Colombia no deja de sorprender en sus peores prácticas: la corrupción, el narcoestado, la persecución social. Y estos días de cuarentena obligatoria y necesaria también han mermado los ánimos de señalar y exigir por parte de la ciudadanía; ha quedado evidente que el ruido de las redes sociales (creer que en Twitter se palpa una realidad es un error muy grave), y las últimas “declaraciones” del Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, suman más preguntas que respuestas, porque lo único claro que queda es que nos parecemos cada vez más a ese estado de sitio del que se valieron criticar para llegar a la presidencia de la República. Preguntas como:
¿Por qué el que funge de presidente permitió el ascenso de Nicacio Martínez si en el Senado y en los medios de comunicación y algunas ONGS hicieron las advertencias? Incluso lo condecoró con la Cruz de Boyacá ¿Por qué lo elogió luego de su salida, cuando precisamente mayores señalamientos recaían sobre él?
¿Por qué las fuerzas del Gobierno y sus figuras, públicas, políticas, militares y de medios de comunicación cuentan con información sensible de la oposición y de los líderes sociales o periodistas de investigación? ¿Por qué la señora que posa de vicepresidente llamó al periodista que hizo la investigación sobre Memo Fantasma cuando él no había tenido comunicación sobre el tema? ¿De los ataques de Internet afectos al Gobierno, que parecen no tener efectos jurídicos ni judiciales, también consiste en difundir audios de Whatsapp? ¿Hay una bodega militar, paramilitar, en redes sociales? ¿Por qué aprovecharon para meterse en Colpensiones? ¿La van a quebrar para luego privatizarla? ¿Por qué los policías bachilleres están portando durante estos días de cuarentena pistolas automáticas? ¿No va pasar nada con lo de la ‘Ñeñe política’? ¿Van a seguir dejando que maten a los líderes sociales? Para eso deberían trabajar en inteligencia.
Seguramente dirán que no se trata de persecución sino de carpetas de información que todos conocemos en redes sociales, algo así como una estalquedita (Stalker), mientras tanto, las preguntas aumentan.
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