Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

El conjunto ‘Motilón’ ha sido la grata sorpresa de la Liga Águila. Su éxito radica desde el gran rendimiento individual hasta la mezcla de juventud y experiencia.

Jonathan Agudelo celebra una anotación junto con sus compañeros.

Foto: La Opinión/Edgar Cusgüen (2019) – Jonathan Agudelo celebra una anotación junto con sus compañeros.

Recién llegado del Torneo de Ascenso, con expectativas no tan altas desde el principio, pero con un grupo de jugadores que sudan la camiseta y son unos guerreros en la cancha, ese es el Cúcuta Deportivo, la escuadra que ha sido el “Caballo negro” del rentado nacional. Generalmente, los equipos que llegan de la B tienen que atravesar por un proceso de adaptación para la primera división, porque se llevan ritmos y exigencias diferentes, y más aún cuando se cambia de técnico (salió Pusineri al Cali y llegó Sebastián Méndez) ya que la idea de juego a desarrollar puede ser distinta y la nómina puede variar. El Cúcuta ha demostrado que este proceso no le ha sido dificultoso y que dará la guerra por llegar lo más lejos posible en este certamen. Este buen inicio se sustenta en varias razones que están guiadas a la parte futbolística:

La continuidad de Agudelo          

El delantero antioqueño, que tuvo una época buena en Millonarios, estaba en búsqueda de recuperar ese gran nivel que mostró en Bogotá, pero en Santa Fe y Jaguares no tuvo la oportunidad, pero la decisión de llegar al Cúcuta fue determinante. Trabajó duro, y con un buen nivel futbolístico llegó a convertirse en la referencia de su equipo. Agudelo no se cansa de hacer goles y ha interpretado correctamente la idea de juego del equipo, es un jugador completo, incomoda a los centrales, es veloz, ayuda a cortar el juego y siempre aprovecha el espacio, es un delantero al que no hay que dejar solo por su efectividad. Por su lectura de juega e inteligencia, sus compañeros lo buscan, porque saben que él brinda soluciones y no perdona. Sin Jonathan, el cuadro “Motilón” no tendría a una pieza clave y a su principal hombre gol.

Le interesa leer: Omar Pérez no es el indicado para Santa Fe

Un mediocampo fuerte

El juego del Cúcuta tiene como base su mitad de la cancha, que ha funcionado esplendorosamente por una razón: La mezcla de juventud y experiencia. Diego Chica, ha sido una de las fichas más relevantes en este sector, su experiencia se hace sentir, sus entregas son correctas, maneja perfectamente los tiempos, es aguerrido en la marca y toma las mejores decisiones, además cuenta con el apoyo de otro experimentado, como es el caso de John “La Goma” Hernández que se complementa con Chica al tener buen pie y pisar constantemente el área, y si se quiere otro cerrojo aparece Harrinson Mancilla que también rota con Matías Pérez. Ellos fortalecen el juego interior, el de la recuperación y gestación, pero Jeysen Núñez y Luis Miranda aparecen para mostrar el juego exterior, su velocidad y apoyo para Jonathan Agudelo han sido vitales para hacer efectivo el juego ofensivo del Cúcuta. Estos son futbolistas de entrega, abren la cancha y desbordan con facilidad para quebrar a los laterales del rival.

Está claro, que es el sector más completo para el conjunto rojinegro, todos los que lo conforman son talentosos y brindan matices distintos que facilitan el desarrollo del juego para su equipo.

Alternativas hay… y son de calidad

En este deporte existen equipos que perfectamente pueden tener un 11 titular con jugadores importantes, de gran rendimiento, pero que a la hora de buscar un refresco en la banca de suplentes no encuentran material del mismo nivel, por lo que aplican para el concepto de tener una nómina corta. El Cúcuta también ha entendido que necesita recursos en su suplencia, por ello tiene a jugadores como Wílder Guisao, Wilberto Cosme, Matías Pérez o Carlos Mosquera (que está para pelear la titularidad), entonces existen alternativas para refrescar el ataque, generar presión, dar una dinámica diferente, posesión, elaboración, sacrificio, etc… Esa es otra virtud, que, en momentos difíciles de un partido, marca la diferencia.

Le interesa leer: Juan David Pérez es el reemplazo ideal de Ayron del Valle

El equilibrio: Factor fundamental    

No sólo el mediocampo y el ataque del “Motilón” son su fortaleza, también cuenta con una defensa de nivel impecable y que imprime un liderazgo dentro de la cancha. Fortalecida con las virtudes defensivas y ofensivas de sus laterales Duarte y Castro, junto con un gran nivel de Javier López, da un aspecto importante en el fútbol: El equilibrio. Hay equipos que pueden tener una solidez defensiva importante, pero que no son capaces de crear una sola opción de gol, u otros que tienen la facilidad para anotar en cantidades, y también recibir muchos goles, pero los más imponentes son aquellos que pueden anotar en buena cantidad y conservar el orden defensivo. El Cúcuta ha sido un claro ejemplo de eso, el equilibrio constituye la base de su gran idea de juego, sin este elemento la probabilidad de tener éxito es muy baja, por lo que es otro de los motivos que argumentan este plausible nivel del Cúcuta.

Alejandro Matiz

@amatiz12

Compartir post