Un nuevo teatro de la guerra fría en la región Andina?
Los acontecimientos de las últimas semanas con el anuncio del acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, al igual que la respuesta Chavista de ejercicios militares y armamento Ruso en Venezuela, hicieran parecer el resurgimiento de la guerra fría entre las potencias, y especialmente un nuevo teatro de ese conflicto: La región Andina en Latinoamérica.
Nada esta más lejos de la realidad. Las Potencias de antes no son las de hoy. Rusia no tiene interés en crear una nueva carrera armamentista fuera de su área de influencia, la cual lucha desesperadamente por mantener (Invasión a Georgia, presiones a Ucrania, y acuerdos militares en las naciones del suroeste ruso). Estados Unidos tiene sus manos llenas con la crisis económica mundial y dos guerras que no van nada bien. Las potencias de antes ya están siendo acompañadas por nuevas potencias: China, India y Brasil, entre otras. Ninguno de los poderes de la guerra fría de la postguerra, están interesados en escalar carreras armamentistas en las aéreas de influencia de ambos, y las condiciones económicas y políticas no permiten que este tipo de acciones se repitan con facilidad
El que quiere una guerra fría es obviamente Hugo Chávez. No solo una guerra fría; una guerra. Su constante preocupación con el «imperio» en Latinoamérica solo sale a la luz cuando el «imperio» hace acuerdos con otros países. Cuando el hecho de que la economía Venezolana depende totalmente de lo que el imperio le compra es discutido, no hay ningún comentario negativo que salga de la boca de Chávez dirigido a cambiar esa relación, simplemente porque su permanencia en el poder depende de esos dólares que el odiado «imperio» paga por su petróleo. Él lo sabe y también sabe que en la crisis económica actual, no tiene a quien más vendérselo y eso hace que su necesidad de mantener el mercado americano sea mayor.
La piedra en el zapato es la influencia política, no económica, de los Estados Unidos en otros países, lo que hace su proyecto político en Latinoamérica más difícil de imponer. Sus amenazas de guerra con apoyo Ruso son una falacia en la que quiere encender las llamas del conflicto, pero ni Colombia, ni Estados Unidos, ni el resto de América Latina, y más importante aún, ni Rusia, le están siguiendo el juego al líder Venezolano. Si bien El gobierno ruso Está vendiendo armamento al régimen Chavista, algo delicado de por sí, no deja de ser una transacción económica. Rusia no ha expresado ningún interés en tener acuerdos militares con ninguna nación latinoamericana, o de abrir un área de influencia militar en América Latina. Las relaciones Entre Rusia y Colombia están en excelentes condiciones.
El uso y el destino de las armas que Rusia le vende a Chávez es preocupante, y eso debería ser el foco de análisis y cuestionamiento en la comunidad Suramericana, no el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, que tiene lineamientos muy claros. Las armas Rusas, nadie sabe para qué son, y peor aún, a que manos van a llegar. La política exterior Chavista de confrontación e imposición hacen que este tipo de acciones generen más preocupación que cualquier otro acuerdo militar en la región. La Venezuela de Chávez está decidida a abrir una carrera armamentista unilateral en la región. Las naciones del continente deberían revisar esta política Del líder Venezolano y pedir explicaciones sobre la necesidad de unas fuerzas militares equipadas con armamento de tan alto calibre y tecnología.
Creo que se debe aprovechar la próxima reunión de UNASUR,no para pedir explicaciones a Colombia,sino por el contrario a Venezuela por los acuerdos militares y compra de armas,por su ayuda a las FARC,por intromición y financiación de procesos electorales ( su propia Venezuela,Ecuador,Bolivia,Nicaragua,Honduras,Argentina,Cuba); Por persecución a la prensa y Opositores.El temor de Chávez y la ayuda Norteamericana es porque con la tecnología de éstos muy seguramente se descubrirán las rutas de la droga y los campamentos de las FARC.
En Latinoamérica no hay guerra fría ,ni le interesa a las potencias, sólo le interesa a Chávez desestabilizar la región para pescar en río revuelto.
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LA HIPOCRESÍA DE UNASUR
OTONIEL ARANGO COLLAZOS
La Unión de Naciones Suramericanas UNASUR, supuestamente “Busca el desarrollo de un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, financiero, ambiental y en la infraestructura de América del Sur” para dizque “favorecer un desarrollo más equitativo, armónico e integral”. Dicho propósito tan plausible, se vino a pique en la III Reunión Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno realizado en Quito Ecuador, pues Chávez, Correa y Evo trataron de tomarse por su cuenta el foro para buscar la condena de Colombia, por ejercer su soberanía y adelantar convenios con Estados Unidos como es su derecho, para combatir el narcotráfico y el terrorismo, lo cual les duele mucho a los socios de la “Patria Grande”.
A pesar de que los revoltosos no consiguieron su propósito, si alcanzaron a hacer aprobar que próximamente en Argentina, sea citado el Presidente Uribe y el Presidente Obama para que expliquen el alcance de la cooperación militar que ellos tozudamente llaman el tema de las bases militares gringas, violando flagrantemente el principio universal de no intervención en los asuntos internos de un Estado soberano.
Puestas así las cosas, Colombia deberá echar mano de la reciprocidad en el trato y exigir a los Estados de UNASUR, que rindan explicación suficiente sobre sus actividades relacionadas con convenios militares y que son de conocimiento público, pero ante las cuales han guardado prudentísimo silencio; varias de las cuales me permito relacionar brevemente.
Desde mayo de 2001 se firmó un convenio entre el gobierno de la república bolivariana de Venezuela y el gobierno de la Federación de Rusia sobre cooperación técnico-militar, mediante el cual se acordaba entre otras cositas, el suministro de armamento, técnica militar y otro material de uso bélico; la garantía de empleo, reparación y modernización del, así como la prestación de otros servicios de carácter técnico-militar; la transferencia de licencias para la producción de armamento y técnica militar y prestación de asistencia técnica en la organización de su fabricación; la formación del personal militar y lo que es más preocupante “la fabricación conjunta del material bélico destinado tanto para el uso en las Fuerzas Armadas propias como para el suministro a los terceros países”.
En el año 2005 Compró Venezuela a Rusia 100.000 fusiles de asalto del tipo Kalasnikov AK 103 y 104 por 54 millones de dólares y el Ministerio de la Defensa suscribió un acuerdo con representantes de la empresa estatal rusa Rosoboronexport para adquirir 10 helicópteros por 120 millones de dólares.
En el presente año, Hugo Chávez pasa de cliente a “socio” del Kremlin, pues el14 de marzo, un alto comandante de la Fuerza Aérea de Rusia afirmó que Venezuela y Cuba ofrecieron sus territorios de manera temporal a los bombarderos rusos en vuelos de largo alcance, y sugirió que Moscú aceptaría la propuesta de ser necesaria. El propio presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le ofreció a Rusia «una isla completa, con un aeródromo incluido», como base temporal para el emplazamiento de bombarderos estratégicos.
Las anteriores perlas venezolanas, sin contar que al menos 100 militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, entre oficiales, cadetes y tropa, participaron armados, en el desfile conmemorativo al 188° aniversario de la Batalla de Carabobo y el Día del Ejército venezolano, pero nada de lo anterior tiene que ver con la seguridad suramericana, según la ley del embudo chavista.
Por su parte para reseñar algunos casos más del vecindario, se tiene que desde el año 2006 se llevó a cabo la firma de acuerdos militares entre Bolivia, Irán y Venezuela. El año pasado el gobierno de Ecuador, firmó unos 12 convenios con el gobierno de Irán y compró seis aviones militares a Israel. Las aeronaves compradas a la empresa IAI de Israel, pueden permanecer en el aire de 28 a 30 horas y serán destinados a la vigilancia de la frontera con Colombia.
Todo lo anterior para significar, que si los estados de UNASUR, están dispuestos a dar explicaciones sobre estos y muchos más incidentes belicistas, porque en ninguno de los países vecinos tienen problemas de orden público interno como los tiene Colombia, seguramente que el Presidente Uribe irá a dar las propias, pero que no nos apliquen la licuadora chavista y se queden muy orondos con sus pecadillos.
Bueno sería recordarle a los que se dicen ser socialistas, que Sir Winston Churchill enseñó: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia, y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria” y el libertador proclamó que: » Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción». Un feliz día y mucha prosperidad.
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