Primera Batalla…. ¡Líderes! (Millos 4 – Caldas 2)
Tenía serias dudas de cómo respondería el equipo luego del receso obligado por eliminatorias mundialistas, y sí se sostendría la curva ascendente que se traía durante las últimas fechas de la fase regular.
Afortunadamente mis preocupaciones no tardaron en disiparse. Millos mostró su categoría ante un rival que, como lo vaticiné en mi último post, no vendría a Bogotá con el ánimo cicatero de enconcharse en su propio terreno con el fin de asegurarse por lo menos un punto en su visita al Nemesio.El Once dio espacios, sobre todo después del golazo de Eric, y Millos los supo aprovechar con contundencia.
A continuación presento mi análisis individual del desempeño de nuestros jugadores en este primero de los ocho compromisos que aspiramos nos lleven a la consecución del anhelado bicampeonato.
Luis Delgado: Algunos le achacan responsabilidad en el segundo gol del Once. A mi modo de ver, con cancha mojada y a «contra pierna» es injusto culparlo, pues alguno de sus compañeros de defensa habría tenido que estar más atento al rebote tras el primer disparo despejado. Además, la jugada de este gol se propicia por una desatención en marca desde la primera línea de volantes, que le brindó a Nuñez demasiadas libertades y espacio para sacar el potente remate que Delgado logró despejar en primera instancia.
Lewis Ochoa: Sin ser la constante alternativa de salida que fue en el pasado, el antioqueño cumple con prestancia y suficiencia tanto en marca como en las esporádicas aventuras al ataque por su costado.
Anderson Zapata: Hizo pasar inadvertida la ausencia del bastión defensivo que ha sido a lo largo de la Liga Román Torres, lo que habla a las claras de su buen desempeño.
Pedro Franco: Una de las figuras del partido. Gracias al respaldo de Zapata en la zona defensiva por largos pasajes del partido Franco se constituyó casi en un volante de salida más. Como siempre muy seguro en los mano a mano, cualidad que le permitió robar el balón que sirvió de inicio a la jugada de gol que él mismo culminó con éxito. ¡Es un grande!
Luis Mosquera: Calladamente y quizá sin mucha vistosidad el leticiano poco a poco se ha asentado en esta posición que tantos dolores de cabeza le dio al equipo en el último tiempo. Se lo ve seguro en defensa y acompañando con inteligencia y en los momentos oportunos la labor de creación por su costado.
Jhonny Ramírez: Cumplió, aunque por momentos se le vio algo errático en el momento de recuperar balones por su zona. A mi modo de ver estuvo algo comprometido el segundo gol del Once, pues se le otorgaron demasiadas libertades al atacante del blanco. Me cuentan que en la transmisión por televisión dijeron que Jhonny había jugado enfermo pues no se había alcanzado a recuperar de un fuerte resfriado que lo aquejó por esos días.
Rafael Robayo: Buen partido el del bogotano. Aunque por momentos lució algo desordenado y aparatoso, se constituyó en una de las alternativas que tuvo el equipo para romper el cerco defensivo del visitante cuando más cerrado y compacto se veía.
Mayer Candelo: El otro figurón del equipo. Gracias a su agilidad mental habilitó a Eric en la jugada del primer gol, se juntó constantemente con Otálvaro y anotó de puntazo, a lo Romario, el segundo gol en el momento preciso iniciando el segundo tiempo.
Harrison Otálvaro: A mi parecer, el mejor jugador de Millos a lo largo de la Liga. Inteligencia, técnica, movilidad y mucha claridad hacen del creador azul pieza fundamental en el andamiaje ofensivo del equipo. Por corregir, su tendencia a propiciar faltas en situaciones en las que podría darle continuidad a algunas jugadas, precisamente cuando una de nuestras principales falencias ha sido la falta de eficiencia en los cobros de pelota quieta.
Freddy Montero: Aunque no se haga presente en el marcador, hay que ver la importancia que para el funcionamiento del equipo tiene el atlanticense. Es el socio de todos en el ataque, colabora en marca y a mi entender es fundamental en la estructura táctica del equipo.
Eric Moreno: Hay que reconocer y aplaudir el gran nivel del juvenil jugador. Viene en racha goleadora y anotó un gol de antología que, en manos de un representante avezado, podría significarle una jugosa transferencia en un futuro cercano. Con ese gol, y con el rendimiento mostrado en esta Liga ha callado muchas voces en contra y ha demostrado con creces no ser ese «chifladito» que algunos veían en él.
Wason Rentería: Con humildad ha sabido aceptar y acatar la decisión técnica de ser enviado al banco de suplentes. Su ingreso al equipo le brindó mayor movilidad a Millos y más preocupaciones a los rivales. Anotó un gol mostrando toda su clase y categoría goleadora y da muestras de estar listo para asumir la titularidad en cualquier momento. Triste que ya no festeje sus goles con la tribuna, pero luego de tanto insulto injustificado entiendo perfectamente su actitud.
José Luis Tancredi: Ingresó por Montero para intentar darle mayor control al balón y al juego. Cumplió.
Yuber Asprilla: No alcanzó a tocar el balón, pero su inclusión en el equipo es una señal de tranquilidad de otro de nuestros guerreros que se han recuperado y que de seguro va a sumar con su habilidad cuando así sea requerido.
Se ganó la primera batalla, pero aún falta mucho para pensar en ganar esta guerra por la anhelada estrella 15 y por el sueño del bicampeonato. No hay la menor duda de que este equipo va a dar todo para conseguir este objetivo. Se tiene la capacidad, se tiene la actitud, se tiene la jerarquía, se tiene el fútbol, se tiene el aliento y el empuje de la mejor hinchada -en número- del país; esperemos contar también con esa pizca de suerte que a veces se necesita para lograr los objetivos propuestos.
Se viene el partido ante el clásico rival el próximo miércoles en el que oficiaremos como visitantes y en el que la hinchada albiazul no podrá asistir al Nemesio a acompañar al equipo -por lo menos NO con los distintivos del club-.
Seguramente será, como siempre, un encuentro vibrante, emotivo y luchado de principio a fin. De obtener una victoria, le sacaríamos al rojo cinco puntos de ventaja que, en un torneo tan corto, significarían indudablemente una diferencia valiosa sobre el que en teoría es el rival a vencer en procura de llegar nuevamente a disputar la final de la Liga.
¡Fuerza Millos!
Cordial y albiazul saludo
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