Me considero una de las personas que más pelea con los taxistas. Y no lo digo con orgullo. De hecho, no es que siempre que me subo a un taxi me bajan a machete (afortunadamente no me ha tocado, pero sé que sí hay casos). Lo digo porque me vengo quejando públicamente del servicio desde hace más de 5 años. Y la polémica con los taxistas, por cosas de la vida, suele caer cada diciembre.
Una de las veces que más recuerdo fue en el 2010 cuando, de tanto quejarme en Twitter, me prestaron atención en Radio Nacional. Luego escribí un marmotazo al respecto en el que cuento mi historia. Incluso un taxista me amenazó: Me dijo «tenga cuidado con lo que dice, porque puede ser peligroso». Lean la historia completa. El descaro de los taxistas es de «no te lo puedo creer» (leer «Yo denuncio»). En ese entonces yo vivía en Cedritos y ningún taxista se dignaba a llevarme a la 93, donde yo trabajaba. Entonces la solución era caminar hasta la autopista (que no es cerca ya que yo estaba en la carrera 13), tomar Transmilenio, y subir desde la autopista a la 11, que tampoco es cerca. Hacía ejercicio y hasta rico, pero cuando llueve uno no ve los pajaritos cantándole el paseo. Bogotá no es Disney.
Cuando le pregunté al señor taxista «¿por qué no llevan a la gente donde necesita?», el tipo me respondió «yo llevo a la gente donde a mí me sirve». ¿Qué tal el descaro?. Bueno, eso fue en agosto de 2010. Pero volviendo a lo de Radio Nacional, en ese entonces Juan Pablo Calvás (@colombiascopio) entrevistó a la Subsecretaria de Movilidad de turno y la respuesta fue que «los taxistas están obligados a llevar a los pasajeros» y que «se sancionará ejemplarmente a los taxistas que se nieguen a llevar a alguien». Y que bastaba con llamar a la Secretaría de Movilidad y denunciar. Lo máximo, ¿no?
@OmarGamboa 95.9FM «anote al número de placa, llámenos a la secretaría de movilidad y denuncie el taxi. La empresa se sanciona»
— Juan Pablo CALVÁS (@colombiascopio) August 3, 2010
«En Bogotá un taxista no se puede negar a prestar el servicio» dice la subsecretaria de movilidad de Bogotá en @radnalcolombia @OmarGamboa
— Juan Pablo CALVÁS (@colombiascopio) August 3, 2010
Claro, yo llamé y denuncié. Duré como 20 minutos en esa bendita llamada, pero quería cumplir mi deber y derecho de ciudadano. Pues no pasó un carajo. Lo único que pasó fue que dejé de tomar taxis porque empecé a temer por mi seguridad. La Revista Semana decía en diciembre de 2010 que habría multa por 372 mil pesos (ver noticia).
En diciembre del 2013, tras muchas quejas y denuncias de los usuarios, salió con bombos y platillos la noticia de que «se sancionará con multas de hasta $800.000 a los taxistas que se nieguen a llevar a pasajeros» (ver noticia). Daban el teléfono (3649416) para llamar a reportar a los taxistas. De nuevo, llamé y denuncié a varios. Y adivinen qué pasó (lo pueden decir en coro): NAAAAADAAAAAA. Otra vez escribí una entrada quejándome y de paso diciendo que uno denuncia pero no pasa nada (ver «marquemos al mal taxista»). El Tiempo, en una noticia del 2013 (ver noticia), nos da el dato de que se recibían más de 300 denuncias al mes. TRES-CIEN-TAS. ¿Y? ¿pasa algo con esas denuncias? ¿alguien sabe? Por favor que nos ilustre, porque todo indica que esas llamadas quedan en el aire.
Por estos días está rondando en Facebook una publicación de El Tiempo en la que, de nuevo, nos dicen que si llamamos al 2680499 extensión 118, y denunciamos al taxista, lo van a sancionar «por los mismos 372 mil pesitos, Pachecoquierecacaoooo». Ya hasta cambiaron el teléfono de hace 1 año, supongo que se trastearon y andan estrenando oficina. Tan rico. Todavía debe oler a nuevo el tapete. Aquí es donde yo me pregunto: ¿qué hay de diferente con la noticia de hace un año? ¿y la de hace dos? ¿y la de hace cuatro?
A mí me da mucha pena con la señora Secretaria de Movilidad, María Constanza García, (y me perdonan la expresión), pero esos son puros pajazos mentales. Que a mí me digan que si llamo sancionan al taxista es pura mamadera de gallo. Son solo ganas de salir en radio a recitar el mismo libreto. ¿O es que si llamo va a salir mágicamente un policía de tránsito y le va a decir al taxista que me lleve o si no le dice a la mamá? Nombe, no seamos ilusos. Y aunque eso pasara, yo ya en ese taxi no me voy porque en el siguiente semáforo me bajan a cuchillo (como ya me ofreció un taxista en mi caso del 2010).
¿Saben quién hace la diferencia? Nosotros los usuarios. Si ahorita hay, de nuevo, boom con la noticia, es porque los usuarios nos quejamos. Pero no los que denuncian por su dichosa línea de atención, sino los que escribimos en Twitter y Facebook que un taxista nos sacó machete y nos mentó a media familia. Luego se arrepienten y dicen que nunca les había pasado. ¡JA! Me les río en la cara (pero de lejitos porque de cerca es un peligro). Es más efectivo un celular con cámara de video y Facebook que toda la policía de tránsito y la Secretaría de Movilidad juntas. Muy valientes los dos usuarios que grabaron el video que salió hace poquito. Bueno, eran dos. Y abogados, cosa que ayuda. Pero igual, un taxista con cuchillo Versus dos abogados con celular…
Dudo mucho que pase algo con todo esto y seguro en un año estaremos quejándonos de nuevo, aunque quiero creer que a punta de celular podemos lograr algo, pero nosotros los usuarios, porque aquí no nos defiende nadie.
Para terminar, dejaré unas imágenes que he venido coleccionando. No servirán de nada, pero al menos hacen evidencia de tanto abuso y descaro de ese gremio que nos tiene en la inmunda.
¿Les ha pasado un caso similar? ¿Creen que hay algún mecanismo real para solucionar el problema? Dejen su comentario a ver si entre todos llegamos a algún lado, pero no en taxi porque no nos llevan. Hasta allá no van.
PD: Esta semana no hay historia de «Le pasó a un amigo», vamos a dejar descansar a Andrés. Pero no se preocupen que hay muchas historias más. Prometido.
Otras publicaciones sobre taxistas: «Quiero ser taxista» (2009) – «Se le murió la madrecita» (2010) – «Estamos mendigando un servicio» (2014)
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Aquí empezaron los Marmotazos y acá encuentran los Premios Twitter Colombia.
Si Bogota fuera la única, aquí en Valledupar donde la carrera de taxi esta estipulada desde el terminal de transporta hasta el centro comercial Guatapurí es $5.000 pesos tarifa fija sin recargo de llamadas telefónica o dispositivos celulares y sin recargo nocturno, una vez me acuerdo bien que Tome un taxi saliendo del centro comercial los mayales, eran las 6 de la tarde y me dirige a mi casa cerca del centro comercial Guatapurí, digamos casi de polo a polo, siempre pregunto si tiene vueltos de cualquier billete para evitar casos que te quieran sacar la cruceta o un cuchillo, dado el caso al pagar con un billete de 10.000 y el taxita me da 4.000 de vuelto, le reclame y me dijo que estaba muy lejos (sera taxitas bogotano el HP) como sea le dije que eran 5.000 la carrera y que así estaba estipulado que no me vio cara de rico o que, y le dije que llamáramos a la policía, ese tipo altanero y grosero me contesto que entonces que iba a llorar cuando llegara la policía, le dije que lo sentía mucho que no viniera a robar así de frente, bueno me devolvió con rabia los 10.000 y ya cuando abrí la puerta para bajarme me dijo tome sus 5.000, yo de decencia le pague la carrera, pero no es un solo caso, en los supermercados como olimpica o exito, los taxitas que esperan pasajeros tienen el descaro de cobrar de mas por carrito de compras, si llevas 1 pero cargado dicen que eso le hace peso (entonces para que diablos se coloca a esperar pasajero con compras) o si por si acaso son 2 carritos pequeños de compra porque no había de los grandes, que eso no cabe en un solo carro que son 2 taxis, es que el gremio de taxista esta revolucionado en todo el país, aveces me pregunto si son los bogotanos que les enseñan a los costeños o es al revés, pero se dan la mano.
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Es realmente una vergüenza el servicio de transporte prestado por los conductores de taxis. Lo único cierto es que incrementar el monto de las multas por no recoger pasajeros no es el mecanismo apropiado para hacerles entender nuestra insatisfacción, así como tampoco lo es pretender que la indiferencia por parte de los usuarios sea el «caramelo» certero para obtener mejorías, pues, mientras no tengamos medios alternativos y eficaces de transporte público, nos veremos obligados a seguir usando, aunque a la fuerza, dicho servicio y a aplicar castigos sociales y no legales.
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totalmente cierto. es un gremio de lo peor, q lamentablemente nadie controla como muchas otras cosas en este país. son mas los delincuentes en este gremio que la poca gente de bien que brinda un buen servicio. ya no es seguro ni solicitar taxi por aplicaciones de celular, ya que he sabido de casos en los cuales hasta en estos aplicativos se infiltran delincuentes.
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Y es que no sólo es en la época de navidad, esto se presenta todo el año. Yo opino que la Secretaría de Movilidad debería permitir que estos amarillos, colocaran un aviso que diga «para donde van», «que no haya trancones» y que «ya voy a entregar», para que el usuario ni el taxista tengamos problema y así salvar más vidas. Así como publicar un listado de las placas de taxis que representan peligro.
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Gracias por su comentario, Ligia. Es irónico e increíble el nivel de descaro que pueden tener los taxis. Lo único malo que le veo a publicar la lista de placas de «malos taxistas» es que sería tan interminable que más se demora uno verificando la placa que encontrando uno que lo lleve de la 170 al Tunal. Con eso le digo todo.
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muy buen articulo, al leerlo uno hace memoria y de la misma impotencia, termina uno con risa, todo eso es verdad, es real y pasa. En este fin de año, compartamos el carro, prestemos el carro, los que puedan alquilen uno, madruguemos mas, usemos la opción que da el comercio de tener abierto hasta media noche, lo que sea, y evitemos al máximo usar este pésimo servicio, es hora de darle una lección
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Gracias por su comentario. Sí, creo que la definición de todo esto es «tragicomedia»: Uno se ríe de la impotencia que da saber que es un problema que nadie nos va a solucionarlo. Por eso creo que la solución debe venir de nosotros, quizás dejando de usar taxis, aunque con eso podemos afectar también a los buenos trabajadores. De pronto si no los tomamos en la calle sino solo llamamos directamente al teléfono de los de confianza.
Tengo en mente otro mecanismo que plantearé en una nueva entrada. ¡Un abrazo!
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Señores la solución es que utilicen UBER. Es un servicio Excelente, cumplido, amable, no hay que lidiar con dinero ect, ect, ect. Espero que no se dañe como Tappsi que si no das propina nunca hay taxi disponible
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Comparto su opinión sobre UBER. Pero también defiendo Tappsi: sus problemas son culpa exclusiva de los taxistas. Debemos idear un mecanismo que haga que los taxistas «teman» no prestar un buen servicio, porque se quedan sin trabajo, cosa que no pasa en este momento por el exceso de demanda.
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