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SoyCarlosDiaz

Ser hombre, papá, soltero, vivir solo y tener a una hija a cargo bajo el mismo techo, es algo que para la sociedad colombiana está mal, porque según todos y en cualquier lugar del país, un hijo o una hija debe estar con su mamá, pero ¿qué pasa cuando la mamá no hace bien las cosas? ¿qué pasa si la mamá no puede brindarle o suplir todas las necesidades básicas que sus hijos demandan pero el papá sí? ¿qué pasa si la mamá prefiere dejar a su propia hija bajo el cuidado de otros mientras que ella ocupa su atención en su nueva pareja? ¿un papá no tiene el mismo derecho de cuidar a sus hijos solo por ser hombre? ¿acaso nosotros o todos los papás somos malos? ¡NO!

Por favor, no más, me cansé de que consideren a todos los hombres que son padres como irresponsables, enfermos, degenerados y en el peor de los casos violadores; menciono esto porque la gente cuando me ve con la niña me preguntan o me dicen: «¿y en dónde está la mamá, por qué la tienes tú y no ella?», «tú no deberías estar con ella solo, qué peligro», «la niña debería estar con su mamá, no con usted», esto he tenido que enfrentar en los viajes que he realizado con mi hija por el país, y claro, las cosas positivas siempre son más que las negativas, muchas personas admiran que un papá esté tan comprometido con su oficio de padre y los elogios también se escuchan, son miles.

Aún así hay mucha gente que sigue creyendo que un hombre no es capaz de cuidar a sus hijos por no ser una mujer, y como estoy cansado de eso, les quiero decir esto: NO TODOS SOMOS IGUALES, NO TODOS HACEMOS LO MISMO, NO TODOS ABANDONAMOS A NUESTROS HIJOS.

Hay papás que damos la vida si es necesario por nuestros hijos, papás que hacemos cualquier cosa por ellos, cualquier «tontería» por verlos sonreír, cualquier cosa por ganarnos uno de sus cálidos abrazos; tengo apenas 28 años pero cuando me convertí en papá, supe que mi hija pasó a ser la razón de mi vida, y que ella está por encima de todo lo que me gusta y de quien soy, además estoy seguro de que siempre estará arriba de cualquier mujer que aparezca en mi vida, nadie la podrá bajar de allá porque ella es mi TODO, y así piensan muchos otros padres, que muy seguramente han tenido que pasar por las mismas situaciones incómodas como las mías, es una lástima pensar que la igualdad de género solo se enfoca en las mujeres y olvidan que nosotros, los hombres, también tenemos los mismos derechos. Por ejemplo, alguien tiene razón:

Sería mejor decir: #NadieMás pero bueno, esto es Colombia.

Conozco algunos padres que viven una realidad donde ni siquiera conocen a sus propios hijos, no les permiten que los busquen o se acerquen a ellos todo porque sus exmujeres, las mamás, no se lo permiten, y cuando buscamos ayuda, nadie nos cree porque somos hombres, es triste, pero es lo que sucede actualmente. Está claro que la ley no es para todos, o es para los que tienen mucho dinero o para los que tienen amigos con «poder» e influencia. En Colombia sí se habla de la igualdad de género, pero eso no quiere decir que un hombre también goce de sus beneficios, porque cuando las mujeres que son madres y cometen errores, asumen un papel de víctima ante un juez o un defensor de familia para que este crea en su versión, en su situación y adivinen qué, se salen con la suya valiéndose de las mentiras porque en muchas ocasiones solo desean ver sufrir a sus exparejas, quitándoles a sus hijos o buscando el único beneficio que les otorgará la ley además de la custodia, dinero.

Para que no le pase a otro papá:

Este año la mamá de mi hija, luego de «conciliar» con palabras en frente de una defensora de familia del ICBF en un centro zonal, prometió que me daría a la niña para que yo viviera con ella y me hiciera cargo de todos sus cuidados y necesidades básicas, incluyendo la educación. Ella hizo esto porque aceptó que no tenía ni los medios ni la forma de seguir adelante con mi hija bajo su «custodia», entonces yo asumí vivir con mi pequeña del todo; estaba muy feliz, le organicé su habitación y la matriculé en un jardín muy cerca a mi casa para estar muy pendiente de ella, me fascinaba la idea de tener a mi hija las 24/7; también quise ayudar a su mamá pero nunca me lo permitió, ya que insistía que solo trataba hacerlo como una excusa para volver con ella, y no, mi único propósito era que a pesar de estar separados podríamos vivir bien económicamente para que nuestra hija tuviera una mejor calidad de vida, un mejor futuro. Erré por pensar así

Al ocuparme de mi hija y mi trabajo, no solucioné nada legalmente, ahora tengo que soportar a que su mamá cuando la recoge los fines de semana, regrese a mi domicilio el día que quiera y a la hora que le parezca, casi que a la media noche de un domingo o un lunes, haciendo que ella falte a su jardín y se atrase con sus tareas sin mencionar los peligros al que se exponen a altas horas de la noche. Mi hija cuando está con su mamá se queda en varios domicilios incluyendo el de su pareja porque no vive en uno fijo, esto quiere decir que mi pequeña no tiene estabilidad alguna a su lado. Denuncié esto ante el ICBF pero en dicha organización no parece importarles y la pesadilla continúa, sumándose otros hechos a la larga lista de sus errores. Hay días en los que no tengo ni la menor idea de dónde se encuentra mi hija, con quién o cómo está, y todo porque su mamá se niega a responder mis llamadas o darme noticias de ella mientras que está bajo su cuidado. Hoy mi hija ya no está conmigo, tampoco regresó al jardín y según su Miss, la tutora del jardín, los compañeritos la echan de menos, yo aún más porque vivía con ella y es mi sol y mi luna.

Para que ustedes como padres no vivan una pesadilla como la mía, dialoguen con su pareja, no permitan que los problemas acaben con todo lo que soñaron alguna vez, recuerden que por sus hijos deben seguir adelante todos los días sin prestarle atención al tamaño de los problemas, no dejen que el amor se acabe o que la monotonía los consuma, no le den paso a otras personas que llegan a su vida para tratar de dañar todo lo que han construido en pareja y en familia. Y si tienen problemas muy serios con su compañero sentimental y no pueden hallar una solución definitiva, busquen ayuda, miren qué o cómo pueden arreglar todo definitivamente, porque después tendrán que vivir algo muy parecido a lo que vivo todos los días a raíz de este problema con la mamá de mi hija, y sinceramente es algo desgastante, triste, aburridor e incluso incómodo para los niños, porque ellos son como una «esponja» absorben todo lo que ven y escuchan.

Si la decisión está tomada y se van a separar (aunque no deberían, porque todo tiene solución), arreglen las cosas legalmente con todos los papeles firmados y copias autenticadas para que ninguno de los dos falte a su palabra o compromiso evitando que sus hijos en el futuro paguen todos los platos rotos.

 

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