A muchos emprendedores nos pasa que preferimos hacer crecer la marca comercial de la empresa. Eso es muy bueno, siempre y cuando a la marca le vaya bien, que es a lo que todos le apostamos, pero que no siempre sucede. De hecho, el porcentaje de emprendimientos exitosos después de dos años no es muy alto, pero ese es tema para otra entrada. Crear marca ayuda a validar lo que somos como profesionales, aunque no nos vaya bien. La experiencia de tener empresa (y quebrarla) nos valida; dicen que es mejor asociarse con personas que han quebrado varias empresas porque esperamos que hayan aprendido de sus errores. Confiamos en que no los van a volver a cometer. En cambio, alguien sin experiencia no nos genera tanta confianza y, así como nos pasa a nosotros, les va a pasar a nuestros potenciales socios. Ahora, ¿cómo van a saber qué experiencia tenemos si no la contamos? Uno no pone en la hoja de vida -o en la experiencia- “Creé una empresa en 2010 y quebró en 2012”. En nuestra sociedad eso aún se siente incómodo, aunque cada vez menos, afortunadamente.

Hay que contar la historia

A veces creamos startups que alcanzaron cierto nivel de reconocimiento, y eso abre puertas. ¿No les pasa que cuando les presentan a alguien y ustedes ya han escuchado algo de ellos, les cae mejor? También pasa cuando nos presentan a nosotros, pero para eso hay que contar nuestra historia. Mis emprendimientos no han sido tan reconocidos como quisiera, pero cuando alguien conoce lo que he hecho (aunque no me haya ido bien) hay más confianza, como que la sonrisa es más grande cuando me reconocen de alguna cosa. Esta es la hora en que algunos me siguen reconociendo por los PremiosTW aunque pasé 4 sin hacerlos. Pero no me reconocen tanto por las cosas que he hecho del 2015 para acá, como DecideNow (una plataforma de listening o captura de datos en redes sociales, que no seguí impulsando), o Trend House (mi agencia de Marketing de Influenciadores). Hago Colombian English, que nació más como un hobby y me hace reír, pero no mucha gente sabe que es mío. O por este blog en El Tiempo. De hecho, a lo que ando dedicado ahora es a asesorar emprendedores, enfocándonos en marca personal y estrategia digital (valga la cuña, toda la información la encuentran en mi página personal omargamboa.com). Pero uno no cuenta en el blog de la empresa cuando fracasa, primero porque si ya fracasó para qué escribe en el blog de la empresa. Segundo, porque el tono en ese blog debe ser (en general) más corporativo, más formal. Uno habla como la empresa. Pero en el blog personal (el mío está en omargamboa.com/blog), cuando se escribe desde la perspectiva del emprendedor y no de la empresa puede darse libertades que no tiene al otro lado. Puede contar lo que siente, lo que piensa, cómo le fue, y lo que aprendió, aunque haya fracasado. Eso genera mucha confianza, eso valida. Por eso hay que contar la historia, y hay que construir marca personal. Las empresas y las marcas van y vienen, pero tu nombre va a estar contigo toda la vida. Y si uno empieza a construir buen nombre el siguiente emprendimiento va a tener un poquito más de respaldo solo por eso. Ya no se arranca de ceros en términos de mercadeo. Cuando uno conoce una empresa nueva, pero le dicen «es del mismo man de Mensajeros Urbanos», uno dice «uy, eso debe ser bueno» (yo siempre le presto atención a los nuevos emprendimientos de Rafa Socarrás, a lo que hace Manuela Villegas o al argentino Leo Piccioli, con quien hemos conversado últimamente por redes sociales).

¿Y cómo construyo mi marca personal?

Hay muchas maneras. Como dice mi amigo Mauricio Jaramillo, no hay dogmas, no hay reglas ni métodos infalibles. Sobretodo porque cada caso es diferente. Pero hay técnicas que ayudan a guiarse en el proceso. Una es que se asesoren de alguien que sepa del tema. Por ejemplo, conmigo, así casual, jajajaja. De eso hablé en la entrada «¿Cómo crear tu marca personal?«. Y, como todo, también se puede aprender con Google: hay montones de cursos, tutoriales y listas de consejos. En conclusión, sí vale la pena crear la marca personal y no enfocarse solamente en la comercial. La comercial puede ser más grande que nosotros como individuos, pero la personal nunca se va a ir de nuestro lado. @OmarGamboa
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