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Habrase visto!. Un organismo multilateral consultivo, exigiendo a uno de sus miembros explicaciones por un acto independiente, soberano con el que no ha roto ningún tipo de acuerdos o leyes de una supuesta comunidad suramericana, simplemente porque no existen dichas leyes o acuerdos.

Lo que ocurrió un 28 de agosto en Argentina fue la muestra más clara de la verdadera intención y objetivo del UNASUR, o mejor, EL DESUNASUR: El avance de la revolución bolivariana de Chávez y sus aliados en la región. Con que derecho vienen las naciones que citaron a Colombia y su presidente, Léase Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, a cuestionar un acto legítimo, constitucional y legal del Gobierno Colombiano dentro de su soberanía y sus leyes, en el marco de una organización internacional que no tiene estatutos ni acuerdos claros a los que sus miembros deban someterse? Que espectáculo tan lamentable de parroquialismo y falta de madurez internacional dieron las naciones del continente frente al mundo, con la citación de Colombia al banquillo de los acusados por sus convenios militares con los Estados Unidos.

Es obvio el carácter antiamericano e izquierdista del foro, totalmente dominado por Chávez, Correa, Morales y Kirchner, paradójicamente los mismos que lideran la supuesta revolución bolivariana en la región. Los demás presidente escogieron bandos o se mantuvieron neutrales, o mas bien, atónitos frente a este bochornoso espectáculo.

Y es que no se trata de que no exista la posibilidad de cuestionar dichos acuerdos militares, pero no bajo el pretexto de una supuesto quebrantamiento de la carta de la unidad suramericana, que no existe!. Existe eso si, la intención de Chávez y sus aliados de acorralar a Colombia en la región, de imponer sus políticas de izquierda y sus conspiraciones imperialistas en las mentes de Latinoamérica y de usar la UNASUR como su punta de lanza intervencionista en el proyecto expansionista de Hugo Chávez

El presidente Uribe hizo lo que pudo en exponer las verdaderas intenciones del líder Venezolano, pero el escenario ya estaba viciado, y es que siempre lo ha estado. Imagínense la Unión Europea sentando en el banquillo a la canciller Alemana por las bases militares americanas en ese país, bases que son territorio Americano en Alemania, nada comparado con el acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos, y de igual forma, nada nuevo para que ahora una organización internacional venga a cuestionarlo

La reunión de Argentina puede considerarse como un triunfo para Colombia al haber podido incluir los otros temas de la carrera armamentista de la región, liderada por Venezuela, las compras de armas a terceros países y la condena del terrorismo de las FARC y el narcotráfico como flagelos regionales. Poco o nada sirven dichas declaraciones cuando la agenda oculta del Chavismo quiere influenciar las decisiones soberanas de una nación e incluso anuncia abiertamente, descaradamente, su intención de intervenir en la política interna del país. Escenarios como este, con el pretexto de promover la unidad regional y entablar el dialogo hemisférico, se están prestando de manera lamentable para que un líder, que si quiere definitivamente establecer su pequeño imperio, venga a cuestionar y exponer las decisiones soberanas y libres de una nación democrática. Hasta ahora no he visto ninguna ventaja en la membrecía de Colombia en la UNASUR, nada diferente a no querer lucir como la nación que no quiere la integración regional. Con organismos como estos, esa integración es cada vez más lejana.

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