Túneles, matracas hechas en madera y un pacoreño santificado que hace milagros, son algunas de las tradiciones que engalanan el municipio caldense.
Rodeado de paisajes montañosos y quebradas que cruzan el pueblo tradicional, este paraíso se hace atractivo a los turistas por sus temas religiosos. Visitarlo es vivir una experiencia inolvidable y disfrutar de la historia de los habitantes de esta zona.
Se puede caminar por pasajes que cruzan el pueblo por debajo de sus casas tradicionales, y arriba, en sus calles emblemáticas, las personas son amables y orgullosas de su territorio.
Abajo, los caminos son ambientados por el agua que baja de las montañas y por la decoración realizada por los artistas que crearon estos increíbles túneles.
“Son aguas que nacen en lo alto de las montañas y atraviesan el pueblo, los maestros de obra del siglo XIX se vieron en la obligación de canalizar las quebradas, hacer túneles con arcos, elaborados en ladrillo y una mezcla legendaria de cal, arena rojiza y sangre de bobino”, dice Rafael Betancur, gestor ambiental y quien ha dedicado su vida para que más personas conozcan los tesoros escondidos de Pácora, Caldas, lugar distinguido por ser Patrimonio Mundial desde el año 2011 al hacer parte del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia.
En algunos sectores se escucha el murmullo de las quebradas que han acompañado al municipio desde que se fundó, en 1832.
Los visitantes que llegan por primera vez piensan que cuando ellos duermen está lloviendo, pero en realidad son estas aguas que arrullan el sueño de los pacoreños.
“Lo importante de estos túneles no es tanto el agua, lo bonito es ver cómo los maestros se las ingeniaron para hacer estos callejones que permiten caminar y conectar con otros puntos del municipio por debajo de la tierra”, aclara Betancur, quien además es Secretario de Educación de Pácora.
A este municipio se le conoce comúnmente como la “Ciudad de las Matracas”, no solo por haber creado una con características diferentes que la hace única en el mundo, sino también porque este instrumento de percusión es utilizado sagradamente en las celebraciones de Semana Santa, especialmente los jueves y viernes santos en la iglesia principal del municipio. La matraca al unísono suena junto a las campanas.
“La matraca es un instrumento que fue traído por los españoles, sin embargo, aquí le dimos un toque caldense, ya que nuestros ebanistas y artesanos crearon una muy distinta a las que conocemos. Es tanto así que en España hay una exposición que cuenta con cerca de 500 matracas, y allí, no tenían una matraca parecida a las que hacemos”, dice Rafael. Además, cuenta que en el municipio también existe una sala de exposiciones que fue fundada hace cuatro años llamada ‘Los sonidos de la matraca y la quebrada’, en donde se encuentran 70 matracas de diferentes diseños y se explica la historia del municipio.
Como si fuera poco, y para darle un tinte divino a este lugar, los pacoreños tienen al Beato Esteban Maya Gutiérrez, predilecto en esta tierra. Su nombre de pila es Gabriel José Maya, a quien los paisajes y el agua que cruza por este lugar lo vieron nacer el 19 de marzo de 1907. Murió en España luego de ser sacrificado.
“Quienes lo conocieron cuentan que era humilde, sencillo, trabajador, obediente y dedicado a la religiosidad. En 1932 fue enviado a Madrid, España, y tras el estallido de la guerra civil, en 1936, se produjo una persecución hacia los religiosos y fue víctima de ello. Fue sacrificado un 9 de agosto de 1936”, recuerda Rafael.
Gabriel José Maya fue beatificado en 1992 por el papa Juan Pablo II y a partir de esa fecha se han corroborado varios milagros en el pueblo, ahora la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios busca que este pase a ser un Santo.
“Hay dos señoras que todavía viven y fueron curadas de cáncer, pero para ser santificado se debe demostrar científicamente de cómo fue posible que se curaran. Son dos milagros claros, ahora los turistas vienen a pedirle al beato que les haga un milagro”, aclara Rafael e invita a las personas para que conozcan el municipio y la comida típica de la región.
“Aparte de encontrar la belleza del paisaje, en medio de montañas de un verde profundo, van a encontrar platos típicos como la bandeja paisa, el pescado y los bizcochuelos acompañados de chocolate. Quien venga y no pruebe los bizcochuelos es porque no vino”.
Las personas que quieran conocer más sobre el pueblo, las tradiciones culturales, las ferias y la fiesta de agua que se realiza cada dos años, el 12 de octubre, pueden visitar la página http://turismopacora.com o en Facebook: Turismo Pácora y agendarse para visitar este pueblo que queda en medio de dos lugares que han sido reconocidos como pueblos de Patrimonio de Colombia, Salamina y Aguadas.
Periodista
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