No creo que haya alguien más fan de Soda Stereo que yo. Y no pienso discutirlo con nadie. Claro, eso decimos todos los que creemos que somos los más amantes de Soda, Cerati incluido. Y como muchos que fuimos al concierto, salí medio vacío. No diré desilusionado, porque no llevaba una ilusión muy grande, sabía que no iba a ver a Cerati resucitado (como dijeron en Twitter tantos críticos de los que criticamos el concierto).
Empecemos por lo bueno. Excelente producción. Esas pantallotas de lado a lado estaban increíbles, qué imágenes tan bonitas, qué bien se veían los videos. También estuvo interesante ver videos inéditos de la banda en sus inicios, como la sesión de fotos en México, o a los tres echando remo en una canoa. Obvio también fue bacano contar con invitados ‘top’ como Chris Martin (Coldplay), Juanes y Gustavo Santaolalla. Bueno, todos los invitados (excepto Benito Cerati y su divez, pero es opinión personal).
Yo no soy de los que fue con expectativas muy altas. Esperaba que la banda tocara con la calidad de siempre y así fue, esperaba unos cantantes en vivo y otros en video, y así fue. El problema fue que en ningún momento se sintió una conexión entre los artistas y el público. Pareció un checklist de canciones y ya, un libreto de show en el que no podían salirse 3 segundos de lo ensayado tras bambalinas, entonces los invitados salían, cantaban, se despedían y ya. En algún momento Rubén Albarrán dijo «Hola Colombia» y Andrea Echeverry algo tipo «qué chimba Bogotá». Bueno, al principio del concierto en las pantallas pusieron un letrero «Hola Bogotá», con letras blancas en fondo negro, que uno hace en 30 segundos. Pregúntenle a mi amiga Alejandra Melo, que es una dura en Paint.
No me cuentes. Hazme sentir.
En la vida, el cariño no se gana gastando un cojonal de plata en un regalo, sino de lo que el detalle me haga sentir. El mejor papá no es el que le regala un yate a su hijo sino el que está presente y lo acompaña en los momentos importantes de la vida. Bueno, a mí no me han regalado un yate entonces solo supongo, pero debe ser lo mismo con carros, casas y becas (que tampoco me regalaron, les fallé como ejemplo). En fin, por eso uno suele querer más a la mamá, porque ella es la que conecta emocionalmente con uno. Las mejores películas no son las que costaron cientos millones de dólares en producción, sino las que nos emocionan, las que cuentan una historia con la que uno se identifica, las que hacen que ella se te recueste en el hombro, o que ponga la cara en tu pecho y así no ver al asesino (sígueme para más consejos de cómo conquistar a la que te gusta).
Eso le faltó al concierto de Soda Stereo: conexión con el público. Emoción. Que sí hicieron en «Sép7imo día» del Circo del Sol. Eso fue lo que hizo que el concierto de Backstreet Boys fuera un éxito, me contó una amiga. Los gringos no tienen ni la tercera parte de canciones que Soda, pero con eso les bastó para hacer regresar a la gente a su adolescencia, volverse quinceañeras alborotadas y hacer la coreografía de los videos. Todas salieron felices y sintiéndose más jóvenes y bellas. Pregunten y verán.
Y eso aplica para todo en la vida. Ustedes pueden ser el gran partido, tener propiedades en Miami, una camioneta para cada día de la semana, pero si no hacen sentir nada a su pareja, pues se les va a aburrir. A menos que a ella le guste la gasolina y las camionetas la emocionen. Casos se han visto. Mejor dicho, si tienen una novia que de regalo les pide una Flor… Explorer, no sigan leyendo.
Pero para el resto de mortales, lo importante es cómo haces sentir a la otra persona. Las emociones son las que conectan, las experiencias. Y -no me voy a cansar de decirlo- también aplica para las marcas. Las marcas que más nos gustan, a las que más les compramos, son las que en marketing llamamos ‘Love brand’, las que se hacen querer.
Cuando armamos la estrategia para la marca de algún cliente, lo primero que se busca es la conexión con las audiencias, con los clientes. ¿Saben por qué a las iglesias de origen brasilero les va tan bien? Porque emocionan a sus seguidores y terminan diezmando felices. O ventieando, treintiando, cincuentiando, sin problema. Dichosos comprando el cielo. Seguro conocen casos.
Marcas que se hacen querer, que venden emociones (más que productos) hay muchas. Netflix, Coca-Cola, Johnson & Johnson. Uno se puede poner una camiseta de Apple, con la sola manzanita en el pecho, pero no una de Lenovo, a menos que trabajes ahí. Las personas que enseñan PNL conectan muy bien con sus estudiantes, por lo mismo. Porque emocionan.
Por eso en el marketing, en la construcción de marca (personal o comercial), y en todo en la vida, lo importante es conectar con las personas. ¿Quieres que haga algo por ti? Hazme sentir que lo harías todo por mí.
¡Chau!
Les dejo otras entradas que quizás les pueden interesar: «Cómo optimizar el tiempo: No trabajes más, trabaja mejor«, «¿A qué hora nos jodimos tanto la vida?«, «¿Cómo crear tu marca personal?«, «Que el trabajo no nos robe la felicidad».
La semana pasada les conté del Taller de Contenidos en Redes Sociales y Blogs que voy a dar el 18 y 19 de marzo en Bogotá. A los que me han preguntado si es virtual, aún no. Por ahora lo tengo preparado para ser presencial, pero estoy viendo si sacamos una versión virtual, buscando una plataforma para eso, o si lo hago por Skype, Hangout o alguna herramienta de ese estilo. Les confieso que me gusta presencial porque así se conecta más con los asistentes (ya que hablamos de conexión).
En el taller respondemos dudas como qué tan seguido publicar, en qué redes sociales, qué tipo de cosas publicar y qué no. Qué herramientas son buenas para generar contenido, fácil, rápido, sin complicaciones. ¿Cómo hacer para que mi contenido, mi blog, me ayude a conseguir clientes? ¿Qué tan seguido publicar en mi blog? ¿Cómo armar mi blog?
Mejor dicho, todo lo que he aprendido en estos 10 años (la viejera) escribiendo blogs y publicando en redes sociales, lo vemos en ambos talleres.
Les dejo el enlace, que además tiene precio especial para madrugadores, hasta el domingo.
Este es el enlace: ¿Cómo hacer contenido que cautive en Redes Sociales?
Ahora, en Facebook me preguntaron si se puede en otras ciudades. Si a alguno le interesa, ayúdenme y lo montamos. Me pueden ayudar a conseguir algunos otros asistentes y lo hacemos de una. Y el que me ayude va sin pagar con un invitado, en agradecimiento por la ayuda. Creo que con 10 personas por evento ya podríamos garantizar la fecha. En Facebook me escribieron de Barranquilla, entonces ya solo faltan nueve, jajajaja.
Eso es todo, nos leemos acá la próxima semana, o antes si algo extraordinario ocurre. También estoy en LinkedIn, Twitter, Instagram y Facebook.
Como siempre gracias por leer y por sus comentarios. ¡Se les quiere!
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Algunas entradas anteriores: «La verdad de vivir solo«, «El país de la doble moral«, «La DIAN nos tiene jodidos«.