Gracias a una fiel lectora en Singapur, que ahora considero amiga, leí una columna de Alejandro Riveros publicada en El Tiempo el 8 de enero de 2018 (acá la entrada), en la que expresa su odio por Bogotá. Adentrándose en su escrito se deduce que no se trata de un odio per se sino de una nostalgia, de una rabia que siente porque ya no tenemos la Bogotá de antes, una Bogotá en la que se veían “viejas casonas republicanas” o se leía el periódico mientras se esperaba el tranvía.
Empecé sintiendo disgusto, como buen bogotano que me considero. Da a entender Alejandro que también es bogotano y que le duele el hecho de que la ciudad haya caído en varias malas administraciones, y eso nos ha llevado a todos a vivir en una Bogotá llena de “trancones, ladrones, carros ocupando el espacio indebido, transeúntes caminando por donde no es permitido y niños trabajando en los semáforos.”
Cierra su escrito diciendo “Los invito a que odiemos lo que no nos gusta de esta ciudad y empecemos a construir la Bogotá que todos queremos amar”, lo que me hace pensar que lo que espera el autor es que entre todos saquemos adelante la ciudad, que la queramos (¿?) y que nos esforcemos por ella. Ese mensaje final me gustó (por fin), pero creo que Alejandro está usando una pésima táctica.
Me explico: Odiar algo y luego querer recuperarlo es casi un oxímoron; si odias algo no quieres recuperarlo, a menos que sea puro berrinche. Es como decir que se odia a la ex-novia pero en el fondo se sueña con que ella aparezca a pedir “repitis”. O sea, no es que odie a la novia sino que odia como masca cuando come, que se ríe muy duro, quizás odia que deje la crema dental espichada por la mitad o los cucos colgados en la ducha. No señores, por ahí no es. Ese tipo de relaciones son las que no duran, son las que no soportan una visita de los suegros sin pelear. Así que lo mejor es que Alejandro Riveros le termine a Bogotá porque esa vaina no tiene futuro.
Odiar la Bogotá de ahora porque viajar en tranvía era bonito, es como odiar tu vida actual porque la pasabas mejor cuando estabas en la universidad. Claaaaro, en la U sales a tomar cerveza todos los viernes y si vives con tus papás no tienes que pagar servicios; basta con pasar todas las materias y tender la cama.
Si odias algo no quieres recuperarlo, a menos que sea puro berrinche.
Uno no odia su vida. Sencillamente es diferente y hay que adaptarse a ella, mejorándola, viéndole todo lo bueno que tiene. De hecho, a mí me parece que Bogotá (en este par de años) ha mejorado y ya se ve más bonita. Las zonas peatonales en la NQS entre la autopista y la 100 dan gusto, por mencionar un caso. ¿Le falta? Claro, le falta un montón. Pero es que cambiar una ciudad de 8 millones (creo) de habitantes no es fácil y eso no va a pasar en dos años ni lo va a hacer un solo alcalde. Eso lo hacemos entre todos los que vivimos acá: bogotanos, caleños, costeños, llaneros, santandereanos, pastusos, argentinos, venezolanos, gringos y europeos.
Foto de María José Gómez, vía Instagramers Bogotá.
Criticar es fácil. Decir que Bogotá está llena de malos ciudadanos es sencillo (siempre son los demás). Lo difícil es ser buen ciudadano y aportar. Tratar de corregir al que lo está haciendo mal es un peligro. Está visto que si uno va y le dice a otro que está mal parqueado, lo encienden a punta de madrazos con adición de saliva. Así como yo estoy criticando la columna del señor Riveros. ¿Ven? Es fácil.
Así que va mi aporte: no odiemos a Bogotá, querámosla. Si quieren digan que “están de pelea” con ella y que no se están hablando. Si quieren hagan berrinche y digan que Bogotá se ha portado mal con ustedes (aunque en realidad somos nosotros los que la tratamos mal). Ignórenle los chats, mándenle a buzón las llamadas. Pero en el fondo, si la quieren de verdad y quieren volver, si sienten nostalgia por la Bogotá educada, pues eduquémonos. No esperemos a que llegue alguien a enseñarnos porque eso no va a pasar.
Yo amo a Bogotá, aunque a ratos le haga pataletas.
¿Llegaron hasta acá? ¿Siguen leyendo? Carajo, ustedes son muy buenos lectores. Por eso se hacen querer. ¡Feliz 2018! Espero que el año haya empezado bien para todos y que anden felices por la vida. Si no, me cuentan y acá nos tomamos un algo para ahogar las penas.
Para mí el año empezó muy bien, muchas gracias por preguntar. Honestamente pensé que íbamos a tener unas semanas relajadas en la agencia, pero no. Han llegado nuevos clientes y TrendHouse sigue creciendo a buen ritmo, así que ando muy contento.
De hecho, este lunes (22 de enero) vamos a hacer un taller de Marca Personal en las oficinas de TrendHouse Influencers (en WeWork La 93). El taller es preparado junto a nuestros aliados de Talentos.la.
Si alguno está interesado, acá pueden encontrar más información, pero les cuento que es de 8AM a 4PM y nos enfocaremos en las herramientas más prácticas para fortalecer la marca personal en digital, o sea que quien vaya debe tener algunos conocimientos básicos en redes sociales. Que no haya que explicarle a alguien qué es Facebook o algo por el estilo, no me jodan.
Ya saben que también podemos hablar en Redes Sociales. Me encuentran en Twitter, Facebook, Linkedin e Instagram.
Un abrazo para todos, como siempre gracias por leer, comentar y compartir. ¡Chau!
Si quieren encontrar todas las entradas, están en este enlace: http://blogs.eltiempo.com/marmotazos/
Y si alguno está pensando «Cáspita, me gustaría enterarme cada vez que este tipo escribe algo», en el botón “Seguir a este blog +” pueden poner su correo electrónico para que les llegue cada vez que sale una nueva entrada.
Algunas entradas anteriores: «Del dolor también se aprende«, «El derecho a estar mal«, «El lenguaje incluyente nos tiene jodidos y jodidas«.
Marmota, buen día. En mi humilde opinión la ciudadanía tiene un problema de actitud, apreciación e impresión muy encepada que se volvió habitual en la forma de convivir de todos los capitalinos. Y es el individualismo y no la individualidad, que es muy distinto. Lo que significa que se vive en conjunto compartiendo un espacio en comunidad, pero aislados, en una particular egolatría al mismo tiempo.
La postura y el gesto es; «desde que no sea conmigo…» Entonces se cuida solo lo propio y cercano, los demás que se rasquen como puedan, allá ellos. Y de ahí parte y comienza el desarraigo para con la ciudad.
La descortesía, la antipatía, la indiferencia o la misma indolencia se disimula y justifica por un tema de seguridad, todo es una sola desconfianza y como pasan cosas en esa incidencia se refuerzan estos comportamientos.
Y de estas mismas conductas derivan en una muy común, que es el; » ¡no se deje! » que trae unas consecuencias mas fatales que la falta de empatía, porque este implícitamente significa que uno tiene todos los derechos, pero me escurro de responsabilidades. Ejemplo: reclamele a alguien del popo de su perro y verá el problema que se gana.
Entonces estas pequeñeses son las que sumadas en los millones que somos, pues da este resultado que la cuidad es de todos pero es de nadie, sin doliente ni pertenencia.
A nivel de urbe, como núcleo urbano, si se falla en lo pequeño pues se falla en lo grande:
Una cosmopolita no lo es solo por ser grande o muy habitada, sino por lo que tiene que sea de disposición pública, es decir: Por lo organizada, lo estructurada, lo sistematizada y planeada, lo que lastimosamente las administraciones locales dejan mucho que desear. Y echándole la culpa al que viene de afuera, la típica, ¿no? preguntale a pablo… Hace que se exculpen las vainas y que nadie tenga la asuma, tesis que se cae por su peso si fuera así Nueva York sería igual. Pero no lo es… Solo recuerde el problema de semaforización y este puede resumir todo lo demás.
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Gracias, Simón. No tengo nada que aportar, muy completo su comentario.
Un abrazo.
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Desafortunadamente, Bogotá ha tenido malas experiencias con personas de otras partes del país, hablan de personas de la costa, pero la costa es una de las zonas del país mas afectadas por la corrupción también, cada zona del país ha aportado personas muy valiosas, que enorgullecen no solo a su pueblo, si no al país entero, y de la misma manera nos hacen quedar muy mal, cuando son nuestros compatriotas los que nos hacen quedar mal en otras partes del mundo, y no importa si es bogotano o costeño o paisa, importa el orgullo o rabia que hacen sentir por un pais entero. Pienso que el problema va más allá de que seamos de varias regiones, estamos como llenos de rabia, estresados, por el caos de tráfico, por las multitudes de transmilenio, por los robos, por las malas decisiones administrativas, por la corrupción. La multiculturalidad, para mi no es el problema, es algo que tiene un mayor trasfondo.
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Muchas gracias por comentar, Edilberto. Estamos de acuerdo. El mundo (específicamente los colombianos) estamos muy polarizados y a cualquiera que piense medianamente diferente buscamos empalarlo. Tenemos tantas cosas en común pero solo nos fijamos en las diferencias. El día que aprendamos a remar para el mismo lado saldremos de este lago de ignorancia.
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es de los pocos vlogueros que dicen algo bueno de Bogota y esos nos hace sentir bien pues pareciera que TODO lo de Bogota es feo, viejo, caotico, carente de gusto, pobre etc. No caen en cuenta que Bogota tiene mas de 8 millones y mas de la mayoria de sus habitantes NO TIENE NSENTIDO DE PERTENENCIA, DE CUIDADO NI ARRAIGO POR LA CIUDAD a pesar de ser de alla. Es facil criticar y comparar a Bogota con Tokio donde botar basura a la calle liquidan al infractor con la mirada.
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Muchas gracias por el comentario, Alberto. Un abrazo.
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Que verdad mas inmensa la que dice este señor en su blog, lo que pasa es que existen muchos «ciudadanos» que siempre esperan que todo salga bien pero no se preocupan por aportar para que lo que esta mal se componga.En el caso de Bogotá, a la que quiero pues viví 28 años felices en ella, es muy comprensible para quien mire las cosas con imparcialidad; hubo varios alcaldes,no comento el partido político, pues todos los saben, que acabaron con la gran parte de cosas buenas que tenía esta gran ciudad, y los seguidores de dichas personas tratan de culpar de todos estos males al actual alcalde, que está haciendo las cosas bien, así le duela a muchos, está corrigiendo errores de administración y de corrupción y ésto como lo dice el bloguista no se corrige en dos años, esto va para largo, pues el mal fue muy grande.
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Muchas gracias por su comentario, Guillermo.
Saludos.
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Estoy de acuerdo con este articulo: criticar es fácil. La gente se llena de las críticas y comparaciones. Bogotá no es de otros. Bogotá es la reacción que tenemos cuando alguien nos cierra con el carro o nos da paso cuando vamos como ciclistas. Bogotá es la consecuencia de quedarnos renegando de los vendedores ambulantes o los que sistematicamente nos reusamos a comprar peliculas pirata; de reciclar; de resaltar lo bueno; de expresar que ha trasmilenio no le cabe un tinto pero cuando yo iba a la U me tocaba ir colgando de la puerta (literalmente hablando) y me acuerdo de los potreros que les llamaban parques en los 80. Si a Bogotá le falta mucho pero sentarse a quejarse o renegar del resto de gente es inoficioso. Salga y vea lo bueno, deje de leer tanto periodico amarillista, conozca a sus vecinos, aproveche la ciclovia, converse sin pelear con alguien que no es de su mismo credo, ceda el paso en el carro, pida perdon cuando sin querer camine por la cicloruta sin darse cuenta, perdone cuando lo ofenden, no le de plata a los niños en la calle… vera que comienza a ver el cambio y sobre todo se dara cuenta que no es el unico, somos muchos los que hacemos eso en Bogotá.
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Excelente aporte, William. Ojalá muchos le aprendamos y empecemos a aplicar sus consejos. Saludos.
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Difiero en lo de que Bogotá está mejorando. Me parece que cada vez se parece más a esa ciudad distópica que mostraban en la película Elysium con Matt Damon, que una urbe moderna y ecológica. Bogotá tiene más en común con ciudades como Nairobi, Cairo, Detroit o Chicago, que con alguna europea o asiatica oriental. Puede que haya más peatonales, pero el transporte, la inseguridad cada vez son peor, y cada vez hay menos arboles.
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Gracias por leer y comentar, Evelyn. Saludos.
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Como siempre gracias por el blog, esto sencillamente se llama crear conciencia, espero que el blog se publique cada semana como estábamos acostumbrados. Gracias!!!!
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Muchas gracias, Juan Francisco. Uno de mis propósitos del 2018 es escribir más seguido. Ojalá la logre, jajaja. Saludos.
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Usted me dice que calumnio, que irrespeto?? Me parece que una persone como usted debería tomar posiciones serias y bien fundamentadas, no basarse en lógica de colegio, ya que escribe en un diario, si lee bien hable políticos costeños averigüe cómo está el Distrito el gobierno central y que grado de corrupcion hay, Uno de los males de Bogota es la ingratitud de los inmigrantes
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Ocho millones de habitantes tenía en 1988, ya han pasado 30 años y seguimos con el mismo numerito; aquí comienzan los problemas, porque no hay un censo serio y responsable que nos diga la verdad de la cantidad de habitantes que tiene la ciudad. Pero es fácil hacer un verdadero cálculo de los habitantes de Bogotá; esta ciudad tiene 20 localidades, de las cuales hay cinco hiper-pobladas: Kennedy que se dice que tiene cerca de dos millones de habitantes, Ciudad Bolivar que cuenta con otros dos millones, Bosa con un millón, Engativá con un millón, Suba con dos millones y Usaquén que tiene dos millones; entre esas cinco suman ocho millones; y las otras quince que sumen cuatro millones, conservadoramente hablando, no estamos hablando de doce millones de habitantes? Y eso son números muy pero muy conservadores.
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Gracias por el aporte. Con mayor razón, no podemos esperar que una ciudad de 12 millones de habitantes cambie en 2 años, más cuando llevábamos 10 retrocediendo. Hay que ser pacientes pero sobretodo hay que aportar. Esto no es responsabilidad de una persona en un cargo público.
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Don Pablo, nuestra gran justicia les dio casa por cárcel a esos picaros o sea, no están presos, Bogotá es la imagen de Colombia, aquí se encuentran personas de otras regiones, es la tierra prometida, aunque no le agradezcan, no la quieran, esta ciudad le abre las puertas a todos.
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Los Nule, Emilio Tapia, solo dos ejemplos de entrada de costeños que acabaron con Bogota, están en la cárcel, su juicio ha sido publico, la mayoria de escándalos de corrupción son abanderados por gente y politicos de esa region, desde ningún punto de vista NO es calumnia, increíble su desinformación señor omerdgamba. ejemplo cuando quiera, para empezar no soy carga en otra ciudad distinta de la mia.
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Pablo, ser ofensivo no lo hace más veraz. Ni con los demás ciudadanos (sean de donde sean) ni conmigo. Podemos conversar todo lo que usted quiera, pero en buenos términos. Lo único que le estoy pidiendo acá es respeto.
¿Sabe usted cuántos criminales bogotanos hay? ¿Eso lo convierte a usted en criminal? Pensaría que no. De igual manera, que los Nule sean costeños y que sean criminales no quiere decir que los costeños sean ladrones.
No se trata de estar informado o no, se trata de lógica de bachillerato. En términos más precisos, lógica proposicional. Le dejo el enlace por si se quiere pegar la pasada.
https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%B3gica_proposicional
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Soy Bogotano y amo a mi Bogota, y cada dia la veo peor, no le parece Sr Gamboa que ya es hora de hablar claro, como que la razón del deterioro de Bogota son sus habitantes porque la gran mayoría son de fuera hay que decirlo clarito, que llega mucha escoria de otras regiones hay que decirlo, que hasta los políticos de otras regiones viene aquí a robar , lease costeños,
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Me parece un error discriminar de esa manera. Claramente Bogotá ya no es solo de los bogotanos, pero tildar a personas de alguna región particular así no solo no es correcto sino que acusar a alguien de robo sin pruebas es calumnia.
Lo invito a que se evalúe personalmente y analice si, efectivamente, es usted un ciudadano ideal. Si es así, también lo invito a que nos dé ejemplo a todos y que de a pocos vayamos aprendiendo.
Saludos.
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Disiento de su opinion, don Omar. Yo vivi por casi 25 años en Bogota hasta que me vine a vivir al exterior. Recuerdo que en los 80s, aunque ya era una ciudad con problemas, no eran de tan gran calado como ahora. Habia contaminacion, pero no era generalizado. habia trancones, pero no todo el dia. Habia falta de cultura ciudadana, pero no de todo el mundo. Fui el año pasado, ya ya lo que vi me ha horrorizado. No es posible subirse a TM porque siempre anda lleno a todas horas y el trancon es monumental. Hay caravanas de colados, de miserables que se meten a las malas y lo creen un derecho adquirido. Contaminacion visual, auditiva por doquier. Puede ser que aca donde vivo es muy diferente y cada vez que llego comparo y sale perdiendo mi amada Bogota, pero yo no voe que las cosas mejoren en lo absoluto.
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Gracias por comentar, Leo. Primero: la ciudad ha mejorado con respecto a como venía en los últimos 10 años. Como digo en la entrada, falta y falta mucho pero (de nuevo, como digo en la entrada) una ciudad tan grande no cambia en 2 años. Hay que tener paciencia y, sobretodo, aportar. Quejarse y quejarse no sirve de nada si no ponemos de nuestra parte y nos empezamos a educar.
Saludos.
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