¿El dólar seguirá a la baja durante el año 2024?
Las políticas contractivas de los distintos bancos centrales en el mundo están llevando a muchas economías a una posible recesión. No hace falta ser economista para percibir que las presiones se manifiestan en diversos aspectos: tasas de desempleo, niveles de actividad económica, inversión, deterioro de carteras bancarias, caída en la construcción, ajuste drástico en las ventas de autos, entre otros.
Cuando el dinero escasea, la demanda de bienes y servicios disminuye, y, como resultado de la ley de oferta y demanda, los precios en la economía comienzan a ajustarse a la baja. Esto es lo que ocurre durante los aumentos de tasas de interés: se enfría la economía, eventualmente conduciéndola hacia una recesión con el fin de frenar la escalada inflacionaria.
Por otro lado, las monedas tienden a ajustar su valor según las expectativas. En el caso colombiano, con tasas de interés anuales del 13.25 %, se ha generado un flujo masivo de divisas que se han dirigido a inversiones en TES y CDTs, lo que provocó que la moneda se ajustara de $5,000 en noviembre de 2022 a $4,200 por dólar hace solo unos días.
No obstante, esta semana el dólar en Colombia continuó su descenso, cerrando en $3,963 el viernes 1 de diciembre.
¿Qué está sucediendo?
Una manera de evaluar la atracción de Colombia para un inversionista es considerar el diferencial de tasas de interés entre Colombia y el resto del mundo. En un análisis simplista, las tasas de interés en Colombia son del 13.25 % anual, mientras que en Estados Unidos son del 5.25 %, generando un diferencial de 800 puntos básicos. Si los agentes económicos creen que este diferencial se ampliará en los próximos meses, Colombia se vuelve más atractiva como receptor de inversiones, y por ende, el tipo de cambio respecto al dólar tiende a disminuir, apreciando el peso colombiano.
La apreciación de las monedas locales no solo ha ocurrido en Colombia, sino también en otros países del mundo. El peso chileno cerró en $858 por dólar, frente a los $920-940 de hace unos días. El peso mexicano, de manera similar, ha caído a $17.1 desde niveles considerablemente más altos hace unas semanas.
Esto se debe a que los agentes económicos piensan que el inicio de las reducciones de tasas de interés en Estados Unidos se producirá antes de lo presupuestado, dada la información negativa sobre empleo y consumo de las últimas semanas, y los datos positivos de inflación en los últimos meses. En nuestro modelo, una disminución en las tasas estadounidenses amplía la brecha de tasas, ajustando el tipo de cambio a la baja.
¿Y qué sucederá en Colombia?
La tendencia en las tasas de inflación ha sido positiva, con inflaciones mensuales del 0.7% en agosto, 0.5% en septiembre y 0.3% en octubre, confirmando una tendencia positiva, aunque aún no determinante para confirmar que estamos dentro del objetivo. Sin duda, el dato de inflación de noviembre será crucial para que el Banco de la República confirme la primera reducción de tasas de interés.
Sin embargo, una disminución de las tasas de interés colombianas podría tener como efecto una reducción en la brecha de tasas, valorizando la moneda estadounidense, en un efecto contrario al observado hasta ahora.
La simple observación de la economía parece indicar que los flujos de dólares en el mundo son muchísimo más relevantes que los flujos de pesos colombianos y, por lo tanto, lo que ocurra en Estados Unidos será mucho más relevante para el tipo de cambio que lo que pueda ocurrir en Colombia con las tasas de interés del Banco de la República.
Por otro lado, es crucial incorporar en la ecuación el comportamiento de las economías de Estados Unidos y Colombia. Una desaceleración fuerte de la economía estadounidense también podría determinar una apreciación del dólar debido a afectaciones en la demanda de productos colombianos en el exterior.
Lo que ocurra con el tipo de cambio USD/COP es de extremadamente difícil predicción, pero tiendo a pensar que las reducciones de tasas en Estados Unidos podrían adelantarse a junio de 2024, y en este sentido, podríamos ver un dólar promediado por debajo de los $4,000 al menos durante el primer semestre de 2024.
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