Cuando la puerta se abrió, todos esperábamos toparnos con la imagen de Carolina y comprobar qué efectos había tenido el tiempo en la figura y en las facciones de esa colegiala dulce y angelical -seductora, como una Lolita- que habíamos conocido en el bachillerato.
En vez de eso, nos encontramos con la silueta de un hombre pequeño, regordete, de pelo corto, con un mechón parado al frente -estilo «Tintín»-. La voz femenina que habíamos escuchado segundos antes -pensando que era Carolina- se transformó en una de tono carrasposo y juguetón, como de payaso:
-«¡Hola, ricuritas! No soy Carolina, pero soy más lindo que ella, ¿sí o no?», dijo.
Instantáneamente, el ‘Gordo’ supo de quién se trataba: «¡Quiuuubo, ‘Chiqui’! ¡Qué más, hermano!».
Obvio, era ‘Chiqui’, ese pigmeo burlón que conformó un legendario dúo con el ‘Gordo’ durante su arrasador paso por el colegio. Los apodamos en su momento como «Bart y Nelson», «Tom y Jerry», «Robin y Robin» (ninguno calificaba para «Batman»). Su dossier de bromas incluía la foto que le robaron a la profesora Nancy y que luego pegaron sobre una sugestiva modelo de la revista Playboy, añadiendo la siguiente etiqueta: «Chinos verriondos, les voy a enseñar lo que es bueno para que aprendan. Att. La maestra 69».
Todos rieron descontroladamente al escuchar ese «hola, ricuritas» de ‘Chiqui’. A mí no me causó ni cinco de gracia. Me sentía engañado -y frustrado- al creer que quien había llegado era mi exnovia y no un liliputiense bromista que se había hecho pasar por ella.
Cuando ‘Chiqui’ terminó su entrada triunfal, diciendo que era «más lindo» que Carolina, quise desquitarme y le contesté con algo de veneno, mofándome de esos nuevos kilos de más que ahora lo hacían ver pechugón: «De pronto no es más lindo que ella, pero sí más voluptuoso…». Yo debí haberme detenido ahí, pero -ay, Dios mío, el diablo es puerco- mi boca continuó expulsando burradas: «… aunque, bueno, cualquiera era más voluptuoso que ‘Caro’, ¿se acuerdan que la pobre casi no tenía…?».
«El Jáiver del Ocho»
Yo que pronuncio esas palabras y Carolina que se asoma. Estaba escondida detrás de la pared. Su taxi había llegado al mismo tiempo que el de ‘Chiqui’ y se había dejado convencer de él para anunciarse con su voz femenina y luego hacerse a un lado, permitiendo que el enano hiciera su broma.
Mis excompañeros de colegio sintieron pena ajena y recordaron que, precisamente, me hice famoso en el bachillerato por comentarios desafortunados en el momento equivocado, como cuando dije que la profesora de química tenía cuerpo de recién nacido -sin percatarme de que ella estaba detrás de mí-.
Con toda la razón, solían llamarme «el Jáiver del Ocho» -nombre artístico que me dieron el ‘Gordo’ y ‘Chiqui’, por supuesto-. Esta vez, cuando volví a ‘honrar’ semejante apodo, haciendo referencia al modesto busto de mi exnovia sin saber que me estaba escuchando, el ‘Gordo’ no pudo contener su comentario de rigor: «Con la participación del súper comediante… ¡Jáivercitooo!».
Carolina me miró con seriedad, como diciéndome: «Ahí estás pintado», y entró sin darle mayor trascendencia al asunto, saludando -uno por uno- a los exalumnos de 11C. ‘Chiqui’ se acercó a donde estábamos el ‘Gordo’ y yo. El ‘Negro’ se unió al grupo de conversación, sólo para ser partícipe de mi desgracia.
-«Usted sí es mucho imbécil, Jáiver», dijo el pequeñín, con malicia y en voz baja.
-«¡Ja! Además, el pobre estaba todo nervioso por reencontrarse con su ‘traga’ de quinceañera y vea», agregó el gordinflón.
-«Pero lo más triste -remató el afrodescendiente- es hacer tremendo ‘osazo’, viendo que Carolina llegó todavía más buena de lo que estaba en el colegio. ¡Miren esa ‘deliciosura’!».
El ‘Negro’ tenía razón. La exnovia que yo había conocido era una flaquita adolescente, sexy pero infantil. En cambio, la Carolina que acababa de entrar era completamente distinta: una mujer despampanante y madura.
«¡Yo puedo ser el Batman de esta historia!»
Conservaba el mismo color dorado y tentador en su piel, con la diferencia que ahora se ceñía sobre unos músculos mejor definidos en piernas, cola y espalda, dándole más forma a su delgada cintura. Había crecido unos cinco centímetros desde la última vez que la vi, de manera que su figura se levantaba hasta una altura de 1 metro con 74 centímetros, apoyada en sus tacones finos y de un azul brillante. Su pelo ondulado y largo seguía intacto.
Me volví a enamorar. Los siguientes cinco minutos los pasé mirándola de reojo, sin prestarle atención a la conversación frívola de ‘Chiqui’, el ‘Gordo’ y el ‘Negro’. Monitoreaba sus movimientos y las palabras que le dirigía a todos los que saludaba.
«¿Será que tomo la iniciativa y voy hacia ella?», pensaba. «No, mejor espero a que venga, porque donde yo mueva un músculo me gano otra montada de ‘Robin y Robin’. ¡Ah!, pero no puedo ser tan bobo. Ni que yo fuera un niño acomplejado». Estuve a punto de lanzarme hacia ella, envalentonado y sugestionado por ese video de Coca-Cola que habla de ser héroes. «¡Yo puedo ser el Batman de esta historia!», me dije convencido. «Que vea que yo soy un tipo seguro y con personalidad».
Sin embargo, me frené en seco cuando vi que venía hacia nosotros. Quise hacerme el relajado y me metí a la boca un pequeño puñado de maní que acababan de ofrecernos en un tazón. Ella saludó con afecto a mis tres contertulios y me dejó de último. Se quedó mirándome cariñosamente, con algo de misterio, y yo me apresuré a decir «hola», con tan mala suerte que un pedazo de maní salió volando desde mi lengua. Hasta ahí me llegó el impulso de superhéroe. La sangre me llenó de color las mejillas y el ‘Gordo’ aprovechó tremendo papayazo: «¡Tenía que ser el Jáiver del Ocho!».
Carolina sonrió con despreocupación, sin dejarse contagiar por la carcajada exagerada de los demás. «Hola, Andrés», dijo, recordándome que ella fue la única persona en el colegio que siempre me llamó por ese nombre. Sin darme tiempo para contestar, continuó: «He leído tu blog y tengo una duda». La primera historia que escribiste fue sobre una exnovia que se iba a casar. ¿Te referías a mí?».
*Próximo miércoles, desde las 7 a.m.:
‘Carta abierta sobre una exnovia (tercera y última parte)’
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*Si se lo perdió…
‘Carta abierta sobre una exnovia (primera parte)’
‘¿Usted se ha dejado idiotizar por un bebé? Yo sí’
‘Cuando las mujeres pelean con la comida’
‘Nota a los lectores: los días de este blog están contados’
‘Algunos hombres no bailamos por gusto, sino para ‘levantar’ ‘
‘Si yo trabajara con una moto, también me metería entre los carros’
‘Así me agarré con mi novia en un trancón de dos horas’
‘Estoy llegando a los 30 y no tengo maestría’
‘Testimonio (inventado) de una reina de belleza pobre’
‘¿Sufre usted de torpeza social?’
‘Cuando uno se aburre del trabajo’
‘Si quiere conquistarla… pertúrbela’
‘He aquí el porqué las mujeres no pagan la cuenta’
‘La primera vez de un turista colombiano en Estados Unidos’
‘Viajando en avión por primera vez’
‘Cuando los gordos hacen ejercicio’
‘Mis ‘archienemigos’: los zancudos’
‘¿Por qué los hombres feos despreciamos a las mujeres feas?’
‘¡Alerta! ¡Mi mamá tiene cuenta en Twitter!’
‘¿Es ud. adicto a la impuntualidad? Yo sí’
‘Cuando una mujer se aprovecha de un hombre’
‘Si yo fuera empleada del servicio… sería igual de confianzuda’
‘Las costeñas me intimidan’ (del libro ‘A usted también le ha pasado, ¡admítalo!’)
‘Si yo fuera taxista… sería igual de atravesado’
‘Trabajo como ‘independiente’ y… ¡me estoy volviendo loco!’
‘La necesidad tiene cara de olla – Yo hice fila con sobres de Ricostilla’
‘Malentendidos entre hombres y mujeres – Segunda parte’
‘Malentendidos entre hombres y mujeres – Primera parte’
‘Chistes tontos de la infancia’
‘Las ‘supervacaciones’ de mi mamá me aburren’
‘Nos fascinan las ‘lobas’, ¿por qué a ellas no les gustamos los ‘lobos’?’
‘La bendita maña de decir mentiras’
‘Cosas que nos pasan a los hombres en baños ajenos’
‘Sudando en el peor puesto del TransMilenio: la puerta’
‘Sobreviviendo a los lectores criticones de mi blog’
‘Almuerzos de mujeres: ideales para entenderlas mejor’
‘Cuando los hijos regañan a sus papás como niños chiquitos’
‘Mujeres que le tienen fobia al motel’
‘El arte de ‘levantar’ en la oficina’
‘Sobreviviendo como asalariado a la reestructuración de una empresa’
‘Shows de mujeres que hacemos los hombres’
‘Esta es la historia (que me imagino) de unos taxistas que golpearon a un par de pasajeros’
‘¿Cuándo será mi última ‘faena’ entre sábanas?’
‘Si yo fuera celador, sería igual de insoportable’
‘Salí del país, me unté de mundo y ahora soy mejor que ustedes’
‘Querido Niño Dios: te pido que mi familia no me avergüence en la fiesta de Año Nuevo’
‘Que alguien me explique los gozos de la novena de aguinaldos’
‘Manejo como una dulce anciana’
‘Mi tía, la invencible, tiene el superpoder de la intensidad’
‘Muéstrame tu foto de perfil en Facebook y te diré cómo eres’
‘¿Por qué los colombianos nos creemos «la verga»?’
‘¡Deje el resentimiento contra los ricos!’
‘Soy muy cobarde; le tengo pavor a las peleas’
‘Mi abuela es más progresista y liberal que sus hijas’
‘Es cierto y es un karma: los hombres pensamos siempre en sexo’
‘Respuesta masculina a cosas que ellas nos critican en la cama’
‘Carta de un hombre que no ve fútbol, ni le gusta, ni le importa’
‘A mí me tocó aprender a bailar con mis primos’
‘¿Por qué las mamás pelean cuando hacen oficio?’
‘Así es, aún vivo con mi mamá’
‘Si su nombre es ‘guiso’, usted tiene pasado de pobre: att. Jáiver’
‘Salir con… colombiana vs. extranjera’
‘Volví con mi ex… suegra, pero no con mi ex novia’
‘Qué miedo empezar una nueva relación’
‘Me salió barriga; ahora sí salgo a trotar’
‘Así se sufre una temporada sin trabajo, ni novia, ni plata pa’ viajar’
‘Qué difícil ganar una beca cuando no se tiene pasado de ñoño’
‘Mi mamá habla un mal español; mi papá, un pésimo inglés’
‘Sí, soy metrosexual… y usted también, ¡admítalo!’
‘¿Cómo se atreve mi ex novia a casarse?’
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Para Andres, los amores de adolescencia son mejores asi como el suyo, que se quedaron en lo potencial pero nunca fueron, esa novia del colegio sigue siendo suya en su recuerdo, nadie le va a quitar eso. Mi novia de la adolescencia en uno de mis mas lindos recuerdos, ahora cada uno casado por aparte, cada vez que nos vemos solo compartimos una sonrisa complice porque para los dos es un momento feliz, que se quedo congelado en el tiempo y asi es mejor.
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hahahahahahaha se tiene confianza la vieja, este man que va a hablar de ella. Ni que hubiesen salido del colegio el año pasado!! hahahahaha estan muy buenos los ultimos Blogs
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Les cuento que alguna vez me paso algo muy parecido en mi adolescencia… despues de dos años de no ver a una exnovia, hablamos y nos pusimos una cita en un centro comercial, por alguna razón del destino ese día llevaba puesto un saco blanco con un polo del mismo color, cuando nos vimos hacia un calor intenso por lo cual me tenia un bonice rojo, de los nervios de verla nuevamente, aprete muy duro el refresco y… plash!!! adios saco y polo blanco… cuando lo recuerdo aun me sonrojo y me da verguenza….como decia mi abuelito el recordar es vivir.
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AHHHHH, TENAZ QUE INCOMODA SITUACION, PERO BUENO; TAL VEZ ELLA TE RECUERDE DE OTRA FORMA MAS GRATA,TENIENDO EN CUENTA LOS BUENOS MOMENTOS QUE ESPERO HAYAN TENIDO EN EL COLEGIO.
LOS QUE SOMOS IMPRUDENTES EN ALGUN GRADO NUNCA LO DEJAMOS DE SER. QUE BUENA DESCRIPCIÓN ME IMAGINÉ LA ESCENA TAL CUAL, ME QUEDO INTRIGADA…. DILE QUE CUALQUIER PARECIDO DEL TEMARIO DEL BLOG CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA………………
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eso solo le pasa a jaiver y al chavo y algunos cuantos mas
jejejejej
que buena historia, y ahora esperar 8 dias………….
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Nooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!
8 días más????
nooooooooooooooooo
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ja ja ja ja me gustó.
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Genial esta entrada… de verdad uno puede ser de un cretinazo impresionante, en especial delante de las viejas que le gustan a uno. Si que me ha pasado eso…
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¿Cómo así? si en la primer historia dice textualmente: …Seis meses después de haber terminado, ella publica en su Facebook un nuevo estatus de «comprometida»…
Detalle: Si ellos se graduaron en el año 1.999 debieron estar cuadrados antes de la promoción y para ese año no existía el Facebook (se lanzó el 4 de febrero del 2004), así que no me cuadra el comentario de Carolina. La primera historia del blog debe referirse a otra exnovia, no? Es simple deducción.
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JAJAJAJAJAJ ESTO ESTÁ BUENÍSIMO ….. PERO OCHO DÍAS???? DEFINIITIVAMENTE M TOCA CULTIVAR MI PACIENCIA PARA DISFRUTAR LO BUENO ….
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Buenisimo!!! que lastima que se nos va acabar muy pronto!!! Espero que los que faltan sean igual de buenos!!! Gracias por alegrar las mañanas de los miercoles!!!
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Me he emocionado un montón con esta historia, sobre todo porque terminé casada con mi traga del bachillerato, tuvieron que pasar 14 años para que prosperara, siempre es bueno recordar esos momentos de colegio.
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nooo esto esta mas largo q la triologia del señor de los anillos! jajajaja, casi me caigo de la silla de la risa al imaginarme el mani saliendo en camara lenta jajajaja, como va a hacer falta los miercoles andres….esperando la proxima semana el retorno del rey!!
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Jajajajaja Andres, esto esta buenísimo, pero esperar 8 días? Quiero seguir riendo… muy buen post felicitaciones, ya quiero ver con que perla le salió a su ex, luego de esa pregunta. Nuevamente felicitaciones y gracias por mostrarme que los recuerdos me alegra de vez en cuando, principalmente en mis horas «tediosas» de oficina.
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no hermano, pensé que muchas de las cosas que le pasaron a ud solo me pasaban a mi, aunque me falta vivir, si me ah dado algunas pautas a seguir y no seguir!!!. Descubrí que ud existía hace una semana, y desde entonces me eh leído todo lo que ah publicado…todos son muy buenos, los relacionados con las mujeres, con sus novias y sobretodo estos de la carta abierta a la ex novia, como carajos!!!! pero como carajos!!! me va a dejar esperando una semana pa saber que hablo con carolina,por que como la describe, que mamasota!!! jejeje hermano lastima que se termine este blog pero espero leerlo proximamente con lo que tiene planeado. buen dia.
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Ohh por dios, creo que el sentimiento de incomodidad debió ser terrible, ademas, de la imprudencia propia de aquellos que siempre buscan (mos) salir a flote y nos terminamos hundiendo… Carajo, son esos amores de adolescencia los que más se recuerdan, los que a raticos duelen, y que cuando ocurren esos extraños reencuentros, tienden a pasar unos fiascos….
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