El voto sensato en España debe ser contra la corrupción

La impunidad convierte a los políticos en dioses en medio de los mortales, los hace parecer justos y les otorga poderes de invisibilidad para adueñarse de los bienes de los demás. Platón, en su libro La República, ilustra con un diálogo el mito del “Anillo de Giges”. Se trata de un pastor que se encuentra un anillo mágico con una piedra incrustada y al darle la vuelta al anillo -con la piedra empuñada- lo convierte en un ser invisible. Cuando llega la noche el pastor usa el anillo para ocultarse, con paso invisible se dirige al feudo, abusa de la reina y luego la convence con su poder, para que juntos maten al rey. Finalmente se apropian del reino.

Gracias a la invisibilidad que concede el anillo se cometen muchas injusticias y aunque el crimen no desaparece, la clandestinidad provoca que el agente del delito parezca un ser normal que cumple con la ley. Ocultarse detrás del anillo y corromper para apropiarse de los bienes de los otros es algo muy cotidiano en las esferas del poder.

La corrupción y el fraude son el segundo mayor problema de España después del desempleo. Según el CIS, en enero de 2011 el 2.4% de los españoles pensaba que la corrupción era su principal inconveniente. En julio de 2015 lo creyó un 43.7%. La cifra es escandalosa y lo mínimo que se aconseja antes de votar es conocer las propuestas de los candidatos a la presidencia del gobierno para combatir ese grave problema.

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno de España recopiló en su portal web todos los programas electorales de los partidos y resaltó las propuestas en materia de transparencia. ¿Qué prometen los partidos para combatir el fraude y la corrupción? ¿Cuáles son los principales cambios que pretenden introducir en la Ley de Transparencia? ¿Les importa a los partidos que los ciudadanos controlen a los políticos?

El Partido Popular (PP) promete transparencia como antídoto para la lucha anticorrupción. Mencionan algunas mejoras para el Portal de Transparencia y pretenden reforzar los mecanismos de control, como la Oficina de Conflicto de Intereses y el control sobre los Altos Cargos. A pesar de los últimos escándalos por corrupción -Caso Gurtel, Bárcenas, Trama Púnica, Tarjetas Black-, durante el gobierno de Mariano Rajoy entró en vigor la Ley de Transparencia. El PP tienen su propia normativa, código de ética y tanto cuentas como presupuestos se pueden consultar en su página web.

Ciudadanos (C´s) propone apartar de cualquier cargo público o de partido a los imputados por corrupción, tipificar penalmente la financiación ilegal de los partidos, regular las donaciones y prohibir la condonación de deudas a los partidos por créditos bancarios. Buscan eliminar el requisito de la firma electrónica para acceder al Portal Estatal de Transparencia y abogan por la independencia del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno para que el régimen de sanciones no dependa de ningún superior político; para ello proponen la participación de la sociedad civil en la conformación y funcionamiento de dicho Consejo. En su web se encuentran las principales acciones para combatir la corrupción y exhiben la mejor nota posible en la evaluación anual que realiza Transparencia Internacional.

El Partido Socialista (PSOE) demuestra un ambicioso compromiso con la Transparencia a pesar que tampoco se libra de los escándalos de corrupción –Caso ERE en Andalucía y corrupción en Galicia-. Implementaron la Administración electrónica y fueron el primer partido en firmar un convenio con Transparencia Internacional para prevenir y combatir la corrupción. Proponen reformas a la Ley de Transparencia para garantizar la publicidad activa, el mejor flujo de la información y que la ley se aplique para la Monarquía, los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales.

Los socialistas proponen obligar a rendir cuentas a todos los cargos públicos para conocer sus declaraciones de renta, bienes e intereses, agenda, viajes que realizan con dinero público e iniciativas parlamentarias. Entre otras propuestas, pretenden crear la Oficina Ciudadana en el Congreso de los Diputados para que los ciudadanos soliciten información, registren preguntas o participen en los debates de forma física y digital. En su web se puede consultar las agendas, cuentas, viajes y código ético del partido.

Podemos también tiene una de las propuestas más decididas para luchar contra la corrupción pese a los sindicaciones hechas por la financiación irregular del partido por parte del gobierno chavista. Prohíben las puertas giratorias, la regularización de incompatibilidades en los cargos públicos y el endurecimiento de penas por corrupción. Buscan transformar los reglamentos parlamentarios para convertirlos en herramientas de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana. Proponen medidas para conocer a los titulares de las cuentas bancarias en los paraísos fiscales.

También plantean crear la Ley de Paredes de Cristal para facilitar el acceso a la información relativa al personal, presupuesto parlamentario y procesos legislativos. Buscan garantizar el acceso de los medios a todas las comisiones y plenos parlamentarios y habilitar un “escaño ciudadano” donde se podrán hacer peticiones individuales o colectivas al Parlamento. Sugieren el desarrollo de un Plan Nacional contra la Corrupción y la Transparencia el cual estará integrado por la Administración, organizaciones no gubernamentales y actores relevantes de la sociedad civil. Las cuentas, los cargos públicos, el código de ética y la declaración de no imputados en listas electorales se pueden consultar en su web.

Todos los partidos hablan de rendición de cuentas, transparencia y gobierno abierto. No obstante en materia de control ciudadano, el PP reduce la participación hacia los derechos de petición. Ciudadanos propone un control social desde el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. Mientras que PSOE y Podemos, proponen la creación de un espacio físico en el Congreso para que los ciudadanos puedan controlar e indagar la actividad pública.

La impunidad genera desigualdad, pobreza y violencia, mientras que los actos clandestinos acaban con cualquier política pública. Las propuestas en materia de salud, vivienda, empleo, trabajo, migración, pensiones y demás se debilitan cuando coexisten con el delito. El voto más sensato para España debe ser contra la corrupción, ese es el primer paso. Pero no habrá segundo paso, sin garantías de participación ciudadana postelectoral.

Las leyes, las propuestas, los candidatos y los partidos son herramientas que deben estar a al servicio ciudadano y requieren de actores que las pongan a funcionar.

“Por supuesto que es importante escoger el mejor bisturí, pero de nada sirven los mejores instrumentos quirúrgicos si no tiene un buen equipo de médicos. La corrupción es un cáncer y cuando se vota, usted es el cirujano”.

@JavierUrreaC