La fortaleza femenina en un solo ojo: La Princesa de Eboli
Hoy, quien haya perdido un ojo no usa un parche para tapar su deficiencia. Aún menos común es que se coloquen los conocidos ojos de vidrio, inamovibles, pesados y miedosos. Lo usual son las prótesis oculares o implantes orbitarios tan parecidos a los ojos humanos, que difícilmente notamos la diferencia de quien por diversas razones deben usarlos. Una maravilla más de la ciencia moderna.
Pero ese no es el argumento de mi blog esta semana. Esto se relaciona con que alguien que a pesar de no haber podido usar uno de estos nuevos falsos ojos que se mueven igual que el de verdad, y que ayudan estéticamente a quienes por diversas razones han perdido la visión de un lado, logró pasar a la historia como una de las mujeres más bellas e inteligentes de su época.
Se trata de la Princesa de Éboli, también conocida como la Condesa de Melito y Duquesa de Pastrana.
Nacida con el nombre de Ana de Mendoza y de la Cerda, desde pequeña buscó el afecto de su padre. Diego Hurtado de Mendoza – virrey de Perú – siempre había deseado un hijo varón que ni la naturaleza, ni sus matrimonios lograron darle. Ana no pudo reemplazar nunca ese vacío, pero su deseo de llenarlo la convirtieron en una mujer mucho mas inteligente que las féminas de su época en España, mas educada e infinitamente mas curiosa.
La pérdida de su ojo derecho a manos de un descuidado criado que por accidente le clavó una espada (en un entrenamiento de esgrima) no fue nunca un obstáculo en su camino. Al contrario.
El uso del parche hizo a Ana, calificada desde siempre como bella, una mujer mucho mas atractiva y deseada en la corte.
Como la mayoría de mujeres de su época, Ana contrajo matrimonio a los 12 años con un noble de la corte de Felipe II, su ministro Ruy Gómez da Silva (líder del partido pacifista de la corte) con quien tuvo 10 hijos y compartió 21 años de su vida.
Ruy fue por años consejero y amigo del rey Felipe II. Ana era considerada parte del pequeño círculo de esa amistad. Ella sabía muy bien como usar sus encantos femeninos y su inteligencia para acceder a la política y el poder de la época, siempre al lado de su marido. Tan cercanos eran él y su esposa al rey, que incluso se llegó a comentar que Ana tuvo en algún momento relaciones amorosas con el mandatario real.
Durante ese tiempo, la pareja se relacionó con altos dignatarios y cortesanos a través de los cuales lograron acomodarse muy bien dentro de la realeza siendo considerados miembros importantes de esa sociedad. Una sociedad en la que eran más comunes,prácticas y necesarias las conexiones que las amistades.
Su marido fundó dos conventos y Ana quiso manejarlos. Por su carácter, tuvo serios problemas con las monjas que dirigían los claustros. Cuando murió su marido, en 1573 Ana quiso ser parte de la orden religiosa, pero manteniendo los mismos lujos y servicios a los que estaba acostumbrada. Esto fue muy mal visto por las hermanas de Santa Teresa de Jesús quienes solo la aguantaron tres años.
Entonces la princesa de Éboli se vió obligada a retornar a la vida pública en 1576. Buscando posicionarse nuevamente, y sin contar con la misma influencia que tenía cuando vivía su marido, Ana formalizó una especie de alianza con Antonio Pérez, quien sucediendo a Ruy, se había convertido en Secretario de Estado del Rey en 1567.
Antonio era uno de los hombres de confianza de Felipe II y como tal aconsejaba e informaba sobre todos los acontecimientos que sucedían a su alrededor. Era un hombre al que muchos tenían celos y envidias.
La alianza con Ana, que algunos piensan fue también amorosa, consistía en la revelación de secretos de estado a los que solo Antonio tenía acceso. Estos secretos eran vendidos y compartidos según intereses políticos y económicos gracias a las conexiones y gestiones de la Princesa de Eboli. Ana era una mujer conectada en la aristocracia y usaba estas redes para beneficiarse política y económicamente – Se dice que llego a tener una de las mas grandes fortunas de España – . Con su inteligencia y curiosidad, Ana lograba moverse sin problema entre los más pudientes haciéndose necesitar de unos y otros por la información que manejaba.
Pero Pérez cayó en la desgracia luego de ser acusado de estar involucrado en el asesinato del Secretario de Estado de Juan De Austria (medio hermano de Felipe II, hijo ilegítimo de Carlos I), don Juan de Escobedo, en el que se dice también que Felipe II estuvo involucrado, sin querer y por engaños de Pérez.
Los rumores de una posible filtración de información sobre los planes para eliminar a Escobedo – que además sabía de los amoríos entre Ana y Pérez- , llevaron al rey a desconfiar de su Secretario y hombre de confianza, y de su amiga Ana, Princesa de Éboli. En el proceso de averiguación se ratificaría el gran tráfico de secretos de estado que lideraba la pareja dentro de la corte.
Ana fue encarcelada y pasó sus últimos años en prisión acusada no solo de traición, sino de mal manejo de dineros y de vivir de manera indecente. Luego de ser trasladada a diferentes cárceles, murió en su palacio en Pastrana, en el año de 1592.
Ana, enigmática e inspiradora de películas, cuadros y hasta esculturas de cera logró con un solo ojo, resaltarse en un mundo solo para hombres.
Mas información
http://culturaenguada.es/historia/1591-las-mil-caras-de-la-princesa-de-eboli http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_P%C3%A9rez_del_Hierro http://www.reference.com/browse/%C3%89boli%2C+Ana+de+Mendoza+de+la+Cerda%2C+princesa+de http://www.sightseeing-madrid.com/princess-of-eboli.php http://en.wikipedia.org/wiki/Ana_de_Mendoza,_Princess_of_Eboli http://es.wikipedia.org/wiki/Ana_de_Mendoza_de_la_Cerda http://mirdig.wordpress.com/2012/05/20/parche-en-el-ojo-y-tuertos-famosos/
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