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Encuentro Papa Francisco y Donald Trump

Hoy analizaremos el encuentro entre el Papa Francisco y Donald Trump desde el punto de vista del lenguaje corporal. Los titulares de prensa nos han dicho que el encuentro fue frío y distante, que el Papa estaba apurado por finalizar el encuentro y que no fue del todo cordial.

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¿Qué tan cierto fue?

El contexto del encuentro era controvertido. El Papa había calificado de anticristiana la intención de poner muros, en clara alusión a Trump, quien por su parte, había dicho que juzgar su fe era algo desgraciado.

El tono y ambiente del encuentro entre un político y un Pontífice (o líder religioso de cualquier credo) es siempre diferente que un encuentro entre dos políticos. Hay un protocolo claro en encuentros en la Santa Sede, que consiste en un saludo inicial, una foto al lado de la puerta, el Papa invita al dignatario a sentarse en el escritorio, luego se pasa al pasillo, la entrega de regalos y la despedida. Todo está rodeado de fotógrafos y es algo más bien protocolar.

¿Qué observamos? Un saludo inicial cordial, con una sonrisa política de parte de ambos. Poco a poco Francisco se va sintiendo más en confianza y es capaz de esbozar una sonrisa completa. El paso a la fotografía en la puerta ciertamente hace notar una mayor tensión en Francisco, quien se siente algo apresurado porque el momento sea rápido. He comparado el tiempo de toma de fotos de éste encuentro con Donald Trump y con otros mandatarios como Obama y ha resultado ser más largo de lo esperado. Francisco no puede disimular su afán. Sin embargo, en todo análisis de lenguaje corporal es preciso tomar en cuenta el contexto, así que no encuentro que su actitud se deba a su invitado, sino al mismo protocolo que requiere agilidad. Luego Francisco dirige al escritorio a Trump, y lo toca en el codo, un gesto cercano, que por ejemplo no tuvo en la visita que le hizo Obama en 2014.

En el momento del escritorio, es preciso apuntar que la configuración del espacio está diseñada para que el Papa tenga las manos arriba del escritorio, para que sus manos sean visibles, mientras que la de su invitado no, de hecho hay un ornamento dispuesto para impedir que las manos del invitado se posen encima del escritorio. ¿Por qué? Porque permite que el invitado sea percibido de forma más recogida, más humilde, y que el Papa no pierda el protagonismo como anfitrión y líder espiritual.

Observamos un par de gestos interesantes en la comunicación de Francisco y es la mirada hacia abajo, en actitud reflexiva, introspectiva, de líder espiritual, y también vemos cómo su rostro comunica empatía a través de la mirada, un solo movimiento de elevación de las cejas basta para abrir la conversación, comunicar interés y calidez. En este momento es posible ver a un Papa sonriente.

La entrega de regalos permitió apreciar a través del símbolo el mensaje de paz que el Papa tenía para Donald Trump. Le obsequia una medalla, donde la rama de olivo rompe la guerra y trae la paz, ese fue el mensaje, que en esta ocasión, un Francisco con rostro serio, le comunica a Trump. El momento es solemne, es el momento de la comunicación más profunda. Por su parte Trump le obsequia unos libros pertenecientes a Martin Luther King, pero es claro que Trump no aprovecha el símbolo para comunicar algo relevante.

Luego la salida permite ver una despedida cálida, con un apretón de manos equilibrado. Recordemos que Donald Trump en sus saludos a dignatarios suele ofrecer la mano con la palma hacia arriba, concediendo el saludo dominante a su interlocutor. En esta oportunidad el saludo es equilibrado, no hay lucha de poder.

En conclusión aunque fue visible en el Papa una mayor introspección al inicio del encuentro, el transcurso del mismo se dio de una manera cordial, hubo intercambio de sonrisas, incluso el Papa se permitió una broma con Melania Trump. De acuerdo al lenguaje corporal es preciso señalar que las lecturas sobre distancia, tensión, frialdad son lecturas realizadas usando imágenes fuera de contexto y con opiniones basadas en la simpatía o antipatía que generan los protagonistas.

Por ejemplo, observemos esta foto que fue encabezada como “El Papa estaba deseando acabar el posado con Trump”, aunque literalmente es cierto, la atribución al por qué es donde está el error, no estaba deseando acabarlo porque fuera justamente Trump su invitado, sino porque en relación al protocolo estaba siendo demasiado extenso, y como verás en el video de análisis luego Trump dirige amablemente, incluso tocando a Trump, al escritorio.

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De hecho la fotografía es tramposa, porque toma al Papa en retirada, y un gesto habitual del Papa al caminar y es mirar hacia el piso. Comparado con Obama son dos momentos y dos contextos diferentes y no comparables entre sí, en el análisis en video podrás ver cómo el Papa también sonrió con Trump y también tuvo gestos de seriedad con Obama. Y tanto Trump como Obama tienen rasgos de carácter y personalidades muy diferentes.

Y acá puedes ver el análisis en video:

El análisis de lenguaje corporal nos permite dar lecturas más ricas de las emociones de los individuos, y nos permite comprender de forma más profunda la riqueza de la comunicación humana.

¡Es el momento de vivir una vida extraordinaria!

¡Hasta la próxima!

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