Uribe en la olla, 5D, frente a Santos y contra la paz

Paz: Actualidad de la negociación de paz

Colombia: Uribe en la olla, 5d, frente a Santos y contra la paz
     Nota del 5 de diciembre, 2012, masas uribistas en escombros
     Nota del 6 de diciembre, 2012, cómo fracasó el Cacerolazo pa’ Santos
     Agregado 1: El complejo de inferioridad del uribismo frente a las FARC
     Agregado 2: Ejemplo de la posición antipatriótica de Uribe

Mundo: Siria, alejándose de la paz día a día

Paz

 

Uribe en la olla, 5D, frente a Santos y contra la paz

La crisis política de la ultraderecha uribista es inocultable. Los imparables fracasos que han sufrido los uribistas, desde que la ley rechazó las cuestionadas reelecciones de Uribe, siguen yendo de mal en peor.

La situación de desesperación entre los extremistas uribistas es tal que la semana anterior (del 19 al 25 de noviembre) terminaron pidiéndole cacao a Manos Limpias, un grupo que se originó en la lucha contra la corrupción, pero que irónicamente mantiene el más hermético silencio sobre la corrupción en pro de una figuración política, en la que buscan no tener «enemigos».

La fracasada oposición de los uribistas sigue siendo seguida con lupa por la verdadera oposición a la derecha que es la izquierda. La pelea de comadres entre Uribe, el agresor, y Santos, la víctima, es de suma importancia para la izquierda colombiana a la que le han ahorrado enfrentar a Santos directamente y solo tiene que apilar todos los argumentos que la extrema derecha ha amontonado contra Santos y ponerlos en la perspectiva de una nueva visión de gobierno serio para Colombia, sin peleas de comadres.

La miopía del extremismo uribista les hace creer que la imagen favorable de Uribe es automáticamente votos por Uribe. La peor imagen que tenía Petro, frente a Peñalosa, no deja de ser el mejor ejemplo de que la política de imagen, típica de Uribe y sus seguidores caudillistas, no tiene mucha importancia en una época de mayor y más amplia información y de una nueva dinámica de decisiones.

A esta fecha está y quedó demostrado que los uribistas fueron incapaces de lograr una demostración pública por su propia cuenta, que entraría a ser parte de su colección de derrotas, y tuvieron que plegarse a la ayuda de Manos Limpias y de la izquierda. 

De ahí que el extremismo uribista decidió esconderse, hizo de tripas corazón para no mencionar a Uribe y así permitir que el centro y la izquierda tomen las riendas del movimiento de masas que permita, por lo menos, alguna bulla y de esa manera en la tarde y noche del 5 de diciembre declarar una victoria uribista.

Una cosa piensa el burro y otra el que lo está enjalmando. La izquierda espera que Manos Limpias haga el trabajo de movilizar gente y que la treta uribista de «sin color político» permita una transición de la oposición, ante los ojos de la opinión pública, de las manos de la extrema derecha al centro y posteriormente del centro hacia la izquierda, que tiene insuperable experiencia de oposición.

El cacerolazo es una imitación y subyugamiento a una forma de protesta casi que patentada por la izquierda. El extremismo uribista comenzó con el pié izquierdo, lo que comienza mal puede terminar mal o peor. Si la treta del extremismo uribista es «sin color político» entonces el triunfo será del «no color político», hasta ahí la ganancia de Manos Limpias. En contraste, la izquierda si tiene color político y no lo esconde.

Los argumentos son perdedores, pero eso no importa, porque el extremismo uribista los tienen que cargar en sus costillas.

• 1.    La gente informada sabe que el famoso «collar bomba» nunca fue de las FARC, sino de criminales corrientes más cercanos al paramilitarismo que a cualquier otro.

¿Quienes son los únicos que dicen que el «collar bomba» es de las FARC? Los uribistas.

Es facilísimo saber si una persona es uribista o mal informada con solo preguntarle ¿El único «collar bomba» que se conoce en la historia de Colombia fue puesto por las FARC o por criminales corrientes?  Según la respuesta que reciba usted sacará sus conclusiones propias.

• 2.    La guerra entre el gobierno y las FARC continúa y no existe absolutamente ni una milésima de razón para que las Fuerzas Armadas de Colombia dejen de combatirlas o para que las FARC dejen de hacer lo que siempre hacen.

¿Quienes son los únicos que alegan que las FARC están haciendo ataques que nunca habían hecho y que las Fuerzas Armadas no las combate? Los uribistas.

O alguien que esté completamente desinformado de la enorme labor que las Fuerzas Armadas de Colombia están realizando diariamente con esfuerzo inigualable y sacrificio heróico, todo, bajo la respetada dirección y la orgullosa admiración a su máximo Comandante en Jefe, Juan Manuel Santos.  Y eso no es de ahora, sino desde cuando fue su Ministro de Defensa.

• 3.    El proceso de paz busca eliminar la violencia y el crimen de las FARC. Si las FARC no existen no importa que países las apoyen. ¿Qué país puede apoyar al M-19 si ya no existe?

El presidente Chávez nunca más volvió a meterse con Colombia, excepto en asuntos protocolarios o de negocios bilaterales. Sería absurdo que alguien se quejara de eso y buscara enfrentamiento.

¿Quienes son los únicos que insisten en ataques personales y en un enfrentamiento con Venezuela? Los uribistas.

O alguien que esté tan elevado que no se haya dado cuenta de los dos Chávez, el respondón cuando Uribe  o el calmado y concentrado en su país durante el gobierno Santos.

• 4.    La entrega de aguas territoriales, de las que gozaba Colombia, a Nicaragua tiene un solo ejecutivo responsable, el único que manejó este litigio de principio a fin, el expresidente Álvaro Uribe Vélez. 

Si usted lo ignora puede aprenderlo con lujo de detalles principalmente en los Agregados 1, 3 y 4 de «Sobre la decisión de la Corte Internacional de Justicia».

El Presidente Pastrana ni el presidente Santos tienen velas en este entierro.

(P.D. Sería un error craso que Colombia se saliera de Tratados internacionales en medio de una sociedad global y muy vergonzante hacerlo después de un fallo desfavorable.)

• 5.    Un gobierno no se puede juzgar con certeza hasta cuando termina.

Sus decisiones y acciones tienen un proceso y sería absurdo juzgar tendenciosamente parte de ese proceso como si fuera un resultado final.

Hay que aprender a dejar gobernar.

La derecha tiene la obligación inexcusable de apoyar al presidente Santos so pena de perder su poder, que no es mala idea.  Colombia nunca ha tenido un gobierno de izquierda y nada se pierde con ponerlo a prueba.

La única alternativa de la derecha es el centro o la izquierda. La extrema derecha ya pasó de moda.

Los uribistas ciegamente  se trasnochan para derrotar al presidente Santos. Uribe sueña con que el poder tiene que ser de él y no de Santos y sus caudillistas seguidores tampoco se levantan de la misma cama.

Pero eso es problema de ellos. Si los uribistas siguen erodando la paz y al gobierno de Santos, a la izquierda no le queda más remedio que unirse sólidamente y recibir el poder.

Los uribistas, desde su caudillo hacia abajo, están acostumbrados a hacer bulla y no podrán resistirse a no hacerla, a las buenas o a las malas.

Afortunadamente el número de ex uribistas ha ido creciendo en miles y millones, y que una minoría se satisfaga volando en el desconocimiento de los hechos  termina siendo un simpático acto del folclor polítiquero colombiano.

Si Santos lucha por la paz es porque interpreta mejor que nadie a los colombianos. Los colombianos unidos luchando por la paz harán ese triunfo no solo de Santos sino de toda Colombia.

 
La bulla uribista es contra la paz en Colombia y esa fue la razón para  mencionarla en esta sección.

NOTA del miércoles 5 de diciembre, 2012:

Manos
Limpias no se prestó al engaño que los uribistas querían hacerle a los
colombianos con su cacerolazo  dizque «sin color político» y dejaron a
los uribistas en rines. 

Los uribistas
son insignificantes. Si el Partido Conservador se despierta y recobra
las bases campesinas que los uribistas usan como suyas, el uribismo desaparece.

NOTA del jueves 6 de diciembre, 2012:

El fracaso uribista de ayer se originó en el tema #CacerolazoPaSantos puesto por tres fanáticos y ciegos trineros de Uribe. Uno que desesperadamente busca popularidad haciendo e invitando a encuestas de quinta en las que solo participan los mismos uribistas y cuyos resultados lanza como sondeos de la «opinión pública». Si alguien busca un ejemplo de autoengaño ya no debe buscar más. Otro que solo se alimenta de leer los pasquines  escritos por pseudo periodistas e «intelectuales» uribistas, los mismos que religiosamente leen todos los uribistas. La tercera es una señora cuya experiencia en cualquier campo es ser familiar de un militar envuelto en crímenes de guerra.  Ninguno tiene la mínima experiencia en demostraciones públicas y ni siquiera una remota idea de cómo se organizan los cacerolazos.

Con este descalabrado equipo, que no podría llegar a ninguna parte, la trinera más servil de Uribe, que busca popularidad y una curul en las próximas elecciones, vio la oportunidad de lograr voticos para su postulación burocrática y sin pensarlo dos veces, la firma de su estilo, se puso a anunciar el tal cacerolazo con su acostumbrada charlatanería y euforia uribistas. Campaña que toca esta señora es campaña que fracasa, porque todo lo que ella «sabe» es hablar día y noche en Twiter, todos los días. No tiene ninguna información política seria, jamás ha podido sostener un debate con nadie y su consejo a todos los trineros de Uribe es bloquear a cualquiera que los critique. En consecuencia, la impreparación de esta señora es soberana y como solo hace eco de comentarios uribistas la desinformación que propaga sobre el anti-uribismo es total. 

Los trineros del cacerolazo intentaron Facebook e hicieron páginas que hasta el último momento no pasaron de 2.812 «me gusta». Eso para el hoy menos de medio millón de uribistas es francamente nada. A nadie se le ocurrió cancelar lo más pronto posible el tal cacerolazo para evitar la humillación pública y darle un triunfo rotundo a Santos mostrando que las «masas» contra Santos no llegan a 50 en el departamento uribista de Antioquia y en la ciudad donde Uribe fue alcalde y en el único cacerolazopasantos del mundo donde pudieron reunir el máximo número de personas. Los uribistas ni soñaron con cancelar su cacerolazo porque dentro de su pensamiento con el deseo y guiándose por sus «encuestas» e «interpretación uribista» de las otras encuestas estaban seguros de que una supuesta inconformidad contra Santos iba a volcarse a las calles y que esa mayoría, que no es uribista, la podrían declarar a su antojo uribista y reclamar el caceralazo como un triunfo del uribismo.

Uribe estaba desesperado por este cacelorazo que había solicitado en trinos, sin nombrarlo directamente como es su estilo, y cuando este trio de fanáticos hicieron realidad el sueño de su caudillo, Uribe ya estaba seguro de que «el pueblo colombiano» demostraría que sus críticas a Santos tenían eco nacional e internacional así al uribismo no le quede más que un senador y los medios no le paren bolas a las pataletas de Uribe. Uribe contaba con el éxito de kilómetros de calles llenas del cacerolazo y que usando esa demostración podría exigir la renuncia inmediata de Santos. Para garantizar que esas masas cayeran en la trampa del uribismo Uribe no hizo un solo trino de apoyo al cacerolazo haciendo creer, con la maestría que tiene de esta técnica, que las masas se manifestaban «espontáneamente» contra Santos y que Uribe no tenía nada que ver con el cacerolazo.

La izquierda hizo muy bien en no criticar al cacerolazo con énfasis o les hubieran dado cátedra en demostraciones públicas y sobre todo hicieron muy bien en no alertarlos de que debían cancelarlo. 

La ventaja que tiene la izquierda con la ultraderecha uribista es que aún si lo hubieran hecho los uribistas nunca hubieran oído y hubieran alegado que los «mamertos» les tienen envidia y que si los «terroristas» los atacaban era porque su cacerolazo iba a ser todo un éxito. Con los trineros de Uribe es más fácil porque ellos tienen bloqueada a toda la izquierda y sus TLs están reducidos a una especie de coloquios de beatas comadres que se satisfacen en que cada una repita lo que dice la otra.

Los verdes no botan corriente con los uribistas. saben muy bien que son guerreristas, inventan argumentos falsos, viven de sofismas y son anti sociales, no pueden relacionarse con nadie que no sea otro uribista.

Los medios no podían reportar el cacerolazo porque solo un ciego o un uribista podría creer que había algo qué reportar. Eso de ser uribista «sin color político» es como ser cristiano sin necesidad de creer en Cristo y que el más grande cacerolazo del mundo, el paisa, sea equivalente a una foto de los alumnos de un año de primaria no es noticia de interés público. 

No he nombrado a los trineros uribistas que se sumaron otro fracaso porque sería hacerles una humillación pública.

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Agregado 1
Sábado 1º. de diciembre, 2012:

La mayoría abrumadora de comentarios  en este espacio es uribista.

Ninguno de ellos ha podido debatir ni  desmentir uno solo de los puntos expuestos.

Hay una característica común que les quita credibilidad y que demuestra que los uribistas que han participado tienen muy escaso o ningún conocimiento de la composición política colombiana y explayan un conocimiento nulo del conflicto armado.

Esa característica salta cuando frente a un análisis objetivo cuyas conclusiones no son favorables al uribismo lo califican automáticamente como una posición de las FARC.

Eso indica que el mundo ideológico de los uribistas está dividido entre uribismo y FARC.  Y que en ese mundo los uribistas se consideran inferiores a las FARC.

Cualquier análisis que muestre resultados negativos del uribismo no tiene que venir de ningún saco político.  Lo que hay que ver en esos análisis es si vienen desde  la perspectiva sociológica, antropológica, psicológica, económica o de la perspectiva de la táctica y la estrategia política. Como es el caso de mi escrito.

La pobreza intelectual de los uribistas consiste en estar limitados y cohibidos a no poder pensar un milímetro más allá de que si no hay una adulación del uribismo o un culto a la personalidad de Uribe, entonces el escrito tiene que ser infaliblemente de las FARC. Las quejas de los comentarios lo demuestran explícitamente.

Desde el punto de vista del saco político, un análisis que muestre el pensamiento con el deseo del uribismo puede provenir de una posición santista, que corresponde a una mayoría del Partido de la U, o a una posición de miembros del Partido liberal o advocadores del Partido Verde y no necesariamente solo de las FARC.

Las FARC no participan de las elecciones colombianas por lo tanto les importa un comino discutir o no con el uribismo, con el Partido Conservador o con cualquier otro partido.  La posición de las FARC es derrumbar por la vía armada al poder establecido. Y el poder establecido es el producto de las elecciones y los partidos políticos que participan en ellas.

Lo temible de las FARC es su amenaza armada no sus posiciones políticas.

Lo que buscan tanto el estado como las mismas FARC es eliminar el enfrentamiento armado y que las diferencias se den, como deben darse, en el terreno político.

Si hay algo que las FARC tienen que desarrollar es su actividad política, opacada por su actividad militar y violenta.

Los uribistas han terminado peleando contra un fantasma político producto más de la mojigatería y de temores godos que de cualquier realidad que viva Colombia o el mundo contemporáneo.

Las discusiones bizantinas del uribismo no son la preocupación de una Colombia que viene moviéndose cómodamente hacia el centro. La fuerza que el Partido Verde tomó en la primera vuelta y la de Santos en la segunda de las elecciones del 2010 son ambas producto indiscutible de una posición centrista que se ha labrado camino en Colombia.

Políticamente, las FARC no tienen demasiado peso. Existe resentimiento y desconfianza hacia ellas.

Sin embargo, quienes no descansan de legitimarlas y darles el mayor peso político posible son los uribistas.  Únicamente los uribistas legitiman a las FARC como una poderosa fuerza política nacional. 

Los uribistas no muestran que las FARC están aisladas políticamente y que su credibilidad está menguada, todo lo contrario, los uribistas se esfuerzan día y noche en demostrar lo opuesto que las FARC son el mayor poder político de masas que existe en Colombia.

Los uribistas alegan que la fuerza política de masas de las FARC se extiende a todos los sindicatos, a todo el movimiento estudiantil, a todos los gremios y comunidades de masas de Colombia. Que las FARC tienen poder político sobre el partido de la U, sobre la Iglesia Católica, sobre la rama de Justicia.

Las FARC no pueden mostrar ningún poder político, pero los uribistas muestran que las FARC tienen el mayor poder político de Colombia. Hasta los medios son de las FARC, los periodistas son de las FARC, los columnistas son de las FARC, los intelectuales y los investigadores científicos, todos son de las FARC.

En la timorata y descarriada imaginación uribista todo el mundo es de las FARC menos los uribistas. Cualquiera que hasta los mire mal es de las FARC.

Los uribistas se creen las víctimas del avasallador poder político de las FARC. Los uribistas siempre se han considerado inferiores a las FARC. Nunca han podido hablar con las FARC porque ellas son más poderosas que los uribistas y los pueden engañar.

Los uribistas dan lástima de tanta inferioridad frente a todo el poder que ellos se inventan de las FARC. Pobres uribistas, no, aunque eso sea redundante. 

Recomiendo estudiar una introducción al conocimiento del conflicto armado, fácil de leer y entender hasta para los uribistas que comentan aquí.  «RESPUESTAS ALREDEDOR DEL DIÁLOGO DE PAZ DE COLOMBIA»  http://www.mediafire.com/view/?d744409enrscvf8

Agregado 2
Lunes 3 de diciembre, 2012:

Ayer, domingo 2 de diciembre, 2012, a las 10:33 de la noche Uribe afirmó textualmente «Ejército «ABATIDA EN SU TOTALIDAD LA COLUMNA MARISCAL SUCRE, EN EL MUNICIPIO DE RICAUTE, NARIÑO.»  En el anuncio Uribe menciona solamente al Ejército para separarlo del gobierno colombiano como si las Fuerzas Armadas no pertenecieran a Colombia y no estuvieran bajo la dirección  de su Comandante en Jefe Juan Manuel Santos.  Esta posición divisionista, claramente antipatriótica, muestra hasta qué punto ha llegado Uribe en su odio a Colombia, a su gobierno y al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Y directamente un odio contra la paz que buscan los colombianos y que el gobierno del presidente Santos está ayudando a que sea una realidad histórica.

Hoy, este inexcusable antipatriotismo de Uribe se comprueba cuando el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), que es una fuerza militar de la Policía Nacional de Panamá, anunció el golpe mortal de un guerrillero de las FARC y la detención de ocho más.  En este caso, Uribe no destaca el anuncio del Senafront sino que inmediatamente reconoce la acción del Senafront como una acción del gobierno panameño y sin perder un instante felicita al gobierno de Panamá por la muerte de un guerrillero y la detención de ocho más y va aún mucho más lejos hasta poner a Panamá de ejemplo en la lucha contra las FARC.

¿El ataque realizado por el ejército colombiano a la Columna Mariscal Sucre de las FARC, en el municipio de Ricaurte, Nariño,  no merece una felicitación como tampoco el gobierno Santos y menos son ejemplo de ataques contra las FARC?

Así lo expone textualmente Uribe a las 7:19 de la mañana de hoy lunes 3 de diciembre, 2012: «Gracias Panamá, un ejemplo: Un muerto y ocho detenidos de las Farc, tras enfrentamiento con policía de Panamá»

Siria, alejándose de la paz día a día

La mentalidad tribal de todo el Medio Oriente, incluyendo Israel y como ocurre en Africa también, es la causa de  conflictos que no pueden entenderse con las mentalidades individualista y grupal de «Occidente»

La situación de Siria es la más sangrienta del Medio Oriente y lleva ya 20 meses intensificándose y creciendo en complejidad.

Tanto en Afganistán, donde los Talibanes buscan extender y consolidar su poder cada día, como en Irak donde los sunitas buscan tomar el poder y control que perdieron con la caída de Sadam Hussein, las masacres son pausadas, mientras que en Siria las masacres son diarias tanto del lado del gobierno como del de sus opositores.

Dos fenómenos son particulares en Siria, uno es la primavera árabe que nunca pudo conectarse con el sentido de unión y democracia que reinó desde Tunez hasta Egipto y el otro es la Hermandad Musulmana que por circunstancias de contexto es de las más radicales de derecha, religiosamente, y que por lo mismo ha sido el sunismo que ha recibido el apoyo fundamental y directo de Arabia Saudita, Turquía y Quatar por un lado y recientemente el de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos por el otro.

La ahora llamada Coalición Nacional Siria para las Fuerzas de Oposición y Revolución, conocida comúnmente como la Coalición Nacional Siria (CNS),  tiene como fuerza política principal a la Hermandad Musulmana, que también era la fuerza principal del Consejo Nacional Sirio a la que ésa reemplaza.

Se ha dicho que la CNS representa el 90% de la oposición en Siria pero el fraccionado y fuerte Ejército de Siria Libre, victoriosa e influyente oposición armada conformada mayoritariamente por exmilitares del gobierno, la fuerte oposición curda, que por conflicto étnico vive en combates con el Ejército de Siria Libre, los aguerridos sunitas radicales levantados en armas y de algún contacto con Al-Qaeda y los sunitas salafitas de efectiva actividad bélica demuestran que la oposición al gobierno de Bashar al-Asad va mucho más allá en frentes y capacidad armada de lo que representa la CNS.

Bashar al-Asad pertenece a la tribu allawi, que monopoliza el poder gubernamental. Las diferentes tribus sunitas, curdas, fuera de las shiitas y otras que en diferente proporción tienen poder en sus comunidades, hacen de la política siria un rompecabezas al momento de definir una posición política para los «occidentales».

El caso sirio no es la excepción, más bien la regla de la región aunque con diferentes actores tribales.

A esto se suman los intereses internacionales de países como Irán, China y Rusia que han mantenido lazos políticos y económicos muy estrechos con Siria. Y qué decir de las logísticas árabe e israelí.

El problema de Siria no es solamente el de una oposición desoída contra un régimen tribal monopólico es principalmente la lucha de intereses económicos y geopolíticos fuera de Siria como son los de Irán, Rusia y China contra el intento de poder en Siria de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. En un doble plano nacional e internacional los sirios riegan su sangre por un poder que probablemente no termine efectivamente siendo el propio.

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