@NataliaGnecco. «El amor no pasa de moda», con esta consigna Lolita Flores saludó al público del Teatro Mayor Santodomingo, mientras se regocijaba al constatar que la audiencia había traspasado los límites generacionales y las letras de sus canciones «amor, amor», «no renunciaré», «estúpido», «lo voy a dividir», estaban vivas en la memoria de los asistentes.
El concierto «De Lolita a Lola», con el cual la artista española celebra sus 35 años de carrera artística, es un encuentro íntimo con la dinastía Flores de España, está lleno de anécdotas familiares, de alegrías, tristezas que nos hacen revivir esa alta dosis de complicidad artística que existía entre su madre Lola Flores ‘La Faraona’, su padre Antonio González ‘El Pescailla’ , su hermano Antonio Flores y perdura hoy con su hermana Rosario.
Todos estos talentos reunidos en un solo escenario gracias a la magia del amor y a efectos tecnológicos que nos permitieron escuchar las voces de Lola, Lolita y Rosario en una inolvidable interpretación de la canción «A tu Vera». Este homenaje es un desafío al olvido que algún día seremos, pues al reencontrarse en el escenario con su progenitora, Lolita resaltó la importancia de mantener vivos en la memoria a nuestros seres queridos y no desperdiciar esos momentos de nostalgia que nos acercan a ellos. Curiosamente su madre decía que al morir quería reencarnar en una mosca porque así podría escuchar todas las conversaciones a su alrededor, entre risas Lolita confesó que desde entonces siempre la acompaña una mosca, no importa donde esté, así sea en la cabina de un avión. Por eso en casa nunca se ha vuelto a matar una mosca.
Verse reflejada en la imagen de su madre ha sido todo un reto para Lolita, quien hoy se asombra de verse con peineta y chal en canciones como ‘Un camino de flores’, ‘La Zarzamora’, pues la Faraona siempre le reclamaba porqué no cantaba sus éxitos a lo cual su hija respondía en ese entonces, con desdén.
El repertorio incluyó boleros, coplas y baladas como «Pena, penita, pena», «un camino de flores», «limosna de amores» todo acompañado por esa pasión que no se apaga en la potente voz de Lolita, una veces dulce, otras salvaje, dramática, sensual que sabe acompañar magistralmente con el baile demostrando así el equilibrio inquebrantable que debe existir entre la expresión corporal y la interpretación.
Las Proyecciones de imágenes familiares y las anécdotas de Lolita complementan el repertorio, que genera una nostalgia especial por Antonio ese extraordinario cantautor de la dinastía Flores, amante de la poesía urbana, el amor, la nostalgia quien antes de morir dejó un legado que va desde el rock, las baladas, hasta los blues. Esta vez Lolita contó cómo su hermano Antonio fue el artífice de muchos temas que se volvieron éxitos en la famosa voz de su hermana Rosario.
Antonio y Rosario un dúo artístico inmortalizado por ese amor al arte que profesa la familia Flores, que traspasa fronteras, que une almas en el infinito y lo mejor, que nos sigue deleitando, para honrarlo, Lolita escogió su canción «Alba», una pieza llena de sentimientos por la dicha del nacimiento de su primogénita. En medio de chistes sobre cómo Antonio prefería componerle a su hermana menor y el extraño episodio donde Antonio finalmente le dedica una canción a su hermana mayor, pero se le pierde la letra.
No pudo faltar al final un poco de picardía de la lo mejor de la rumba catalana con éxitos como «Sarandonga» y «Mía» para homenajear a su padre Antonio González ‘El Pescaílla’, temas que la hicieron bailar y contagiaron al público de alegría, quien la acompañó con palmas y ovaciones. Lolita Flores agradeció a la audiencia capitalina por acompañarla a revivir sus vivencias artísticas, familiares y por contribuir a su posicionamiento como artista en América Latina. Con mucha espontaneidad se sentó en el escenario y aún agitada confesó que estaba preocupada por los efectos que la altitud de Bogotá podría causarle, pues necesitó un poco de oxígeno para poder respirar, lástima que no pudo notar que no sólo a ella le faltó un poco de aire durante el concierto, pues a muchos nos cortó la respiración con su impecable interpretación.
Fotos: Cortesía Teatro Mayor
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