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Como la legendaria canción del rockero argentino Miguel Mateos, a pesar de los muchos momentos difíciles y del escepticismo del que gran parte de nosotros hemos sido presa, la actualidad de nuestro equipo nos permite mirar con desdén la parte baja de la tabla y con mucho optimismo la parte alta de la misma. En efecto, el Millonarios de hoy, a pesar de los deseos nefastos de propios y extraños, se encuentra a tan solo un punto de olvidarse de la temida promoción, y con esa tranquilidad podemos con mucho optimismo apuntar, porqué no, a la parte alta de la reclasificación.

Nuestro rival de hoy nos supera en esa clasificación por tan solo un punto, así que de ganar este partido, Millos se treparía a la cuarta posición, muy cerca del Once, y de los punteros Nacional y Deportes Tolima que esta fecha se enfrentan entre si, por lo que lograr una victoria en la noche de hoy, nos llevaría a acercarnos mucho más a este objetivo.

No obstante, nunca más oportuna la famosa frase de Merlo:»paso a paso». Lo primero es afrontar este partido en Techo con toda la seriedad del caso, con mucha inteligencia. En esta última fase de Liga y de la Copa, el profesor Páez demostró que puede plantear los partidos buscando aprovecharse de la necesidad de los rivales de turno. Evidentemente hoy la necesidad es del equipo asegurador que hace cuentas de no ceder un punto más en los cuatro encuentros que le restan, con la esperanza de que 26 puntos le alcancen para lograr la clasificación.

Así las cosas, con mucha mesura, con un equipo corto y bien parado, lo mejor es esperar a que corran los minutos y aprovechar con la velocidad de nuestros atacantes, los espacios que en teoría tendría que dejar el equipo de Alexis.

No será un reto fácil pues Equidad es un equipo bien trabajado en la parte táctica. Sin embargo, de mantenerse el nivel que ha mostrado nuestro equipo en actitud y en mejoría futbolística, podemos hacernos ilusiones de lograr un buen resultado.

No quiero dejar pasar esta entrada sin hacer un comentario sobre el tema de la Selección Colombia. Queda demostrado que tratar de aprovecharse de la altitud o del clima de una ciudad, no es suficiente si esta ventaja no se sustenta principalmente con capacidad futbolística. Cuando no hay esta superioridad futbolística, lo mejor es no someter a los nuestros a estas inclemencias que muchos piensan solo afectan a los rivales.

En estos dos partidos fue evidente que nuestros jugadores se afectaron con la situación climática, mucho más que los venezolanos y los argentinos. Creo que es hora que desde todos los estamentos futbolísticos se replantee este asunto de la sede de la Selección. Si el rendimiento físico de nuestros futbolistas se potencia en circunstancias no tan extremas, resulta imperativo que para el futuro se tengan en cuenta sedes en ambientes menos dañinos para el rendimiento atlético de nuestros futbolistas.

Cordial y albiazul saludo

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