El tercer canal es otra de las promesas incumplidas por Santos, como muchas otras más en su primer gobierno y en lo que va de este.

El hecho que los dueños de los ´canales privados nacionales´ hayan ´donado´ dinero para su primera campaña, y luego para su reelección, (algo que sin duda debería estar prohibido, la donación y la reelección), no le permite al presidente seguir adelante con la adjudicación del tercer canal, sencillamente porque no le puede montar competencia a sus ´benefactores´ ni obligarlos a repartir la torta publicitaria con otro operador.

Esa tal ´banca de inversión´ no es sino otra disculpa para no entregar otro canal que lo necesita y lo pide a gritos Colombia, (en otros países suramericanos más pequeños que el nuestro hay más de cinco).

La audiencia está cansada de ´realitys´ y ´narcomorbonovelas´. Esa programación de esos ´canales privados nacionales´ sin duda embrutece a los televidentes, no les da otra opción, porque no todas las familias tienen televisión por suscripción, y para colmo de males, los obliga a ver ´reencauchados´ o malas copias de series famosas internacionales, historias de cantantes o grupos musicales colombianos hasta el hastío, y sobretodo, noticieros con información amarillista, sensacionalista, o sesgada, donde la noticia se convierte en ´espectáculo´, a punta de videos donde roban tiendas, (todos con el mismo crédito de exclusiva), entre otros horrores.

Los demás canales, Citytv, Canal Capital y Canal Uno, hacen su mejor esfuerzo, pero es obvio que no pueden competir con estos pulpos más conocidos como el ´duopolio´, que tienen todo el dinero para invertir en esa televisión mal sana, pero que vende, donde no hay espacios ni para la salud ni para la cultura.

Claro que hay como adjudicar un tercer canal y rápido, pero la Autoridad Nacional de Televisión (Antv), que reemplazó a la vergonzosa Comisión Nacional de Televisión, no solo no lo hace sino que entorpece el proceso de adjudicación poniendo más trabas de las que puede haber. Además, es complaciente con los excesos cometidos por los ´canales privados nacionales´ cuando emiten más pauta de la que cualquier persona soporta y cuando alteran abruptamente su parrilla de programación, obedeciendo a ´Dios Rating´, sin importarles para nada el televidente, para este duopolio, él, (nos referimos al televidente), no es otra cosa que un consumidor de televisión al que se le debe ´embutir´ todos los comerciales habidos y por haber, disfrazados en producciones que generen su atención, así sean nocivas para su salud mental.

Ese organismo, la ANTV, no es otra cosa que un ente inservible, (ver La ANTV, un elefante blanco, inoperante, inepto e iluso), que dilata la entrega del tercer canal, y que legisla a favor del duopolio y en contra del televidente, no sanciona con firmeza ni exige a esos ´canales privados´ tener una programación variada, informativa y entretenida, con una emisión de pauta moderada, y con horarios decentes para sus producciones, pensando en el bienestar de los niños y en las familias colombianas.

Alguna vez nuestro amigo y profesor, el cineasta caleño Carlos Mayolo, que en paz descanse, nos decía que la televisión colombiana se parecía, (y aún se parece), como cuando uno está en el colegio, en cuarto A, o en cuarto B, cambia de salón pero le dan las mismas materias. Es verdad, si usted amigo lector coge su control remoto, (bueno si su señora o sus hijos se lo prestan), se dará cuenta que los dos ´canales privados nacionales´ emiten lo mismo, a la misma hora, sin darle otra opción al televidente.

La disculpa de este gobierno es que ha fortalecido la televisión pública, cosa que no es así, lo que ha hecho es que la ANTV, en asocio con algunas productoras, programadoras y canales públicos, produzca programas, que no son propiamente eso de interés público. Un verdadero apoyo a la televisión pública es triplicar el presupuesto de Señal Colombia y entregarle millonarios recursos a los canales regionales, locales y comunitarios, contratando profesionales del medio, que por causa del duopolio están sin trabajo, y financiar verdaderas producciones que estén acorde con nuestra cultura, exaltando nuestros valores, nuestro folclor, nuestra historia, nuestra geografía, nuestro pasado, presente y futuro. También modernizando los equipos de estos canales públicos e invirtiendo en tecnología para que su cubrimiento sea mayor y llegue a cada rincón de Colombia.

Muchos defensores del gobierno saldrán a decir que la Televisión Digital Terrestre, más conocida como la TDT, cumple con llevar la señal en alta definición por todo el país, lo cual no es del todo cierto, porque esta disposición técnica obliga a la gente a comprar un televisor que tenga opción de TDT, o adquirir un decodificador y antena, lo cual debería ser financiado por el estado y no por el usuario.

Si el gobierno nacional de verdad quisiera fortalecer la televisión pública debería comprar los derechos del fútbol colombiano, (quitárselos al duopolio que se los turna), y emitir los partidos por los canales públicos, eso sería una forma de posicionar estos canales, que hacen lo que está a su alcance para lograr audiencia, pero que son aplastados por el duopolio, que tiene todo el dinero y el beneplácito estatal para hacer lo que quiere. Como dice el refrán, ´El que tiene plata marranea´, y si es con la complacencia del gobierno, mucho mejor.

Hay otro agravante, ellos, los ´canales privados nacionales´, no les permiten a los televidentes ver la señal en alta definición a través de los cableoperadores, incumpliendo la norma que exige que este servicio debe ser gratuito, mejor dicho, se pasan ´la ley por la faja´.

Para finalizar digamos que los mismos televidentes son culpables que esos ´canales privados nacionales´ hagan lo que quieren, porque no los vetan evitando verlos y porque caen en su juego y se dejan llevar como ellos quieren. Si la gente apagara lo que emite el duopolio tendrían estos pulpos que cambiar su ´mercachifle´ programación y cuestionarse.

Ya no más duopolio, Colombia necesita el tercer canal, pero ya.

P.D. Cuando entrecomillamos ´canales privados nacionales´ es porque el espectro electromagnético es de todos y estos pulpos se adueñan de él, usufructuándolo y sacándole provecho.

giovanniagudelomancera

periodista

Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional

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