El timbre del 11-04 sonó, y cuando ´marmotica´ abrió la puerta, el tufo de su marido penetró por todo el apartamento, salió por el balcón del piso once hasta la avenida de las Américas y volvió a entrar por el ascensor de nuevo hasta la puerta, que ya venía cerrándose en las narices de ´Gorila´, cuando él, sagazmente, alcanzó a frenar el portazo con un ramo de flores en una mano, las cuales pasaron desapercibidas, y con la otra, la caja de un Samsung S3 Mini. Este regalo evitó la inminente expulsión del conjunto por parte de su mujer, y originó su entrada triunfal, con el aplauso de su suegra, quien no se pierde la corrida de un catre, y quien corrió rápidamente a dejar las rosas en el altar de la Virgencita, ramo que ´marmotica´ ignoró por completo.
Durante los siguientes 3 días ´marmotica´ no se despegó de su nuevo celular. Su cabello ´mono tinturado´ volvió a su color original ´negro huitoto´ y ella ni cuenta se dio. No soltaba su S3 Mini ni para bañarse, y solo se comunicaba con su familia, y con el mundo exterior, a través de su ´WhatsApp´. Estaba tan feliz porque ahora si podía ver los videos en Youtube, lo cual su antigua Blackberry 9220 no le permitía hacer, hasta estudiaba inglés con la aplicación ´Duolingo´, y ya pertenecía al grupo de usuarios de Samsung, en el cual ya estaban sus hijos, sus compañeros de trabajo y hasta sus alumnos de tercero de primaria. En pocas palabras, cambió a su esposo por su nuevo amor, el sistema operativo ´Android´.
Pero al cuarto día, ¡Oh Sorpresa!, su teléfono le advertía que ´la tarjeta de memoria presenta un fatal error´. De inmediato, ella buscó ayuda en sus hijos, y en su esposo, a quienes no determinaba, (a no ser que necesitara bajar alguna aplicación), desde el día en que recibió su S3 Mini de regalo. Ellos no estaban disponibles en ese momento, y debió ella solita, iniciar un calvario para poder solucionar esa situación.
Se comunicó con la línea de servicio al cliente, mal llamada ´Tu amigo Samsung´ y luego de reunirse todos los presidentes de esta multinacional, en todos los hemisferios, y después de consultar a un especializado grupo de ingenieros estudiados en Harvard, le dijeron que debía hacer cambio de la tarjeta de memoria SD.
´Marmotica´ buscó entonces a su esposo, de quien no se acordaba que existía por estar ´engomada´ con su nuevo juguete, y él, sumiso y aún con sentimiento de culpa por su última ´jartera´, le regalo la tarjeta de memoria.
De nuevo ella se aisló del mundo otros tres días, y se sumergió en su Samsung S3 Mini, degustando cada aplicación y disfrutando de todo el confort que le ofrecía su nuevo teléfono.
Pero al tercer día se escuchó un grito de ella, que como diría su mamá, sonó ´tuitico en redondo´ en toda la localidad de Kennedy. Absolutamente todos los habitantes del sector pensaron que el ´Gorila´ de nuevo había llegado borracho, pero no, el mensaje de ´su tarjeta de memoria presenta un fatal error´ apareció de nuevo en la pantalla de su celular.
Se comunicó de nuevo con la línea de servicio al cliente, mal llamada, ´Tu amigo Samsung´ y le dijeron, luego de una junta extraordinaria, técnica, administrativa, corporativa y de mercadeo, por parte de altos ejecutivos de esta multinacional, a través de enlaces satelitales en los cinco continentes, que por medio de una ayuda remota, un técnico del departamento de soporte le iba a guiar para hacer un back up de su información a su pc, para después restaurar su teléfono a fábrica. Pero a los tres días se escuchó de nuevo un grito por todas la avenida de las Américas, hacia el occidente, y en límites con Funza, cuando de nuevo apareció, en el display del Samnsug S3 Mini, el mensaje de ´su tarjeta de memoria presenta un fatal error´.
Por sugerencia de la línea de servicio al cliente, mal llamada ´Tu amigo Samsung´ llevó su teléfono tres veces al departamento técnico situado al otro extremo de la ciudad, pidiendo permisos en el trabajo, gastando en transmilenios y almuerzos para lograr rescatar su teléfono. El funcionario que le recomendó dicho viacrucis le aseguró que con la tercera entrada a reparación le darían un nuevo teléfono. La primera vez le soldaron el conector de la tarjeta de memoria, la segunda le cambiaron la tarjeta madre, y la tercera, ¡Hijuemadre!, todavía no tiene respuesta, porque aún no le entregan el teléfono. Le tocó desempolvar el viejo Siemens que le regaló ´Gorila´ hace 14 años, el cual conserva como nuevo, pero con el cual obviamente no puede chatear, usar el ´WhatsApp´, ni estudiar inglés con el ´Duolingo´. Su antigua Blacberry 9220, se la cedió en un arranque de generosidad a su hermano, y le da pena decirle que se la devuelva.
Cierto día, mercando con ´Gorila´ en Alkosto, donde él le compró el teléfono para evitar ser expulsado del conjunto residencial por borracho, hicieron la reclamación, pero allá les dijeron ´olímpicamente´ que el almacén no respondía por garantías de celulares. ´Gorila´ lo pagó con su tarjeta Alkosto, ya canceló los extractos, y el teléfono aún no funciona.
Un día ´marmotica´ encontró en el casillero de la recepción de su edificio un paquete firmado por Samsung, saltó en una pata de la alegría, (pata donde tiene tornillos por doble fractura de tibia y peroné), pero ¡Oh decepción!, cuando al abrirlo, vio una agenda y un lapicero con el logo de Samsung, algo que le enviaban como contentillo para que no se saliera de casillas. A partir de ese día ´marmotica´ entró en depresión mayor profunda, con ansiedad, crisis de pánico, angustia existencial, paranoia , entre otras patologías psiquiátricas.
Ayer ´marmotica´ por millonésima vez se comunicó de nuevo a la línea de servicio al cliente, mal llamada, ´Tu amigo Samsung´, para saber que ha pasado con su S3 Mini, y un funcionario le respondió con una frase que nunca se ha dicho ´Estamos escalando el caso´. Ella amenazó histérica a su interlocutor, (nunca se sale de la ropa, solo con su esposo), y le dijo que iba a radicar un Derecho de Petición, a lo cual el funcionario le respondió, ´´ Hágalo, está en todo su derecho´.
A ´marmotica´, una compañera del colegio donde trabaja como docente le dijo que conocía de un caso similar donde se radicó un Derecho de Petición a la Superintendencia de Industria y Comercio, y que luego de seis meses fallaron a favor de la persona, le impusieron una multa de 25 millones de pesos a Samsung, y le obligaron a entregar al demandante un teléfono de última tecnología. ´Marmotica´ se decepcionó, primero, porque pensó inocentemente que el dinero de la multa era para ella, (con eso pagaría todas las deudas que tiene en el colegio donde trabaja), y segundo, porque debía esperar medio año para recuperar su celular. Sin embargo, radicó el Derecho de Petición, citando diferentes artículos de la Constitución Colombiana, y de protección al consumidor, (no es que ella sea abogada, los encontró en Google, curiosamente socio estratégico de Samsung), y de nuevo llamó a la mal llamada línea de servicio al cliente ´Tu amigo Samsung´ para que acusaran recibo. El funcionario, luego de tenerla en el teléfono casi tres horas, le confirmó el recibido, y le dijo que en 15 días hábiles se le daría una respuesta para iniciar luego una reclamación, y que ´el caso se escalaría´, con expertos pertenecientes a un grupo interdisciplinario de abogados, ingenieros, ejecutivos, personal administrativo, de mercadeo, publicistas, de diferentes sedes, en diferentes países del planeta, el dueño de Google, el dueño de Samsung, el inventor de Android, entre otros, para tomar una decisión al respecto.
´Gorila´, esposo de ´marmotica´, quien escuchaba por el otro teléfono toda la conversación, interrumpió la retahíla que el funcionario le ´echaba´ a su mujer, y le dijo ´´Voy a denunciar este atropello a los señores del blog ´La Sal en la Herida´ de EL TIEMPO, que son los más leídos de ese periódico. Ustedes tienen diez días para responderle a mi esposa luego de haber radicado el Derecho de Petición, con solución inmediata, sin lugar a una nueva reclamación, y deben darle un teléfono igual o mejor al que ella compró, si es que ese que le vendieron ya está descontinuado´´. El funcionario respondió en tono prepotente y poco conciliador ´´ Si quiere que le publiquen eso tiene todo el derecho de hacerlo, acá nosotros manejamos unos tiempos, y como le digo, ´escalaremos el caso´, ahora por favor páseme a su esposa para darle el número de radicado, como usted sabe, esta llamada está siendo grabada y monitoreada´´.
Para quienes quieran ver la pruebas de este caso, de típico abuso al consumidor, solamente escríbanos a este blog y se las haremos llegar, ya que ´marmotica´ nos envió todos los correos que ha cruzado con la mal llamada línea de servicio al cliente ´Tu amigo Samnsung´, los recibidos cuando ha dejado tres veces el equipo en el departamento técnico de Samsung, situado al otro extremo de la ciudad donde ella vive, la relación de los vales de los almuerzos y los pasajes usados en transmilenio, el recibo de compra del celular en almacenes ALkosto del Ricaurte en Bogotá, con la tarjeta de crédito de su esposo ´Gorila´, quien le compró el teléfono para no ser expulsado del conjunto residencial por borracho, el recibo de la nueva tarjeta de memoria que él le compró, y tres fotos en alta resolución, una del pantallazo que aparece en su teléfono ´su tarjeta de memoria presenta un fatal error´, otra de las suelas de sus zapatos desgastadas por caminar, de ida y vuelta, de la estación del Transmilenio, de la 100 con autopista, a la 15 con 94, sitio donde se encuentra el departamento técnico de ´Tu amigo Samsung´, y otra, con todos los frascos de ´Valeriana´ que ha tenido que tomar para intentar conciliar el sueño, la taquicardia y el llanto crónico.
Nos dice ´marmotica´ que tiene pesadillas en las noches, que ve unas letras que dicen ´´su tarjeta de memoria presenta un fatal error´´ y escucha una voz que le dice con tono sarcástico y burlón, ´´Su llamada es muy importante para nosotros´´
Para finalizar esta historia, parafraseando y parodiando al presidente Santos, nos atrevemos a decir, ¡Ese tal defensor del consumidor no existe!
A propósito del tema lea acá amigo lector ¡Un tatequieto para los abusos al consumidor!
giovanniagudelomancera
periodista
Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional