Como buen ‘millennial’ que es, James no puede quedarse toda la vida en una empresa esperando mejores oportunidades.

Está bien que se marche del Real Madrid, al que quizá dio mucho y recibió poco. Y sin reproches. Cuando a James lo dejaron jugar, lo hizo bien y cuando no, aguantó las decisiones de su jefe, un francés típico, distante, con una mente (calva) brillante capaz de acallar críticas a punta de trofeos.

Aun así, el colombiano fue una presa más que devoró el Real Madrid, un equipo de insaciable magnanimidad. “Muchos han desfilado por la alfombra blanca y se han ido con un sabor amargo. Michael Owen, Javier Saviola, Robinho, Cassano, Huntelaar, Robben, Julio Baptista, Adebayor y hasta Fernando Morientes, quien hacía un tándem generoso con Raúl, se fueron del club apretando los dientes”.

James también se va así. No haber sido llamado ni siquiera entre los suplentes en la última final de la Champions ante la Juventus fue la sentencia. Él, sin embargo, sacó la bandera colombiana y sonrió en la celebración de aquella conquista. Fue ovacionado incluso por los hinchas. Pero la llegada de nuevos jugadores, como Dani Ceballos, para la próxima temporada -sin confirmarse su despedida- matizó más el desprecio al que fue sujeto.

Como buen ‘millennial’, James es joven y ve el futuro con optimismo.  Carlo Ancelotti, quien sí confió en su zurda en la ‘Casa Blanca’, lo recibe con los brazos abiertos. James debe llegar en igual posición, como cuando celebra un gol. Imagíneselo. Va a otro club de élite, con Neuer, Alaba, Robben, Ribery, Vidal, Thiago, Muller y Lewandowski como compañeros. Ojalá juegue. No es menor el reto, en absoluto.

El gran objetivo será la Champions y la Bundesliga, el piso para demostrar con mayor regularidad su talento. Esto es bueno para él y para la Selección Colombia, es decir, para nosotros. La liga alemana es muy buena, solo que no tiene el atractivo mediático de la Premier o la Liga española. Un dato de un equipo rival que tendrá James: el 99.88% de los aficionados del Borussia Dortmund renovó su abono para la próxima temporada: 54.934 de 55.000. Así es el fútbol allá.

Las revanchas en el fútbol son exquisitas. Sin mezquindad, pidamos ver una nueva eliminatoria directa en la Champions entre el Bayern de James David Rodríguez y el Real Madrid de Zidane… En las semifinales del 2003, jugaron Mónaco y Real Madrid. En el partido de ida, ganó el equipo español 4-2 y en la vuelta, jugada en el estadio Luis II, Mónaco clasificó a la final con un mítico 3-1. Una de las figuras del Mónaco aquella vez fue el ex Real Madrid Fernando  Morientes. No hay que decir nada más.