Dios castrochavista de infinita misericordia, vuelvo a ti con mi fe renovada tras los triunfos recientes del país. Te agradezco por los favores recibidos y con humildad te suplico que nos sigas protegiendo de las garras de la pacatería conservadora encarnada en el procurador, el senador Uribe y demás seguidores de tu versión cruel del Antiguo Testamento.
Hoy brilla una luz de esperanza en mi país, gracias a tu bondad y a los talentos de nuestros deportistas, Colombia se destaca en el ciclismo, en el bicicross, el hockey en línea y por supuesto, el fútbol. La feliz coincidencia deportiva y electoral ha renovado nuestro espíritu patriótico: ya muchos nos quitamos la venda de los ojos y hemos venido descubriendo que algunos de los que se dicen tus seguidores no son más que mercaderes de la fe que se escudan en ti y en el amor a la patria para cometer sus delitos impunemente.
Dios mío, hoy te quiero agradecer por el proceso de paz que aunque imperfecto y populista, permitirá a largo plazo salvar muchas vidas de campesinos inocentes, de niños reclutados a la fuerza y de soldados –reclutados también a la fuerza-.
Te quiero agradecer también por el comportamiento de Andrés Felipe Arias, quien tergiversando el refrán “Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana” ha escapado de su condena en Colombia. Su actitud, sumada a la de otros prófugos uribistas, nos ha permitido comprender que no es más que un ídolo de oropel.
Te doy gracias por cada tuit incendiario del expresidente Uribe: su irresponsabilidad y megalomanía, contrario a lo que cree el pobre, le ha hecho perder miles de votos de sus feligreses quienes hoy ya no lo ven como el otrora capataz de Colombia sino como un viejito cacreco que no ha superado el duelo de la expresidencia. Te suplico por su alma, porque en cuanto pierda su fuero presidencial se le van a venir encima las muchas investigaciones en su contra. Ruego porque en tu infinita sabiduría, ilumines a un juez castrochavista para que resuelva sus cientos de procesos, y en caso de encontrarlo culpable en alguno, el expresidente pague por sus culpas y no resulte tan etéreo como el Espíritu Santo.
Te pido también por la integridad de miles de homosexuales, dirigentes de izquierda, opinadores disidentes y mujeres que defienden sus derechos reproductivos: todos los que creemos en las libertades individuales te rogamos que expulses al procurador de su púlpito como tu Hijo expulsó a los mercaderes del templo. No permitas que ese lobo disfrazado de cordero siga quemando almas y comprando conciencias, ni que su demagogia rezandera y su clientelismo descarado convenza a más incautos.
Finalmente, te suplico Señor que no te olvides de los miles de desplazados que quieren volver a sus terruños ni de los indígenas que aunque no te rezan, necesitan que se les respete sus territorios sagrados. No escuches las oraciones neoliberales de los que quieren acabar con nuestros páramos y bosques y ayúdanos para que en nuestras celebraciones no sigamos muriéndonos de la dicha. Amén.
Twitter: @andresburgosb
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