Ibuprofeno para Santos

Post 1: Los noticieros se constituyen en un punto de referencia de la más vital importancia  a la hora de propiciar los puntos de vista del ciudadano común, es algo así como  la verdad absoluta, independientemente de que a veces se cometan miles de errores en cada una de sus emisiones (pero ese es el material para el 28 de diciembre). La enorme trascendencia que le han dado los informativos a la penosa enfermedad de nuestro queridísimo presidente, ha convertido un órgano  del mismo en el más comentado ítem de la semana; pero por más prostático que sea el asunto lo que verdaderamente  llama la atención es que en las mismas emisiones donde se habla de la prontísima atención recibida por nuestro dirigente, cuenten también las penurias que han pasado todo el lunes los usuarios del ahora extinto Seguro Social para encontrar atención en la nueva entidad de reemplazo. El cuento en las redes es que a Santos le corrieron con el cáncer, pero que si el caso hubiese sido de un colombiano corriente pues la cirugía no habría existido y lo que se planearía en el futuro cercano sería el entierro. Cruel pero cierto, aunque la explicación es que el señor Santos no es corriente y el gobierno no le subsidia la salud.

Post 2: Siguiendo con el tema de la próstata presidencial, la otra conclusión a la que he llegado es que el poder da Cáncer… sobre todo en Latinoamérica.  ¿Han notado que todos los mandatarios vecinos han tenido la fatal enfermedad en los últimos años? ¿Será que es un tipo raro que se pega en las cumbres internacionales? ¿Por qué a unos les da en la próstata y a los otros en la garganta?

Post 3: ¿Será que le mandarán a Santos Ibuprofeno y Acetaminofén para la recuperación? Como en Colombia todo lo curan con esas dos pastillas. Aclaro que me uno a las cadenas de oración que hacen muchas personas por la salud del Señor Presidente, que ojalá se le quite del todo y  pueda seguir gobernando este país que tiene la dirigencia enferma: alcaldes, gobernadores, ministros, concejales desmayados en Bogotá, Petro no levanta la cabeza del todo y no me digan que el señor Angelino no quedo como un  poquito raro. Pero bueno, Dios no nos da nada con lo que no podamos, así que emulando la campaña que otrora  nos entusiasmó: ¡Adelante, Presidente!