Escarbando entre mis viejeras digitales, me crucé con este post que alguna vez compartí. En ese entonces no tenía blog, sino que lo hacía en las Notas de Facebook. Hace más o menos un jurgo. Este post, escrito por Hernán Casciari, habla de Facebook y fue escrito en el 2009. Lo curioso del tema es que sigue siendo vigente.
Hernán Casciari, argentino, es para mí uno de los mejores blogueros en el universo y sus alrededores. Para quienes lo quieran leer, su blog (que ahora es editorial) es http://editorialorsai.com/
Pero sigamos, no más carreta y más contenido.
Melancolía de mujeres analógicas
por Hernán Casciari
Me encuentro con un viejo compañero de la primaria que no veía desde los años ochenta, y del que tuve noticias a través de una red social. Nos citamos en un bar del centro, nos palmeamos con cariño falso, pedimos unas cervezas. Le digo: “Qué increíble, para lo que acaba sirviendo Facebook”. Se ríe fuerte, como si le estuviera tomando el pelo: “Si Facebook sirviera solamente para encontrarme con vos, gordo boludo —me dice—, yo no tendría banda ancha en casa. A mí Facebook me cambió la vida, pero de verdad”.
—¿Para tanto? —le pregunto.
—Mirá para afuera —me explica—. Imaginate que todas las mujeres que están pasando ahora por la calle tuvieran un cartel en el culo que dijera ‘estoy en una relación complicada’, o ‘soy soltera’, o ‘solamente busco amistad’, o incluso ‘me interesan los hombres y también las mujeres’…
Hago lo que dice mi amigo: miro por la ventana del bar hacia la calle y veo la primavera de Barcelona en su esplendor: holandesas, suecas, nativas, maduras y jovencitas, diferentes colores y tamaños; hay de todo en la viña del Señor.
Mi amigo me aprieta el brazo y me dice:
—Imaginate que aquella que está por cruzar la Diagonal tuviese un cartel que dijera: ‘Hace doce días que estoy deprimida’. Tener esa data de primera mano, Hernán, hacer cálculos mentales y abordarlas a todas.
—Te estás excitando, calmate —le digo a mi amigo.
Pero él sigue con su verborrea:
—¿Cuánto hubiéramos simplificado el enfoque de la seducción, hace diez, hace quince años, de haber tenido esos guiños entre las conocidas del colegio, de la universidad, de las compañeras de trabajo, de las ex novias?
Me lo imagino; mi amigo tiene mucha razón.
—La mujer analógica, la del siglo pasado, esperaba que vos te dieras cuenta de ciertas cosas. ¿Te acordás las preguntas que uno se hacía antes? ¿Tendrá novio Estelita? ¿Qué música le gustará? ¿Será buen momento para abordarla? —rememora mi amigo— Ahora la mujer digital te lo indica en el perfil del Facebook. Cualquier conocida de la oficina, cualquier amiga de una amiga, te avisa si se peleó con el novio, te explica si le gusta Neruda o si le gusta Bucay, te pone fotos de las vacaciones en Ibiza, para que la veas medio en bolas…
Cierra los ojos y sonríe. Continúa:
—¿Cuánto tardábamos, en los ochenta, para ver en bikini a la chica que nos gustaba? ¡Había que esperar al Día de la Primavera, que alguna se emborrachaba en el parque, o a que te invitaran a una pileta en verano! No, Gordo, la vida mejoró mucho…
—Bueno, pero supongo que tampoco será tan fácil.
—Hay desventajas, claro —matiza—. Te podés ensartar, como toda la vida. Te podés despertar con un bicho a la mañana siguiente… Pero en Facebook hay escaramuzas, hay trucos que te proporciona la experiencia.
—¿Por ejemplo?
—Alejate de las mujeres que ponen la fecha de nacimiento sin indicar el año: a ésas ya se les cayeron las tetas. Escapá de las que cuelgan muchas fotos de sus mascotas: son depresivas. Ni se te ocurra encarar a las que te parecen lindas pero tienen todas las fotos en contrapicado: son gordas con complejo de papada. Si dicen estar “en una relación difícil” y tienen más de treinta fotos besando al mismo tipo, en diferentes épocas, borrate: después de coger, lloran.
—Impresionante —le digo con sinceridad.
—Hay que estar atento a las que, en la imagen del perfil, ponen una foto sacada por ellas mismas en el baño. A ésas, les decís cuatro piropos en el Muro y las tenés comiendo alpiste. Atento a las que ponen fotos viajando por el mundo con una amiga, siempre la misma amiga: son fiesteras. Pero ojo —matiza mi amigo—: tiene que ser fotos por el mundo; si viajan por su propio país, son histéricas. A las que ponen una imagen de ellas cuando eran chiquitas, en color sepia, les gusta el sexo duro. Las que dejan vacío el ítem sobre intereses musicales, prefieren pagar el hotel a medias.
Mi antiguo amigo de la primaria me atiborró de consejos, pero sólo me acuerdo de estos pocos para compartir hoy con ustedes. Habló durante más de una hora, sin parar. Y después dijo que debía irse a una cita con una mujer que había conocido en la estación Verdaguer.
—Me tiemblan las manos —me confesó antes de salir del bar—. Esta mujer que conocí en el metro me dice que no tiene Internet. No sé nada de ella, nunca vi fotos, no sé de qué carajo le voy a hablar.
—¿Y para qué vas, entonces?
—Es que últimamente me calientan mucho las mujeres analógicas. Tienen olor a infancia.
Hace una semana les mencioné que iba a ser una semana ocupada y por eso me tomé el atrevimiento de «reciclar» un post. Pero si les gustó tanto como a mí, se vale. Esta noche salgo para Cúcuta al evento Proyectando 2015. Con Heineken me iba a ir a Rock en Rio, pero mejor me voy a Cúcuta. Así de patriota soy (no mentira, es que no gané el concurso).
Esta semana no les traigo un recomendado sino dos. Primero, viene la exposición #RetratosHablados de Bogotart. Es del 30 de septiembre al 7 de octubre, en la Cra 59 #90-51, en Bogotá. Les dejo el enlace en facebook: https://www.facebook.com/events/1641858829433418/
Por otro lado, ayer me invitaron al estreno para prensa de «Sicario: Tierra de Nadie», protagonizada por Benicio del Toro, Josh Brolin y Emily Blunt. Los tres tienen actuaciones impecables. La película fue nominada en Cannes. Les cuento que me pareció muy buena, vive uno tensionado de principio a fin, no se sabe qué va a pasar. Habla del problema del narcotráfico y los narcos mexicanos. La película se estrena el 8 de octubre, para que estén pendientes. Les comparto el trailer.
Nos leemos el próximo jueves. Chau.
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Igual les recomiendo algunas entradas anteriores: “Le pasó a un amigo: Un día Juliana llegó“, “La fórmula para escoger alcalde“, “Estamos mendigando un servicio“.
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Omar gracias por reciclar…. me encanto el blog. Y gracias por cumplirle a tus clientes de los Jueves…. ahora sí contrato colombiano!!!
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Jajajaja. Gracias Diana!! Hay que cumplir, ante todo la responsabilidad 😀
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Buen día.
Omar, si, excelente post. Soy sincero y también prefiero a una mujer analógica y trato de conservar esa mística y romanticismo que me ha tocado en las épocas que escasamente había un numero fijo para llamar,aunque las redes hoy día fasilitan mucho las cosas, no como antes, que te tocaba investigar, llamar al fijo de la casa y que te contestara el papa, la mama o el hermano, jajajajajja, esas épocas, o si querías verla en ropa mas suelta, te tocaba esperar el paseo a la piscina o al rio por lo menos, jajajajjaa..
Buen día para todos, un abrazo Omar, gracias por el post, y pues pailas con el Rock en rio, para la próxima será .
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Gracias Mauricio. Ah, épocas bonitas. Ahora no hay romance de verdad.
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Omar, excelente post. Qué buena reflexión y hasta auto reflexión la que hice mientras leía. Mujer analógica, parece ser entonces mucho más interesante 🙂
Éxitos en tu evento. Gracias por escribir y tomarte el tiempo para dejarnos algo a quienes te seguimos fielmente…me encantó porque no lo había visto.
Un abrazo!
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Pues… la verdad, yo extraño mucho esa época. Quizás en una siguiente entrada hable de eso.
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jajaja, en efecto el face tiene sus ventajas, pero nada como conquistar a la antigua.. el escoger, el acecho, el trabajo investigativo, y finalmente la caza. esa caza tiene mejor sabor, tiene un ingrediente no se… como de mejor victoria que una vieja a la que le se todo de antemano, (aburrido). entonces prefiero lo analogico, tiene más intringulis y por ende más interes que lo sencillamente digital. jajaja saludos chao.
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