Una particular edición del Dauphiné dejó varias sorpresas y sembró muchas incógnitas respecto a lo que le depara al Tour de Francia.
Foto: AFP (2020) – Primoz Roglic y Nairo Quintana durante el Dauphiné 2020
Los imprevistos fueron abundantes, las caídas y abandonos provocaron que varios contendientes para el Tour no completaran las 5 fracciones del Critérium del Dauphiné y que ahora haya un gran signo de interrogación respecto a lo que esto puede afectarlos de cara a la vuelta de tres semanas. El desconocer cómo llegarán algunos ruteros abre la lista de aspirantes para el título y para el podio. Así como este certamen dejó muchas dudas, hubo unos elementos que aclararon en gran parte la condición del Jumbo, Froome, Thomas y la prometedora temporada que pueden llegar a tener Daniel Martínez y Guillaume Martin.
Sin lugar a dudas, el Jumbo será el equipo a vencer en el Tour. Un interrogante era ver qué tal funcionaban en ausencia de George Bennett, cuyo papel era tomado por el estadounidense Sepp Kuss. Tan fuertes están, que Kuss hizo esa tarea igual de bien que el neozelandés, seleccionando al lote, secando los ataques de los escaladores rivales y hasta ganándoles etapas, una barbaridad. Y no es una sorpresa, pues ya había mostrado destellos en la pasada Vuelta a España, siendo el gregario de lujo para Roglic y haciendo la misma labor de calidad que en Dauphiné. El Jumbo está varios escalones por encima del resto de escuadras en todos los sentidos, por fuerza y estrategia, y aunque no tengan ese bagaje del Ineos, igual hoy por hoy son los máximos favoritos. Ahora, la gran duda gira en torno a la presencia de Steven Kruijswijk para la ronda gala y ellos tienen que barajar nombres en caso tal de que el holandés no pueda ser de la partida, a mi el que más se me viene a la mente es el de Antwan Tolhoek, ganador de etapa en la Vuelta a Suiza del año pasado y quien sigue puliéndose como escalador, en teoría él estaría en el Giro pero un cambio de planes es posible y sería una alternativa interesante para este elenco.
Y siguiendo por ese camino de la incertidumbre aparecen varios pedalistas que aquejaron problemas de salud. La lista es larga, Roglic, Bernal, Quintana, Buchmann y Landa, algunos de ellos. Desde acá es muy difícil saber cuál es la verdadera gravedad de sus caídas y dolores, los únicos que tienen certeza de eso son ellos. Pero por lo atípica que ha sido esta temporada y las pocas carreras que se han tenido para preparar el Tour es inevitable preguntarse qué tanto les afectará esta situación en la gran vuelta francesa, si eso los va a castigar en la primera semana, si alterará su rendimiento, etc… Asimismo, eso amplía las chances de que algunos corredores puedan estar en la pelea por el podio, de manera que esta competencia en lugar de reducir el abanico de candidatos, lo abrió aún más y eso le dará más atractividad al Tour.
Otros que también están en problemas son los del Ineos. Quienes en teoría también partirían como líderes al Tour, Chris Froome y Geraint Thomas estuvieron lejos del rendimiento adecuado en esta última carrera y la verdad es que es muy poco lo que pueden avanzar de cara a la ronda francesa. Con Froome mencionaba la vez pasada que había una luz de esperanza por su mejoría en el Tour de l´Ain, sin embargo, retrocedió en esta Dauphiné, sin aportar en ninguna etapa y lejos de los mejores. Si va al Tour lo hará de gregario, como líder es imposible, porque si hay una cosa que tendrá esta edición es dureza desde el principio, la primera semana ya está recargada con puertos de dificultad que eliminarán a todos aquellos que lleguen cortos de ritmo y uno de ellos es Froome. Otro punto que la estructura británica debe de analizar es lo útil que pueda llegar a ser el keniata blanco en las tres semanas, ya que por cómo van las cosas no estaría en capacidad de aportar nada en la primera, y no mucho como se necesita en la segunda, lo mismo aplica para Thomas, quien más allá de estar algo mejor, no está tan lejos de Chris.
Por último, hay dos ciclistas que merecen una mención especial, Guillaume Martin y Daniel Felipe Martínez. El francés ha venido avisando desde hace más de un año, pasa que, al estar en un elenco poco visible, pasaba casi que inadvertido y hacía que pocos recuerden que él fue 12° en su último Tour. Su transferencia al Cofidis le ha sentado bien, en un cuadro de mayor nivel ha logrado enseñar más sus dotes de escalador en certámenes importantes. Incluso, sorprende que esté tan pegado a los favoritos y que sea difícil que lo suelten. Su podio en Dauphiné no es casualidad, él ha estado trabajando mucho tiempo, progresando lentamente y ahora tiene la capacidad para estar al menos en el top-10 de la próxima Grande Bouclé, y cuidado que si no lo vigilan mucho puede estar un poco más arriba.
Martínez ha construido un perfil ideal, buen escalador y gran contrarrelojista, al igual que Martin ha progresado poco a poco, mejorando enormemente en la escalada y consiguiendo el equilibrio entre subir bien e ir rápido a cronómetro. No estaba en nuestros pronósticos ni siquiera para estar entre los 10 primeros. Pero fue capaz de agarrar la batuta de un conjunto sin objetivos claros y respondió con creses, atacando, sabiendo sufrir, manejando sus fuerzas y la ansiedad que producía la posibilidad del título. Más allá de que algunos piensen que su conquista no es tan meritoria por la ausencia de varios capos, eso no quita que haya derrotado a otros pedalistas de nivel, casi nadie puede decir que le ganó una carrera a Pogacar, López, Pinot, Dumoulin o Bardet y mejor aún que esa competencia fue un Dauphiné, una de las que más anhela un corredor por tener en su palmarés.
Alejandro Matiz
@amatiz12
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