Cuando me piden que me defina me gusta decir que soy una diletante profesional, porque como se estilaba en el renacimiento me gusta transitar las autopistas imposibles de la imaginación. Un día me ofrecieron dirigir el festival Cine a la Mesa.
Aquí estoy. A punto de presentar la Cuarta Versión, con mi primera dirección de un festival hermoso, incluyente y totalmente volcado al delicado y mágico mundo de los fogones. Un mundo donde la palabras, las salivas y la invención personal se han ubicado en la mente de todos.
En el mundo solo existen cinco festivales dedicados a las Artes Culinarias y solo Cine a la Mesa lo hace en Colombia. Con tanta exclusividad no fue tan difícil. Eh, pero cuidado, lo que en el papel fue fácil en la práctica fue muy complicado. La respuesta siempre es la misma: los felicitamos pero ustedes tan pequeños no merecen nuestro dinero. Lecturas entre líneas. Son muy astutos para redactar sus respuestas tipo. Ya están escritas.
Pero, como decimos al que le van a dar le guardan, El festival ha tenido unos aliados maravillosos, porque decidimos que sería en el Centro de Medellín, lugar que se ha convertido en una apuesta de la última administración, que con la Cinemateca, la Gerencia del Centro con la acertada dirección de Pilar Velilla y Sofía López acompañando todas las iniciativas cinéfilas y la Fundación EPM, Cine a la Mesa , es ahora una realidad.
La otra suerte la encontramos con la elección de España como país invitado. BBVA nos cedió la película de la gira de los hermanos Roca por América Latina. En el capìtulo sobre Colombia se nota el amor por las frutas y los mercados que los Roca sienten por nuestro país. Desde el festival de San Sebastián viene fresca y maravillosa la película Bihar Dok 13, documental que inaugurará, con la presencia de uno de sus directores, Aitor Bereciartua y un posterior conversatorio con Victor Gaviria, La Cuarta Versión repleta de cine, cocinatorios, charlas y las últimas producciones de chefs tan aclamados como Quique Dacosta, Andoni Aduriz, o nuestro estimado Aníbal Criollo. Aposté por el Centro de Medellín porque quise rendir un homenaje a sus Retretas del domingo en el Parque Bolívar, por su Astor y la torta negra que sirven primorosamente, por las calles atiborradas de suspiros, vendedores caos y humanidad. Porque para mí Medellín siempre será el Centro y el festival que dirijo tendrá allí su escenario del 22 al 24 de noviembre del año en curso.
Están todos invitados a vivir con los fogones con imágenes que sorprenden, enamoran y devuelven los recuerdos posibles, las frases del futuro y el pasado. Historias que pueden contarse con la lumbre y los fuegos ligeros del yantar.
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