitaciones manidas de los costeños. Para Tatiana Olea, productora y actriz de la película, en la cinta se resalta la importancia de una infancia feliz y plena. La película es apta para todo tipo de público.

En cine nos vemos.

 

Compartir post