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La escuadra bogotana pasa por un momento crítico. No ha conocido la victoria en el campeonato y no tiene una identidad clara.

Foto: CEET/Mauricio León (2019) Santa Fe cae ante Once Caldas y se hunde más.

Foto: CEET/Mauricio León (2019) Santa Fe cae ante Once Caldas y se hunde más.

Independiente Santa Fe afronta una situación que cada día parece ponerse peor. Luego de caer frente al Once Caldas de local el desespero en la hinchada se hace sentir más, pues se esfuman las posibilidades matemáticas de clasificar a los cuadrangulares y el equipo peligra para el descenso del año siguiente. El conjunto rojo ha intentado solventar esta circunstancia a través del cambio de estratega, nómina titular y estilo de juego, pero nada ha dado sus frutos. El tema es que todo este problema va de pies a cabeza. Entonces, ¿qué está sucediendo con Santa Fe? y ¿por qué se encuentra en este momento tan complicado? Acá les contamos.

En primer lugar, la irregularidad individual ha sido protagonista, pues varios de los titulares no han logrado consolidar un rendimiento estable, lo que ha obligado al técnico a rotar la nómina y generar inestabilidad. Este caso aplica para Carlos Arboleda, que tuvo que ser reemplazado por Víctor Giraldo, o Fainer Torijano quien le cedió su puesto a José Moya, pero que posteriormente lo recuperó por el bajo rendimiento de Carlos Henao. Y si a esto le añadimos a futbolistas como Luis Manuel Seijas o Arley Rodríguez, claramente es difícil para un onceno rendir constantemente si no puede establecer una alineación fija. A este punto, es importante agregarle las lesiones de Omar Pérez o el joven Jhon Velásquez, factor que también agota los recursos.

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Otro motivo que argumenta esta crisis del cuadro capitalino es el brusco cambio de idea de juego que ha tenido que afrontar, pues ha pasado de ser un equipo defensivo, divorciado de la pelota y recurrente a las contras a tener más la posesión de la redonda, ser directo y ahogar en presión a su rival. La intención por parte de Gerardo Bedoya de brindarle un estilo más vistoso a Santa Fe ha sido un detalle muy interesante, pero la plantilla está diseñada para jugar a otra cosa. Esto tampoco significa, que exista la necesidad de olvidarse por completo del ataque, consiste en equilibrar la balanza y darle otros elementos a la parte defensiva del equipo, para que ahí se conforme una defensa sólida y luego si se pueda pensar en qué jugadores podrían complementar el sector ofensivo.

Gerardo Bedoya, resaltó en su última rueda de prensa que la ansiedad le estaba ganando a su equipo y fue algo muy notorio en el juego del domingo. En jugadas donde Carmelo Valencia o Brayan Perea tenían todo para definir, pero al final no lograban hacer nada porque fallaban en el control o remate. Al haber sido una constante en el partido, claramente fue producto de la ansiedad y el nerviosismo de sacar un cotejo adelante y eso le jugó en contra al cuadro “Cardenal”. El tema es que la plantilla también necesita de esa fuerza mental y tranquilidad, pues si se dejan ganar de ese problema hasta los futbolistas de labor más plausible cometen errores increíbles, como sucedió con el portero Banguera que no logró controlar el balón en tres oportunidades y facilitó el segundo tanto de Juan Pablo Nieto y así como fue él, en otro partido le puede suceder a otro.

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Desde luego, no es fácil para una institución como Santa Fe, que en el último tiempo se ha consagrado como una escuadra ganadora, estar envuelto en esta crisis; pero el fútbol es de momentos de gloria y también de adversidades. El equipo debe levantarse y reponer esta situación, pues si sigue así, las consecuencias a largo plaza pueden ser fatales, el descenso se convierte en la sombra del conjunto rojo y recordemos que ya atacó a un grande como el América y no esperamos que suceda lo mismo con Santa Fe.

Alejandro Matiz

@amatiz12

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