A un mes del torneo, es indiscutible que Falcao está lejos del nivel de Jackson Martínez y Carlos Bacca. Y si reconocemos que la Selección Colombia es una meta y no un punto de partida, Falcao debe ser suplente en la Copa América.
Lo anterior es un pensamiento egoísta, una idea típica de nuestros tiempos, en los que el fútbol no se aleja de la necesidad del éxito y el negocio. Sin embargo, como pasa con los malos recuerdos, hoy no podemos vivir del ayer de Falcao.
Hablamos de lo que se prevé una gran Copa América. En el último Mundial, América clasificó a ocho de sus diez selecciones a octavos de final. Un año después, la Colombia de Pékerman disputará el trofeo en Chile contra seis de esas ocho selecciones (no estarán Estados Unidos y Costa Rica). En total, 99 años y 43 ediciones van a cuestas. Y Colombia llega con la base del mejor equipo de su historia (Sin Mondragón, Yepes y Adrián Ramos).
Como lo que se viene no es poco, Colombia tiene que pensar en ganar del 11 de junio al 4 de julio, día de la final. Y para eso necesita sus mejores jugadores del momento, no los del pasado. Duele por Falcao, pero la realidad indica que cayó muchos escalones desde su lesión. A pesar de que marcó en los pasados amistosos (recreos) con Colombia, es poco lo que muestra su presente. Sus dos goles en el 6-0 ante Bahrein y el otro en el 1-3 ante Kuwait dicen poco. Su andar en el Manchester United -por culpa de van Gaal o no- lo dice todo.
El dilema de Pékerman es entonces si debe «usar» la Copa América para recuperar a Falcao en lugar de aprovecharla para confiar en Jackson Martínez y Carlos Bacca como titulares de cara a las Eliminatorias. Incluso a costa de Teófilo Gutiérrez, que tampoco pasa buenos días en su equipo, River Plate.
¿Humo?
Así Pékerman haya dicho que la Selección no puede jugar al nivel del Mundial, también expresó que Colombia va ir con todo a Chile.
Tenemos de dónde abastecer el optimismo. James se convirtió después del Mundial en el 10 del Real Madrid y puede jugar perfectamente con Bacca y Jackson en el ataque. En el arco sigue David Ospina, ahora baluarte del Arsenal. La defensa sí preocupa. En el medio campo de recuperación habrá que cruzar los dedos por Abel Aguilar, Alex Mejía y Carlos Sánchez. E invitados a aportar están Freddy Guarín (Inter); Víctor Ibarbo (Roma) y Juan Guillermo Cuadrado (Chelsea).
Colombia está obligada a superar la segunda ronda a la que llegó en la pasada Copa América. ¿Es favorita al título? Ese ya es un rótulo que no deberíamos atender per se. Favorito es Brasil, que ha ganado cuatro de las últimas seis ediciones del torneo. Siempre Argentina. Y Chile por ser anfitrión.
Cualquier cosa puede pasar. Queda un partido amistoso contra Costa Rica antes de iniciar la competencia contra Venezuela, Brasil y Perú. Nada garantiza que con Falcao de titular no se pueda triunfar, pero Jackson y Bacca ya han hecho cosas suficientes para ganarse su lugar en la titular. Colombia debe presentar lo mejor del momento desde el minuto inicial y luego, en caso de que se presenten las oportunidades, sí hacer todo para mejorar el rodar de jugadores como Falcao.
La Copa América es una prueba y no un entrenamiento antes de las Eliminatorias. El objetivo supremo es clasificar y figurar en el Mundial de Rusia 2018, pero qué bueno sería entender que la victoria marca la historia. Y que la Selección está calificada para escribir en ella otros memorables capítulos.
También puede leer: Falcao, resiste en el Manchester United
En Twitter: @javieraborda