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Delfines, gamonales, mamertos, artistas, humoristas, principiantes, viejos zorros, de todo hay en este menú que nos ofrece las próximas elecciones al Congreso y a la presidencia de Colombia. Hasta tránsfugas que cambian de camiseta y aspiran a ser reelegidos. (según mi amiga Wikipedia ´Tránsfuga es una denominación atribuida en la política a aquellos representantes que, traicionando a sus compañeros de lista o de grupo -manteniendo estos últimos su lealtad con la formación política que los presentó en las correspondientes elecciones-, o apartándose individualmente o en grupo del criterio fijado por los órganos competentes de las formaciones políticas que los han presentado, o habiendo sido expulsados de éstas, pactan con otras fuerzas para cambiar o mantener la mayoría gobernante, o bien dificultan o hacen imposible a dicha mayoría el gobierno de la entidad´).

Sus campañas carecen de creatividad, son repetitivas, redundantes y lo que es peor, engañosas. Se apropian de políticas oficiales, como es el caso de las viviendas gratis, para decir que ellos y sus partidos entregan casas. Consiguen humoristas para que los caracterizen o abusivamente usan la imagen de deportistas, quienes jamás han autorizado, y sacan provecho de triunfos ajenos.

Los que han discriminado desde sus iglesias a los discapacitados les prometen una ley para ampararlos, algunos cogen de ´caballito de batalla´ la paz con el tricolor nacional, algo que es prohibido, y otros parecen enemigos de ella y juran no ser del partido de una vocal. Hay también quienes promulgan ser los pioneros de la ley para ayuda en el desempleo, la cual ni siquiera se ha reglamentado e implementado.

Saturan los medios de comunicación y la internet con sus campañas, obligando a los televidentes a cambiar de canal, o convirtiéndose en spam para los cibernautas.

Contaminan visualmente los pueblos y ciudades, y prometen trabajo, escuelas, cupos en el Sena, subsidios, becas y las tradicionales tejas con ladrillos y tamales.

¡No hay por quien votar!, y como decía mi abuelita, ¡Que entre el diablo y escoja!

Al Senado y Cámara, los mismos con las mismas, o nuevos, con los mismos discursos. A la presidencia el candidato presidente utiliza toda la maquinaria del estado para sacar ventaja sobre otros candidatos, quienes no fueron capaces de unirse, y elegir uno solo, que le compitiera en franca lid. Vuelvo y cito a mi abuelita ´es pelea de tigre con burro amarrado´, o ´gaseosa mata tinto´, en este caso ´casas gratis y proceso de paz matan oposición´.

Los partidos tradicionales, si no apoyan la reelección, entonces eligen candidatos en discutidas convenciones para luego ser cuestionados y que decir de esa fórmula vicepresidencial, del candidato que aspira a ser reelegido, que no es otra cosa que brindarle un trampolín para una futura presidencia. Además, según esa fórmula, serían dos presidentes con superpoderes, que peligro. Curiosamente, este nieto de expresidente, era uno de los que decía que la vicepresidencia en Colombia no servía para nada. Como cambian estos políticos de opinión tan fácilmente. Cuatro años más con un Chocó olvidado, sin Tercer Canal y plagado de ´mermelada´.

Afortunadamente, para usar una frase de cajón, ´la gente ya no traga entero´. Las redes sociales permiten que los ciudadanos se unan y tomen decisiones transcendentales. Eso era antes que toda la gente votaba sin criterio, hoy son muchos los que tienen voto de opinión y generan opinión.

El voto en blanco es la mejor opción para castigar el clientelismo, la mermelada, las prebendas, la politiquería, el continuismo, la corrupción y todos los excesos de candidatos y gobernantes.

La única forma de protestar legítimamente es no darle la oportunidad a esos malos políticos de sentarse en las curules ni reelegir candidatos que incumplen promesas de campaña y de gobierno.

Los delfines terminan haciendo lo mismo que criticaban, los gamonales en venta y compra de votos, los ‘mamertos’ con discursos mandados a recoger, los artistas llegan y hacen ´debut y despedida´, los humoristas son una risa en el Congreso, los principiantes o novatos nunca harán bancada, los viejos zorros se ´comeran´ las gallinitas, y los tránsfugas seguirán cambiando de partido, como cambiar de calzoncillos.

Tenemos en nuestro poder la fórmula y la solución para poner a tambalear la clase política de nuestro país, ¡Votemos en blanco! No sigamos siendo ´idiotas útiles´ a quienes los candidatos utilizan para ser elegidos y luego olvidan hasta las próximas elecciones.

Usted se preguntará amigo lector ¿y después del voto en blanco qué? Después del voto en blanco debemos unir fuerzas, liderar una verdadera oposición y derrotar esas maquinarias que desangran al pais. Desde la academia, el deporte, la clase trabajadora y quienes generan opinión, podemos acallar esas voces disonantes y desafinadas que rompen nuestros tímpanos con falsas promesas y mentiras perfectas.

¡No hay por quien votar!, ¡Que entre el diablo y escoja! Mejor votemos en blanco.

Ahhh, se me olvidaba, y por el Parlamento Andino, también ¡Votemos en blanco!

giovanniagudelomancera

periodista

síganos en twitter @giovanniagudelo

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